Análisis Redfall

Name: Redfall
Price: 79.90 €

22 mayo, 2023 0 Por David Valero

Facebook

Twitter

Redfall: Vampiros con dientes de leche

Redfall, la nueva IP de Arkane, aterriza en Xbox y PC en medio de una gran polémica sobre su estado final tras haber sufrido retrasos en el desarrollo. El nuevo juego de acción en primera persona del estudio con sede en Austin echa mano de toda la mística de los populares chupasangres para intentar ser la gran referencia de la plataforma de Redmond en el primer semestre de 2023. Por desgracia la mordedura no ha dejado la marca esperada.

Seguro que también te interesa nuestro análisis de Advance Wars 1 + 2 Re-Boot Camp

Suscríbete a nuestro canal de Youtube

Tenía bastantes esperanzas depositadas en Refall, el primer triple A en exclusiva lanzado para Xbox. Un juego que deseaba que tras haber sufrido retrasos y altibajos en su desarrollo, llegado el día de lanzamiento se presentase al público como una tempestad que acallara el run run generado por el discutido parche del modo rendimiento para consolas Xbox que llegará en un futuro. También sobre ciertas dudas acerca de si estaría a la altura de juegos como Prey o los mismos Dishonored (estos últimos firmados por Arkane Lyon).

Pero no voy a hacer esta reseña en base a lo que me gustaría o esperaba del juego si no a lo que me ha ofrecido y he experimentado. Y lo cierto es que en NoesPaísparaFrikis pudimos jugar a Redfall unos días antes del lanzamiento en su versión de Steam en PC. Reconozco que ya en esos días previos torcí un poco el morro al experimentar ciertos problemas importantes de rendimiento y una optimización que distaba de ser la idónea. No juego en el equipo más potente pero tengo una GPU RTX 3060ti, 32 Gb de RAM y CPU AMD Ryzen 7 5800X de 8 núcleos a 3.80 GHz, una máquina más que suficiente para tirar de juegos en 1080p y 2K con altas tasas de frames sin sacrificar demasiada calidad gráfica.
Por suerte sucesivos parches, empezando por el de día 1, han ido corrigiendo gran parte de estos problemas aunque persisten algunos glitches de cargas de texturas o caídas de frames puntuales. En el apartado artístico lo cierto es que poco que discutir a la decisión de Arkane de optar por un estilo cartoon que aligera la crítica aunque se echa en falta algo más de músculo sobre todo en animaciones, modelados repetitivos de enemigos y acabado de texturas.

El juego está orientado al multijugador aunque el progreso en la historia solo lo guarde el host, con un online de hasta 4 jugadores que podrán encarnar a los distintos personajes: Remi, Devinder, Layla y Jacob. Cada uno de ellos tiene habilidades propias que lo distinguen del resto aunque en algún caso como el ascensor de Layla y el translocador de Devinder puedan cumplir funciones muy parecidas, sin ir más lejos en este caso la de acceder a zonas elevadas. Todos ellos tienen tres habilidades principales asignadas a la botonera y que tras usarse se recargarán con el paso del tiempo antes de poder ser lanzadas de nuevo. Esto aporta una capa extra a la jugabilidad con lo que tendremos que combinar el uso de los poderes con cualquiera de las tres armas que llevemos equipadas. Eso sí, el arsenal a disposición es más amplio que ese número ya que podremos escoger pistolas, escopetas, rifles o armas más inusuales como lanzaestacas, cañones de luz o lanzabengalas entre otras.
Los disparos se sienten satisfactorios, con buena respuesta de las armas y de los impactos, no obstante salvo que juguemos en dificultades altas, el combate será relativamente sencillo contra mercenarios y sectarios al más puro estilo masillas, y poco más desafiante contra los vampiros, los cuales requerirán de un estacazo certero o bien de un finisher con estaca cuando les hayamos bajado toda la vida con las armas convencionales. También podemos quemarlos o usar luces ultravioletas y de hecho el escenario nos proveerá de elementos para hacer los combates más interesantes: coches que explotan, baterías que combinadas con agua electrificarán a los enemigos, el uso y pirateo de torretas de defensa. El problema como habréis intuido es que no hay nada nuevo bajo el sol, o bajo el eclipse en este caso. Como decimos, si jugamos en equipo vale la pena aumentar el nivel de dificultad para no abusar de la IA de enemigos algo plana para estas alturas de la película, aunque en enfrentamientos contra jefes y subjefes nos lo hará pasar algo peor. No obstante tranquilos, el juego puede disfrutarse perfectamente en solitario y la experiencia no se resentirá para nada.

