Análisis PC: Pony Island. Aunque lo parezca no es un juego de ponis

Análisis PC

Pony Island no es un juego de ponis, repito, Pony Island no es un juego de ponis. Quiero dejar esto muy claro porque quizás algunos hayan visto este juego en Steam y lo hayan pasado por encima por su título, por su apariencia, pero no nos llevemos a engaño. Pony Island es una de las maravillas que se encuentran actualmente en el panorama de los videojuegos independientes. En este título interactuaremos directamente con una vieja arcade que ha sido poseída por un ente demoniaco y que nos va a poner en más de un apuro, por momentos un arcade, por momentos plataformas y en otros “shoot ‘em up”, pero cuando este juego brilla con luz propia es en las fases de puzles.

Precisamente son estas fases de puzles las que más satisfacciones van a dar al jugador, Pony Island tiene dos tipos de puzles, los evidentes, donde tendremos que activar una secuencia lógica para tener éxito y los encubiertos, en muchos momentos el juego rompe la cuarta pared y se comunica directamente con el jugador, se burla de ti, te pone las cosas difíciles incluso en un momento dado conseguirá que otra persona que ni siquiera está delante del ordenador, un amigo tuyo, un contacto de Steam se vea involucrado en el juego y es por este tipo de cosas por las que Pony Island es un juego que no quiero dejar de recomendar, su duración no supera las 5-6 horas, siempre y cuando no te atranques, claro está.

En el planteamiento de Pony Island empezamos en un idílico juego de ponis que saltan y hacen cabriolas, pero pronto el juego comienza a hablarnos y a impedirnos continuar y terminar el juego, pronto se desvela que la realidad de lo que ocurre es que el juego ha sido poseído por un demonio y nuestra misión dejará de ser terminar el juego de ponis para intentar liberar a la máquina y a las almas atrapadas en esta de la posesión a la que esta sometida, pero no será con la épica que suele ser el recurso en estos casos, Pony Island nos hará pensar, usar nuestra lógica buscar la manera de engañar al sistema, tendremos que explorar en la BIOS del sistema y alterar su código para poder salvar así los problemas que este demonio nos plantea.

Pero no te asustes cuando leas, “BIOS” o “alterar el código”, este no es un juego para programadores, sí que hay que utilizar la lógica y pensar un poco para vencer al sistema operativo corrupto, pero el juego utiliza representaciones simplificadas de lo que quiere que entendamos de forma concreta que es lo que se ha de hacer, al final Pony Island es una aventura “point and click” ya que es a través de esta mecánica como el jugador explorará la programación interna del videojuego corrupto. En algunos momentos si que tendremos que jugar el juego original guiando a un poni mientras evitas obstáculos con desplazamiento de scroll lateral o disparas a los distintos enemigos. Esta mezcla de estilos perfectamente integrados, hacen que este título sea absolutamente único, pero lo que maravillará al jugador es como se comunica el juego contigo, la forma en la que te hace sentir perfectamente integrado en el mismo, la simulación de que ese arcade podría existir y que te ha tocado un mal día en la máquina y que no puedes salir de esa situación.

En conclusión, Pony Island es una propuesta diferente, fresca y que sabe comunicarse con el jugador. Desarrollado al completo por Daniel Mullins es una experiencia totalmente distinta y que será cuanto menos llamativa para aquellos que se dejen atrapar por el demonio, exclusivo de PC.