La nueva generación no eran los teraflops

La nueva generación no eran los teraflops

20 agosto, 2021 0 Por David Valero
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Antes de dar el salto a la nueva generación quise hacer un ejercicio de reflexión interna ya que quería partir un poco de cero con todas las opciones disponibles antes de dejar la cartera pelada. Como amante de los videojuegos y anterior usuario de PC, Nintendo, Xbox y Playstation puedo asimilar la llegada de las nuevas máquinas a cuando un niño se pega a los escaparates de las jugueterías antes de Navidad con los ojos cargados de ilusión y los bolsillos llenos de euros.

Porque en contra de lo que ocurría en mi tierna infancia, esta vez mi situación personal me permitía afrontar de lanzamiento la compra de cualquier máquina, en lugar de tener que esperar futuras rebajas u ofertas, y tanto con Playstation 5 como con Xbox Series se había puesto sobre la mesa un nuevo hardware con posibilidades muy  interesantes que las hacían muy distintas entre sí. Tras ponderar mucho todas las opciones me decidí iniciar este camino de la nueva generación con Series X por todo lo que podía ofrecerme Xbox y desembarqué (de nuevo) en el ecosistema gaming de Microsoft con Game Pass Ultimate.

No voy a negar que esos 12 teraflops  de potencia ayudaran a poner su granito de arena en la decisión, pero ya sabemos que tanto en esta acera como en la de enfrente el músculo gráfico suele ir parejo por lo que creía que el acierto podía venir por otro lado al tener que renunciar de entrada a los potentes exclusivos de Sony. Mis expectativas eso sí, se han superado tras meses de experiencia cuando he confirmado que la nueva generación no era simplemente tener más resolución o más frames por segundo.

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Xbox ha apostado muy fuerte por ofrecer una experiencia premium al usuario y vaya si lo ha conseguido. Game Pass es un servicio ya maduro que este año ha sumado de lanzamiento potentes pelotazos como Outriders, MLB The Show o el futuro Back 4 Blood, dándole una vuelta a lo que se venía ofreciendo sin dejar de reforzar el fondo de armario con, por ejemplo, más títulos desde Japón (Final Fantasy, saga Yakuza o Dragon Quest XI entre otros). Muchos parecen alarmados sobre la sostenibilidad de un modelo que por ahora desde Microsoft no se cansan de momento en potenciar, y lo cierto es que a nivel consumidor, los usuarios podemos probar y descubrir toda clase de juegos por poco dinero.

La compañía de Redmond ha introducido esta generación el Quick Resume como una de sus principales bazas en consolas Xbox Series. He de decir que es la típica función que piensas que no es tan determinante pero que luego cuando la pruebas necesitas tenerla siempre a mano. Consiste en dejar en suspensión múltiples juegos pudiendo reanudar la sesión en cualquier momento como si de una pausa se tratase (sí, esta suspensión ya la hacían otros, pero la clave aquí es que no con tantos juegos a la vez). Gracias a los discos SSD podemos “saltar” de juego en juego, lo que permite a los jugadores que quieran ir picando a la vez varios títulos, ahorrar tiempo a la hora de cargar partidas. No pensaba que iba a ser tan game changer ya que me gustaba coger un juego y acabarlo del tirón, pero con el Quick Resume he podido tener siempre a mano una partida de Forza Horizon 4 para correr en cualquier rato muerto, avanzar en Ori para desengrasar o simplemente continuar mi partida de Scarlet Nexus sin mayores molestias. Queda patente que prima la filosofía de hacerle la vida más fácil al jugador

Y con esa premisa por bandera Microsoft ha pisado el acelerador con mi servicio favorito de los que ofrece: el juego en la nube. El modelo ya sabemos que no es exclusivo de Microsoft ya que Stadia,  GeForce Now, el juego en la nube en Switch o Playstation Now se han sumado también a esta ola, pero he de decir que Xbox aprovecha como ninguna las sinergias de todos sus servicios. Poder echar mano de la retrocompatibilidad de juegos de la Xbox original y jugar a Psychonauts incluido en la suscripción de Game Pass con tu teléfono móvil o en un ordenador cualquier, sin instalar previamente nada es simplemente una maravilla de combo. En dispositivos móviles tenemos además la opción de controles táctiles en cada vez más juegos que los están habilitado, pero para los más sibaritas (he de incluirme aquí) hay opciones como el mando Kishi de Razer que convierte tu smartphone en un trasunto de Switch y creedme si os digo que estoy disfrutando mucho de eso. Además tengo un ordenador secundario poco potente con un mando de Xbox siempre a mano para jugar partidas en la nube desde el ordenador y de nuevo como pasaba con el móvil, es un servicio que se adapta perfectamente en estas circunstancias para continuar partidas iniciadas en consola gracias a la sincronización de datos de la nube.

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En sus inicios el juego en la nube de Xbox me dejó mal sabor de boca con la conexión de datos, bueno siendo sinceros, la verdad es que con un móvil 4G era francamente injugable aún con títulos poco exigentes. Por Wi-Fi la cosa mejoraba sustancialmente, pero ha sido tras la actualización paulatina de los servidores blades de Xbox One X a Xbox Series X, cuando la cosa parece que ha cambiado a mucho mejor. He pasado recientemente unos días en la Asturias profunda y me ha sorprendido como podía jugar a The Ascent tirando de datos con una calidad bastante aceptable y una red móvil muy estable. Si ya hablamos de jugar con una conexión Wi-Fi potente o bien con un PC conectado por cable, entonces estamos ante un servicio para quitarnos el sombrero. Cómodo, rápido y sencillo de usar. Ese debería ser el dogma de todos estos servicios y parece que Microsoft ha sabido dar en el clavo aquí.

No podemos dejar fuera de la ecuación el tema de la retrocompatibilidad. Por descontado es otro de los factores que me han hecho esbozar más de una sonrisa con esta nueva generación. Jugar a juegos como Fallout 4 o el reciente Dark Souls 3 con una tasa de frames mejorada gracias al FPS Boost es otro de los apuntes en el haber de Xbox. Este servicio ha ido sumando títulos que aprovechan la potencia de las máquinas de nueva generación para aumentar la tasa de frames activando simplemente una función antes de arrancar el juego. A ello hay que sumarle funciones como el Auto-HDR que en algunos casos pueden suponer obtener un mejor resultado en pantalla en iluminación.

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El propio Jason Ronald, diseñador jefe de las nuevas consolas  ha confirmado que se exploran nuevas funciones como una especie de “resolution boost” para aumentar la resolución de los videojuegos sin tener que involucrar al desarrollar en optimización o parcheos de juegos antiguos. Además, el listado de juegos retrocompatibles o con modo fps boost seguirá creciendo con el tiempo.

Las cartas están sobre la mesa, Microsoft ha apostado todo al verde con un Satya Nadella que en la junta de accionistas explicó que seguirán comprando estudios e invirtiendo en una de sus divisiones que más está creciendo y con un potencial mucho mayor gracias al target que pueden abarcar con el juego en la nube y el Game Pass. La estrategia de los chicos de Phil Spencer parece bastante clara y los usuarios tenemos todas las cartas de la baraja a nuestra disposición: todo al verde.

 

 

 

 

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