Análisis de Hammerwatch II

Gracias a un bonito código que nos ha llegado de la mano de Modus Games, hemos podido probar esta pequeña joya del pixel art que es Hammerwatch II. La secuela del afamado Action RPG desarrollado por los chicos de Crackshell, nos ha tenido enganchados un buen puñado de horas, más que suficientes para contaros qué nos ha parecido lo que nos ofrece.

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Como en todo juego de rol que se precie, tras una introducción que nos resume los acontecimientos del anterior Hammerwatch, y nos pone en situación con lo que está sucediendo ahora, procederemos a elegir el tipo de personaje para vivir esta gran aventura, ya sea en solitario o acompañados. Por resumir un poco lo que está pasando a nivel argumental, y sin entrar en spoilers (que tampoco pasaría nada), lo que haremos básicamente será ayudar a la resistencia del Rey Roland a combatir a Blight el Abominable y su ejército de dragones, que han usurpado el trono y sembrando la destrucción en el reino de Herian. Por el camino por supuesto ayudaremos a todo tipo de aldeanos e inocentes, enfrentándonos a bestias, piratas, bandidos, no-muertos y a las fuerzas del mal que asolan el mundo que nos espera más allá de las mazmorras del castillo de Hammerwatch.

Ahora sí, seleccionaremos el tipo de personaje, lo que definirá no sólo el aspecto de este sino los poderes y formas de asumir los combates. Y os advertimos que la cosa cambia mucho entre uno y otro. Las opciones serán el paladín, aventurero, pícaro, mago y hechicero. Nosotros nos hemos decantado por el paladín, que siempre ha sido un tipo de personaje equilibrado, con buen ataque, defensa, y poderes de curación. Aunque nos da en la nariz que los personajes de ataque a distancia son la auténtica clave en Hammerwatch II. Sin lugar a dudas probaremos el mago o hechicero en la próxima partida, que la habrá.

La creación de personaje es muy sencilla. De hecho tan sólo vamos a poder retocar unos pocos parámetros que se reflejan en el personaje, ya que el aspecto de este en cuanto a equipo no existe. Es decir, desde que ha comenzado el juego hasta que hemos escrito este análisis, no se ha modificado el modelado del personaje. Pero bueno, al menos podemos cambiar el color de la ropa, así como elegir y variar la nariz, boca, ojos, etc. No servirá de mucho, pero las opciones están ahí y se agradecen.

Una vez tengamos a nuestro personaje, arranca la aventura. Un mundo abierto enorme y dinámico nos espera. Encontraremos variedad de entornos, desde frondosos bosques, a áridos desiertos, bellas playas, sinuosas mazmorras y todo tipo de escenarios que podáis imaginar. Además, disfrutaremos de cambios climáticos y ciclos de día y noche, lo cual enriquece enormemente la sensación de aventura y la calidad del mundo, además de afectar directamente al comportamiento de este. Y es que, si llegamos a un pueblo por la noche, seguramente los aldeanos estén durmiendo, no haya vendedores disponibles, y ese NPC que nos podría dar una misión por la mañana, pues esté descansando dadas las horas.

Conforme vayamos avanzando en nuestra aventura y cumpliendo misiones, obtendremos dinero, recompensas en forma de objetos como armas y armaduras, objetos consumibles, elementos de farmeo, y cómo no, puntos de experiencia. Gracias a estos puntos podremos subir de nivel, y con cada subida invertiremos los puntos en aumentar nuestras características, además de obtener nuevas y poderosas habilidades de ataque, defensa, curación, magia, etc. No es un sistema extremadamente complejo ni extenso, pero es todo lo que necesitas para sentir que tu personaje mejora y evoluciona, y por ende que cada vez es más poderoso y puede hacer más cosas.

Además, el juego tiene un fuerte componente de recolectar y fabricar, por lo que nos vamos a hartar a recoger flores, plantas, minerales, botellas vacías, pieles de animales y un montón de elementos que van a servir para fabricar todo tipo de herramientas, así como pociones, e incluso platos de comida. Y creedme cuando os digo que los vais a necesitar. Y es que en Hammerwatch II los escenarios son muy grandes, y sus mazmorras no se quedan atrás. Ya en los primeros compases del juego encontramos una guarida pirata de varias plantas, cada una de ellas repleta de enemigos, tesoros, pasadizos secretos, puertas cerradas con llaves que tendremos que encontrar, y un montón de secretos que nos van a tener mucho tiempo alejados del pueblo. Así que ya sabéis, abasteceros bien. 

Por otro lado, hay que destacar que el juego nos penalizará si morimos, llevándonos lejos de donde estábamos y cobrándose un dinero por ello. En el caso de una mazmorra, seguramente nos toque reaparecer fuera de esta. Y claro, esto no es nada agradable cuando ya habíamos avanzado mucho en esta… Además, eventualmente, y no sabemos atendiendo a qué lógica, los enemigos resurgen y tendremos que volver a limpiar la zona. Una auténtica jodienda, la verdad.

Y es que Hammerwatch II, pese a que es un juego para todo el mundo, no es un juego fácil ni mucho menos, y vamos a morir bastante, sobre todo si no tenemos cuidado. Pero no os preocupéis, ya que la esencia del juego es jugarlo en compañía, algo que todavia no hemos probado. Y además, nos consta que la comunidad de Hammerwatch II es muy activa, y nutre el juego de mejoras e incluso de mods de todo tipo.

Así que ya sabeis, si buscáis una aventura de acción con estilo pixel, para jugar solos o en compañía de otros amigos, os gusta la ambientación de capa y espada, los enfrentamientos contra grandes jefes, obtener todo tipo de equipo, habilidades y progresar con un personaje en un precioso mundo de fantasía, no os lo penséis y echadle un ojo a Hammerwatch II, que además tiene un precio muy atractivo en Steam, donde lo hemos jugado.

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