Análisis Hellboy: Web of Wyrd.
7 diciembre, 2023La franquicia Hellboy llevaba ya casi 3 lustros sin tener un juego protagonizado por su icónico protagonista (siempre y cuando dejemos cameos en otras sagas), por eso cuando Web of Wyrd fue anunciado todos abrimos los brazos para acoger este prometedor Roguelite que en sus primeros tráilers hacía las delicias de los más acérrimos fans debido a su inspiración en el arte de Mike Mignola. ¿Ha cumplido con las expectativas? Seguid leyendo:
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Empecemos por lo más obvio y es que el aspecto visual es un apartado sobresaliente en tanto que tengamos en cuenta la inspiración que ha tenido el juego, el arte de Mike Mignola. A veces puede que echemos en falta un espectro visual más amplio y es que los fondos suelen estar un tanto desangelados pero no es algo atribuible al propio estudio sino al dibujo al que hacemos referencia. El diseño de los protagonistas y lo grotesco y a la par sencillo de los enemigos es algo con lo que Web of Wyrd da en la diana. Sin embargo también debemos añadir que las pequeñas secuencias de diálogo entre personajes se antojan sosas, consistiendo en imágenes estáticas con zoom de cámara que si su principal objetivo era dar continuismo a la esencia del cómic olvidándonos del video, al menos hubiese estado acertado añadir bocadillos.
El apartado sonoro está casi a la altura del visual y contribuirá a la inmersión en tan bonito universo. Por ejemplo, sentiremos el impacto de los golpes con cada sonido como si estuviésemos dentro del Wyrd acompañando a Hellboy.
La narrativa tanto como la historia respetan (sin ser muy grandilocuentes) el cómic referencia recordándonos tanto el ritmo como las líneas de estas historias. Se ve que al menos Upstream Arcade ha hecho un trabajo digno en este sentido y que la licencia no es una mera excusa para incrementar las ventas de un videojuego. Sobre la historia podemos avanzar sin entrar en el fanganoso terreno de los spoilers que es uno de los puntos álgidos del juego por su propuesta fiel y porque además, no es una característica común en los Roguelites. Así, veremos que pese a que el objetivo final siempre será el mismo, cada partida lleva consigo cambios y poco a poco desvela algunos de los misterios del Wyrd, el centro jugable ya que la otra localización principal, la Casa de la mariposas, obrará a modo de Hub. En dicho Hub nos encontraremos con los ya clásicos secundarios de la franquicia y podremos customizar al bueno de Hellboy con un variado arsenal que podremos ir a su vez mejorando con los puntos que obtenemos en el Wyrd. Pero ¿y qué es el Wyrd?
El Wyrd será muchas cosas: un castillo medieval en ruinas en las alturas, un bosque tenebroso, una semiatlántida destruida o una estación de ferrocarril subterráneo. Cada fase con sus características y enemigos, todos salidos del imaginario del cómic directa o inspiradamente. Lamentablemente, los peligros a los que nos enfrentamos no variarán mucho dependiendo de en qué área nos encontremos, sí en aspecto pero no jugablemente. Nos encontraremos con los Mooks que harán las veces de minion clásico y a los que practicamente se puede ignorar y algún que otro enemigo más grande que son los que marcarán que se abran las fases. Pese a lo bonito de la estética y lo espectacular a veces del combate, no es precisamente divertido con lo que solo querremos pasar las zonas para seguir explorando y resolviendo el misterio, nunca por lo divertido de la pelea. El bloqueo es además bastante torpe haciendo del parry una frustración en ocasiones y no es para menos teniendo en cuenta que un mal bloqueo terminará en perder hasta la mitad de la barra de vida. El sistema de fijación de enemigos o de apuntado funciona de manera irregular además. Estos son sin duda los aspectos más negativos del juego pero lo que es más grave es que tendremos una sensación de repetición constante, un agravante en un género como los roguelites. Así veremos que cada partida que se reinicia nos ofrece justamente lo mismo que la anterior. Cierto es también que la espectacularidad visual y sonora del combate amenizará en algún modo los evidentes problemas de jugabilidad durante éste, porque aquí, Web of Wyrd cumple sin lugar a dudas.
Como no todo va a consistir solamente en dar puñetazos, también encontraremos Npcs más amistosos que no solo nos otorgarán ventajas para seguir avanzando sino que además nos conducirán a saber más del entorno y del lore de tan peculiar sitio.
En resumen, Web of Wyrd es un roguelite justito que mima a los fans de Hellboy y más concreto de la etapa Mignola que sacarán más partido y disfrute en todos sus apartados. Para aquellos que no lo sean es mejor buscar otras opciones en el mercado salvo que la propuesta artística les atraiga ya que en este aspecto el juego compensará en parte muchos de sus defectos jugables.
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