Análisis para PS4

He de admitir que cuando empecé a escuchar noticias acerca de la salida de The Elder Scrolls Online (TESO) no pude reprimir el pensamiento de creer que estaba ante otro elefante que muy pronto quedaría sería otro esqueleto al sol en el páramo de los juegos multijugador masivos. Y este miedo no era infundado. Nombres tan potentes como Star Wars, Warhammer o El Señor de los Anillos han ido sucumbiendo a un mercado muy marcado por modas y sin piedad para estas vacas sagradas. Es por eso que valorar actualmente a TESO añade mucha más perspectiva si echamos la vista atrás un lustro,  cuando llegó a nosotros como una de las grandes apuestas de Bethesda. Y cinco años más tarde el compromiso de la compañía de Maryland para su primera espada en el sector de los MMO sigue reforzándose con el lanzamiento de Elsweyr, una de las campañas más ambiciosas hasta la fecha.

 

En esta expansión visitamos el sur de Tamriel, concretamente Elsweyr, el hogar de los khajitas. Estos exóticos felinos antropomorfosa pesar de que siempre hemos sabido que son buenos ladrones y asesinos, van a mostrarse mucho más polifacéticos en esta ocasión ya que se nos permitirá apreciar muchos más matices de esta fascinante especie. Los diseños de leones, panteras, tigres, gatos y todo tipo de felinos estarán a la orden del día y brillando con luz propia a pesar de derivar de un motor gráfico al que ya se le nota mucha carretera en sus piernas. Pero sin duda que TESO guarde tantos lazos directos con Skyrim, la entrega más exitosa de la franquicia, es una muestra de que en Bethesda han sabido jugar bien sus cartas: por un lado paliando la sed de querer más contenido tras haber drenado todo lo que ofrece The Elder Scrolls V (que ya es muchísimo), y por otra dándole aire a la sexta entrega de la que solo conocemos que está en desarrollo.

Esa línea continuista de TESO que sigue en Elsweyr saltaa la vista con la interfaz o los menús donde tenemos los mismos iconos, fuentes y elementos que se veían en la quinta entrega de la saga. Pero obviamente el apartado técnico ha tenido que sufrir ciertos retoques, al fin y al cabo estamos ante un juego multijugador masivo y por ende impredecible, una caja de arena donde Bethesda ya ha visto con Fallout 76 lo fácil que puede ser dar algún paso en falso y echarse al público encima. Skyrim era un juego que lucía francamente bien pese a su volumen y como la lógica confirma debido al tipo de juego que es, Elsweyr por desgracia no va a la par, y no por parte del diseño de escenarios, enemigos y personajes que son por lo general muy atractivos, si no por la simpleza y algo de austeridad en el diseño de objetos o construcciones en pantalla.

Huelga decir que si algo encandila de la saga TES es el roleo que permite, ya sea jugándolo en primera o en tercera persona con la cámara alejada al gusto, y que aquí de nuevo vuelve a estar patente con la posibilidad de crear a nuestro personaje mediante un completo editor que permite el ajuste de múltiples parámetros que eso sí, tampoco inventan la pólvora pero que permiten algún guiño como cicatrices de quemado en la piel muy logradas. Una vez en el juego tendremos la opción de pulir nuestra estética al equiparnos con cualquier prenda o accesorio que encontremos en nuestro viaje.

El roleo sigue con la especialización tan profunda que permite el desarrollo de habilidades. Este podrá venir o bien desde la propia clase elegida: por ejemplo el nigromante tendrá 3 ramajes distintos, o bien por raza como sucede con el bretón y sus ventajas en habilidades de mejora del maná, o bien por el propio equipo ya que podremos obtener pericias para mejorar o usar habilidades especiales si empuñamos objetos, algo que por ejemplo cambiará dependiendo de si portamos un báculo o bien armas de filo como una espada.

Elsweyr no ha querido distorsionar las mecánicas que tan bien funcionaban en el juego base pero esta nueva ampliación añade mucho más contenido para crear nuevos objetos, recolectar piezas y equipo e incitarnos a explorar su vasto mapa. Aunque los que vayan algo peor de tiempo pueden tener acceso a las cajas de recompensa con las que poder mejorar el equipo de manera más rápida y eso sí, más costosa para su bolsillo.

Esta expansión recordará a uno de los títulos más míticos de la saga comoes Skyrim, y lo hace sin duda con la presencia de los dragones como amenaza principal para la tierra de Elsweyr. Desde el propio arranque de la historia principal veremos como la caravana donde viajamos es arrasada por el aliento de un dragón y nos deja malheridos en esta parte de Tamriel. Al poco de despertarnos acudimos a una llamada de ayuda de Abnur Thaun, un poderoso mago de batalla que necesita acabar con el azote de los dragones y que ha puesto en jaque a los habitantes de la región. Para añadirle más picante a la fórmula, Euraxia, la reina usurpadora ha convocado a sus fuerzas entre las que se incluyen poderosos nigromantes.

