Neon Blood. Análisis.
12 diciembre, 2024Neon Blood se presenta ante nosotros como la opera prima del estudio español ChaoticBrain. Un debut que ha generado muchísima expectativa debido sobre todo a lo potente de su propuesta visual, una propuesta que puso el juego en boca de todo el mundo desde que hace ya un par de años viésemos el primer trailer. Así que solo nos queda saber si el resto del juego está a la altura de dicho apartado visual, ¿queréis saberlo? Seguid leyendo:
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Neon Blood nos pone en el papel de Axel McCoin, un detective totalmente cliché de una historia noir ambientada en un futuro Ciberpunk que como multitud de productos bebe las fuentes de Blade Runner principalmente. De entrada, nos encontraremos con lo mejor del juego que es su apartado visual. Un diseño artístico que aunque no es innovador, está representado con matrícula de honor. Para llevar esto a cabo se nos propone una jugabilidad 2.5D donde se combinan fondos ‘realistas’ 3D con personajes diseñados a base pixeles gordos puros y duros 2D. Aunque no sea la primera vez que veamos esto (quien no recuerda el malogrado The last Night) la verdad es que lo hace de manera sobresaliente, dando una personalidad casi única y hace del juego completamente reconocible a golpe de primera vista. Nuestro personaje se moverá con libertad limitada en unos escenarios que se prestan a cierta exploración y de los que disfrutaremos con hasta el más mínimo detalle.
El apartado sonoro luce muy bien también. Como ya hiciese Blade Runner, las melodías están más cerca del cine negro clásico que de los sintetizadores propios de un futuro distópico en según que momento de la trama, lo que acompasa estupendamente con el carácter de cliché de la historia y de los personajes. Las melodías más pegadizas que huyen de este estilo las encontraremos sobre todo en áreas abiertas de transición.
Jugablemente, Neon Blood se mueve en la corriente de los juegos de rol más clásicos. Exploraremos los entornos en busca de pistas que nos hagan avanzar en la historia y nos encontraremos un sistema de combate por turnos que aunque ofrece bastantes posibilidades la verdad es que se queda a medio gas. Esto viene principalmente del hecho de que siempre podremos prosperar en el combate sin llegar a profundizar en sus mecánicas, o lo que es lo mismo, pasar siempre haciendo lo mismo. Elegiremos el tipo de ataque, cuando restablecer la salud y cuando hacer un crítico.
La exploración, sin estar mal, está quizás demasiado guiada dejando poco lugar a la iniciativa. Siempre habrá alguien diciéndonos qué hacer o donde ir por lo que básicamente acompañaremos al bueno de Axel casi a modo de espectador pese a que tendremos el control en todo momento. Buscar pistas tampoco es muy profundo ya que básicamente nos dedicaremos a escanear entornos cerrados hasta dar con la clave. Todo ello con el añadido de que nuestro personaje se mueve tan lento que se hace imposible jugar sin tener constantemente el botón de correr apretado, el cual además está en una posición tan poco habitual como incómoda si jugamos con una mando (RB).
Un punto fuerte del juego es su narrativa pese a lo manido y lo cliché de su trama. El juego logra que mantengamos el interés por el desarrollo de nuestro personaje que se construirá en base a descubrir un pasado olvidado entre implantes ciberneticos y el uso abusivo de Spark, una droga que en el futuro distópico que se nos cuenta causará estragos en una sociedad dividida por las diferentes clases.
Neon Blood es un juego que parte de una premisa interesante y un apartado artístico y audiovisual excelente pero que se queda en tierra de nadie en su propuesta jugable. Presenta muchas ideas interesantes pero no explota ninguna con lo que la exploración y el combate que parecían interesantes en un principio se vuelven algo anodinos. Sin embargo es justo decir que su narrativa muestra un buen ritmo y se disfruta acompañando a nuestro detective atormentado en su viaje para dar caza al asesino suelto a la vez que rebusca en su propio pasado. Si además te gusta su ambientación disfrutarás de un juego que sale a la venta a precio reducido y cuya breve duración (3-4 horas) nos hará perdonar aquellos aspectos que podrían haber dado más de sí.
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