“Iron Fist”, un peldaño por debajo.

31 marzo, 2017 0 Por furgonetero
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El pasado 17 de Marzo se estrenaba en nuestro canal de streaming favorito “Iron Fist” la última de las cuatro series que hacen de antesala a la esperada “Los Defensores” y que culminaría con lo que, para hacer un paralelismo con el mundo del celuloide, seria la “FASE 1” de este universo Marvel menos conocido que Netflix se esta encargando de llevar a nuestros hogares. Así pues tras la gran “DareDevil” y las más flojas “Jesica Jones” y “Luke Cage”, Scott Buck padre de mi querida “Dexter” tenía la papeleta de intentar cerrar el círculo de la manera más digna antes de la llegada del ya mencionado crossover del universo Netflix/Marvel. ¿Consigue salvar los muebles este Iron Fist? Vamos a verlo.

“Iron Fist” es la historia de Danny Rand un joven que tras sufrir un misterioso accidente aéreo en el Tibet, en el que sus padres y el resto de tripulación fallecen, es criado y adiestrado durante 15 años en la misteriosa ciudad de K’un Lu. Durante este tiempo y bajo las enseñanzas de los monjes guerreros de la orden de la Grulla Madre el joven consigue convertirse en un legendario guerrero y alcanzar el poder superior de canalizar su Chi, su fuerza interior, en su puño derecho dotándolo de una fuerza y dureza sobrehumana, de ahí el nombre de “Iron Fist”. Llegado el momento Danny Rand abandona el monasterio que ha sido su hogar durante todo este tiempo y vuelve a Nueva York con el propósito de recuperar su anterior vida, pero para ello tendrá que enfrentarse a una sociedad que le ha dado por muerto durante todo este tiempo y a la siempre alargada sombra de “La Mano”.

Desgranando poco a poco cada apartado vamos a comenzar por el reparto. En este apartado no hay nada que objetar, Finn Jones, ex juego de tronos, salva bastante bien la papeleta pues interpreta a un Danny Rand bastante aceptable. Un joven que regresa a un mundo que, por mucho que lo quiera, ya no es su mundo y debe hacerse con los mandos tanto de su anterior vida como de su enorme empresa farmacéutica ahora controlada por otros y podrida hasta la medula. Quizás en algunos momentos Finn hace que su personaje se convierta en más ostiable de lo necesario pero gracias a dios solo pasa en minutos contados de la serie. Por otro lado tenemos a Tom Pephery y Jessica Stroup interpretando a unos más que creíbles Ward y Joy Meachum que actúan con criterio propio y que llenan de carisma, sobretodo Tom Pephery, cada una de sus apariciones. En último lugar hemos dejado al personaje principal que mas brilla de la serie, por encima incluso del propio Danny/Iron y no es otra que la maravillosa Jessica Henwick que pasa por la serie pisando fuerte, tan fuerte, que pasa de ser un simple “sidekick” a comerse la pantalla en cada aparición, tanto actoralmente como en las escenas de lucha donde por momentos superan a un Finn Jones que en los combates se muestra en exceso dubitativo.

Acompañando a estos 4 protagonistas la serie se rodea, como es habitual en los productos Netflix, de unos actores secundarios de autentico lujo interpretando a unos personajes realmente jugosos. A destacar entre todos ellos al siempre competente David Wenham que da vida a un Harold Meachum lleno de claros/oscuros y a una Rosario Dawson que está en un continuo modo “dame mi cheque que tengo prisa” y que si no apareciera tampoco importaría demasiado pues no aporta nada excepto el de hacer de nexo entre los distintos personajes de las series Netflix. Por encima de estos esta la impresionante Wai Ching Ho haciendo que su Madame Gao se robe la pantalla cada vez que sale eclipsando a todos los actores que estén en esa escena, chapo como siempre.

La serie mantiene bastante bien el ritmo y aunque le cuesta arrancar, pues los primeros episodios son algo lentos  ya que se centra más en la vuelta de Danny al mundo y a su lucha por recuperar sus empresa, pero rápidamente toma el paso correcto  y en ningún momento da la sensación de sobrar metraje como les pasaba a “Jessica Jones” y  “Lucke Cage”. La acción está rodada a la vieja escuela, con cámara fija y desde lejos para que veamos en todo momento las peleas de forma clara. Además las coreografías están a la altura de “DareDevil” y se nota que los actores han estado entrenando, unos más que otros, para dar el pego delante de la cámara. Quizás la serie peque de parecer rodada casi por completo en interiores y encontrar una escena en plena calle es algo meramente anecdótico, cosa que da a pensar que los valores de producción de la serie han sido algo menores que en otros productos del mismo universo.

Entonces si los actores están bien, la dirección y el ritmo son correctos y los valores de producción son decentes….¿donde esta el problema?. Pues la principal pega de la serie es el argumento, no termina de atraparte como si lo hacen las aventuras de Matt Murdor y en menor medida Jones y Cage. La serie se deleita demasiado en presentar a Danny rodeándolo de un halo de misticismo y lastrando al personaje con un pasado en K’un Lun que no vemos. En todos los capítulos comenta lo duro de su entrenamiento o de su dura vida en el legendario y místico monasterio pero no se muestra en ningún momento dejándonos una extraña sensación de vació en la historia. Otro de los aspectos en los que cojea es que la serie no tiene un villano que haga de contrapeso en la balanza, la organización de “La Mano” está bien como concepto pero el no tener un Wilson Fisk o un Killgrave que haga de contrapunto a Danny Rand lastra la serie demasiado, por que admitamos que Ramon Rodriguez hace un gran trabajo con Bakuto pero esta bien como esbirro pero no da la talla de un Vicent D’onofrio . Ya por último, y para no entrar en espolier, el final abrupto de la serie nos ha dejado en la redacción con un sabor bastante amargo.

Aún con todo estamos ante el segundo mejor producto del universo televisivo de Marvel a solo un peldaño de la gran “DareDevil” y que podría igualarla si en la segunda temporada, sí la hay, pulen un par de detalles.