Con más inconsciencia que fe en nosotros mismos empezamos la andadura en esta tierra a través de áridas estepas, pronunciados cañones, templos que mezclan con gran inspiración elementos de culturas como la hindú, la árabe, o la camboyana y un nutrido número de cavernas. Nuestro viaje bien podrá ser desde cero (muy recomendable para probar la nueva clase nigromante), o bien con un personaje que arrastremos de antes. A pesar de enfrentarnos a un dragón en la misión que hace casi de prólogo, estas bestias van a estar siempre amenazando, esperándonos en ciertos puntos que deberemos evitar en las primeras horas y en el caso de vernos inmiscuidos en un combate ya sea solo o acompañados por otros jugadores (mejor lo segundo), rezar todo lo que sepamos porque lo cierto es que son enemigos muy peligrosos y con mucho aguante. Serán de hecho los rivales más duros pero no los únicos ya que tenemos una gran diáspora de no muertos, bestias tan temibles como los Daedroths o poderosos hechiceros que nos pondrán en jaque más de una vez.

El juego plantea una exploración bastante directa y amena, agilizada por el uso de monturas como caballos, felinos o bestias y potenciándose más a través del uso de ermitas que permitirán el teletransporte pagando una suma de dinero. También es de recibo la rica diversidad en algunas misiones secundarias alejadas de tópicos y que se irán enrevesando a lo largo de su progreso y que incluso pueden llegar a provocar enfrentamientos contra jefes o enemigos sustancialmente más difíciles. Desde luego en la trama principal si nos encontraremos con bosses en combates en los que habrá que estar muy atento a la barra de vida del adversario y a nuestros propios parámetros para sanarnos o aprovechar la recarga de habilidades de la manera más eficiente posible, tal y como ocurre en esta serie de objetos.

Se han introducido un nuevo tipo de dungeon pensadas para afrontar en grupos numerosos, y es que a pesar de que podremos jugar solo, hacerlo con amigos o simples aliados temporales va a agrandar la diversión que nos proporciona el título. Pero tranquilos, Bethesda ha pensado en el jugador novel que arranca en TESO con Elsweyr y por ello tendremos tutoriales en pantalla que nos mostrarán prácticamente todo lo necesario para iniciar la andadura con garantías. Desde simple pero efectivo sistema de paradas y contraataques que ofrece el combate, algo que adquiere fuerza según nuestros enemigos comienzan a ser más duros,  a la forma de mejorar y progresar con la adquisición de habilidades.

Precisamente las habilidades de clase nos van a dotar de muchas variantes para afrontar cada clase. En el caso del nigromante tenemos los 3 ramajes a los que hacíamos referencia: Grave Lord, una rama mística que  usará poderes elementales de fuego, rayo y hielo para acabar con los rivales. Bone Tyrant genera muros y barreras con los huesos de los caídos para protegernos del daño, y por último Living Death nos permite sanar y revivir aliados que lucharán en combate a nuestro lado. Cada una de estas vías cuenta con múltiples hechizos para especializarnos todavía más por lo que es una gozada ir experimentando con cada camino y encontrar aquel con el que nos sintamos más cómodos. No obstante, el juego nos irá sugiriendo además ciertas mejoras para equilibrar nuestro personaje.

Tenemos que hablar de ese mal endémico que aflige a la mayoría de MMOs yque lamentablemente en TESO lleva siendo una norma desde que fue lanzado el juego base hace ya casi un lustro. Nos referimos a la localización del título que se olvida del castellano y nos remite  al inglés, francés o alemán para textos y voces. Choca ver como con el mimo que Bethesda le pone a sus juegos aquí ha habido desde el principio esa molesta sensación de abandono que al menos en PC se ve paliada por la acción de la propia comunidad creando traducciones al idioma de Cervantes en los textos. Por suerte dicen que la música es el idioma universal y aquí tenemos un apartado en el que la banda sonora puede mirar de tú a tú a cualquier otro título de la franquicia con los temas épicos y melódicos a los que nos tiene acostumbrados.Por lo que respecta a voces y sonidos, cumplen las primeras y quedan algo genéricos los segundos, fruto quizá del corsé que crea la imprevisibilidad de esta clase de juegos.

Podríamos decir que Elsweyr no es solo otra expansión, es un paso más en el compromiso de Bethesda con el jugador que apostó por TESO como lienzo para ir pintando aventuras y lo cierto es que por ahora va demostrando que el pulso no le tiembla a la hora de seguir trazando la buena ruta mantenida hasta la fecha Por lo demás, solo me queda aconsejaros que os arméis de paciencia, ya que por suerte TESO es un juego que recompensa el aprendizaje y progreso con una escalada en la satisfacción que experimentamos al jugar más horas y descubrir este nuevo mapeado. Y no tengáis miedo en pedid ayuda cuando lo necesitéis. A fin de cuentas ya no sois el Dohvakiin y eso es lo divertido.