Análisis PS4: Childrens of Zodiarcs

3 agosto, 2017 0 Por Jaime Brotons
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Vamos allá con otro título que llega bajo el sello Square Enix Collective, la iniciativa de apoyo a juegos independientes, al igual que el título que reseñamos recientemente, Black The Fall. En este caso hablamos de Children of Zodiarcs, lo nuevo de Cardboard Utopia, un pequeño estudio canadiense ubicado en Montreal. ¿Qué pasa si cogemos el género de acción táctica, lo mezclamos con rol por turnos, le añadimos un toque de juegos de cartas, lo aderezamos con unos dados, y lo metemos todo una batidora? A priori podría parecer que nos saldría una sustancia de lo más nociva, pero nada más lejos de la realidad, porque lo que tenemos es un auténtico juegazo que no podéis dejar escapar si os gusta lo que os contamos en este análisis.

 

Nos situamos en un mundo fantástico que había alcanzado el máximo nivel de desarrollo y prosperidad, pero que tras una gran guerra quedó totalmente asolado, dejándonos la vieja tecnología del pasado a modo de reliquias, y creando un nuevo estatus en el que el bando victorioso del gran conflicto es ahora la clase alta de la sociedad. Sin más dilación, el juego nos lleva al interior de un palacio imperial en el que empezaremos controlando a un grupo de ladrones que lucha contra el estado opresor.

A modo de tutorial, comenzaremos nuestras andanzas por palacio controlando a Zirchhoff, un guerrero de grandes dimensiones que blande una enorme maza. No nos costará entender los controles básicos y derrotar a los primeros enemigos que se nos presentan. Tras el primer encuentro se unirá a nuestro grupo la mortífera Nahmi, y a partir de aquí empezaremos a entender los combates de otra forma, ya que debemos controlar a dos héroes, nos enseñarán los ataques por la espalda, la importancia de la colocación en el tablero, y algunas cosillas más. Poco a poco se irán sumando nuevos personajes a nuestra banda, cada uno con sus propias habilidades especiales y armamento, aunque también aumentará el número de enemigos que nos encontremos, la dificultad y la inteligencia de estos, que siempre buscaran asestarnos un golpe por la espalda o flancos para quitarnos el mayor número de puntos de golpe, así que ojo con terminar los turnos en posiciones en las que tengamos protegidas estas partes.

 

Las misiones del juego no son monótonas, y muchas veces tendremos objetivos o requisitos que cumplir como acabar en un tiempo determinado, o en X turnos, o llegar a cierta parte del mapa. No todo es aniquilación. Además tendremos misiones secundarias, las escaramuzas y la arena de combate que nos ayudarán a subir de nivel y evolucionar a los personajes.

Children of Zodiarcs bebe mucho de los RPG Tácticos clásicos, mapa dividido en cuadrícula, la distancia a recorrer varía según el personaje, los combates se desarrollan por turnos en los que primero elegimos nuestras acciones, y después la ia del juego toma sus decisiones, etc. Pero el juego también nos trae algunas novedades, de las que algo os hemos comentado en la introducción.

En primer lugar tenemos la más importante de ellas, el mazo de cartas, el cual definirá las acciones a realizar por nuestros personajes. Tendremos que elaborar una baraja (o mazo) equilibrada para no tener un exceso de cartas de curación (por ejemplo), o todas las cartas de ataque, aunque podríamos hacerlo. En cada turno, después de movernos, o de optar por no hacerlo, podremos decidir si defender, o “atacar”, que es cuando recurriremos al uso de una de las cartas que tenemos en la mano, bien sea de daño físico, magia, curación, o alteración de estados, y que cada turno iremos robando hasta que se agoten. Conforme subamos de nivel tendremos más y mejores cartas, y por supuesto cada personaje tiene las suyas propias que podremos personalizar. El factor suerte será decisivo ya que las cartas que robamos de la baraja son aleatorias, como si la hubiéramos barajado.

 

El segundo elemento son los dados, que tendremos que lanzar después de seleccionar nuestra acción, y que afectarán al resultado de las cartas, además de darnos algún beneficio como la recuperación parcial de vida, que a veces preferiremos en lugar de potenciar mucho el daño. Podemos repetir la tirada si no nos convence, aunque nos arriesgamos a empeorar el resultado obtenido, además de que al relanzar algunos dados, si chocan con los que hay sobre la mesa pueden modificarlos (curioso). Y de nuevo el factor suerte o la aleatoriedad juega un papel clave.

En cuanto a diseño, contamos con un apartado artístico correcto de mapa de cuadrículas, personajes 3D con unos enemigos un tanto genéricos, y unos protagonistas bien diseñados. En este sentido cumple sin destacar, como viene siendo habitual en este tipo de títulos. La música juega en un segunda plano, aunque no desentona, y además contamos con algún tema muy épico como el que podemos escuchar en los títulos.

En definitiva, Children of Zodiarcs es un juego exigente, largo y que hará las delicias de los amantes del género. En No es País le teníamos muchas ganas a un título tipo “Tactics” y este juego ha saciado nuestra ansia estratégica. Además, para alegría de todos, los textos están traducidos a nuestro idioma. Recomendadísimo.