Según vamos subiendo de nivel a través de la experiencia y el progreso de misiones tanto principales como secundarias, podremos desbloquear mejoras en el árbol de habilidad. La mayoría enfocadas bien a mejoras de características del personaje y otras tantas a los poderes de los que disponemos. De nuevo nada se sale de la normal a la que ya estamos acostumbrados y por eso refalo parece que no ha sido capaz de darle esa vuelta de tuerca al género, ya sea por la inexperiencia de la gente de Arkane o por limitaciones que hayan encontrado en su desarrollo.
Del argumento no hemos dicho nada todavía pero lo cierto es que estamos ante una historia de sangre, sombríos experimentos científicos y ocultismo que tarda un poco en arrancar. Unas escenas introductorias nos cuentan que en Redfall, una pequeña isla de Massachussets, una joven con una sangre especial ha sido retenida por vampiros y ahora, una oscura magia ha clausurado la isla y la ha retenido bajo un eclipse de sol que afecta a las mareas y que impiden acceder o escapar de ella. Por suerte nosotros, supervivientes de la emergencia, nos armaremos hasta los dientes para enfrentarnos a la amenaza vampírica mientras salvamos a otros habitantes de la isla y ahondamos más en sus historias personales. Documentos a modo de coleccionables nos contarán detalles de lo acontecido o incluso ofrecerán pistas para resolver misiones, pero me han parecido demasiados en números y en algunos escenarios molestan bastante al no haber una función de pausa dedicada.
El mapa de Redfall es bastante extenso y variado, está trufado de refugios que tendremos que asegurar como bases de operaciones, puntos de viaje rápido a desbloquear, y mucho por hacer. La exploración del escenario es muy atractiva, con puntos de interés visuales que llamarán nuestra atención y que contendrán objetos y armamento de distinta rareza y con habilidades y efectos únicos para incentivarnos a recorrer cada recoveco de la isla. También tenemos mechones de pelo que a modo de recuerdo irán contando los sucesos previos y el origen de esa huésped con sangre especial.
Gasolineras, rutas de montaña, astilleros, el faro, un cine…Redfall está lleno de sitios donde resolver misiones, derrotar a enemigos o salvar a gente. Además hay pequeños eventos como liberaciones de rehenes dispersados de manera aleatoria por el escenario. Patrullas de sectarios o de mercenarios que nos obligarán a darles jarabe de plomo y sobre todo vampiros para hacernos sudar un poco más.

Los vampiros es el punto fuerte del juego pero me dejan la sensación de estar algo desaprovechados. Además de los vampiros normales capaces de volar, dar grandes saltos o teletransportarse…hay diversos tipos como los vigías que harán saltar la alarma si nos colamos en su área, las mortajas que nos envuelven con un manto de oscuridad, los devora cuerpos que explotarán al morir. Y en los nidos de vampiros, zonas accesibles a través de portales, esta amenaza se vuelve mucho presente. Son los mejores elementos para desatar el caos en el combate, sin duda lo que mejor le sienta a este título. El combate contra los señores vampiros serán momentos destacables de nuestra aventura con enfrentamientos únicos y villanos con poderes y diseños exclusivos de dichas batallas.
Si por el contrario optamos por el sigilo, el juego no lucirá del mismo modo a pesar de contar con Jacob, un personaje que pide a gritos jugar de esta manera con su cuervo de reconocimiento y su maestría con el fusil de francotirador. Y es que las mecánicas de detección de los enemigos son poco inspiradas y no hay ni siquiera una animación de asesinato, rotura de cuello o ahogamiento dedicada cuando nos acerquemos por detrás, algo típico y básicos en la gran mayoría de juegos de primera persona de esta índole.
En lo relativo al sonido en Redfall hay una rica variedad de efectos, una buena banda sonora y además el juego cuenta con un muy destacable doblaje al castellano. Tenemos voces de primer nivel como el infatigable Claudio Serrano encarnando a Devinder, el personaje de Remi de origen latino cuenta con un acento propio en su español, detalles que enriquecen el producto. He apreciado pequeños errores de descoordinación en ocasiones como por ejemplo que el protagonista haga referencia a un nombre que oye antes de que su interlocutor lo pronuncie, entrando antes de tiempo esa línea su diálogo. Hay ciertas referencias a nosotros como jugadores en plural que jugando en solitario quedan poco naturales. Pero como digo son meros detalles muy puntuales que no empañan una estupenda labor a la que Bethesda como editora nos tiene muy bien acostumbrados.

A modo de conclusión he de decir que Redfall ha sido algo decepcionante para mí ya que tengo a Prey en un altar y he gozado otros juegos del estudio como Dishonored o Deathloop. Pero esperaba un estándar de calidad más alto a todos los niveles en Redfall, eso no te impedirá disfrutar de un gunplay muy divertido, una exploración satisfactoria y un estilo artístico propio con buenos efectos de iluminación que te permitirán descubrir preciosas estampas de la isla. No obstante desde Xbox han reconocido que deben cuidar más el estado en el que llegan sus juegos para rayar la excelencia en todo momento. A base de parches y contenido Arkane puede lograr que con el tiempo la tormenta de críticas quedará reducida a polvo como los vampiros. Mientras tanto disfrutaremos de las aventuras en la isla con una pequeña estaca clavada en el corazón.