La plegaria de la calle, de Gareth Hanrahan

La plegaria de la calle, de Gareth Hanrahan

27 octubre, 2021 0 Por Alberto Martin
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Bienvenidos a Guerdon! Estoy seguro de que, a primera vista, no sería el destino turístico de nadie. Y no me entendáis mal: estoy seguro de que sus sucias y oscuras callejuelas echarían atrás a los más valientes; sus tabernas, que, esconden algunos de los clanes mafiosos más despiadados que jamás hayáis conocido, no son de interés gastronómico; sus bibliotecas, que contiene en sus libros algunos de los secretos más terribles que podáis imaginar, no han sido declaradas de interés cultural; sus iglesias, construidas sobre los huesos de miles y miles de difuntos, no son patrimonio de la humanidad. Pero, y esto es importante, tiene “un no sé qué que qué sé yo” que lo hace una visita imprescindible. Bueno, miento, sí sé qué tiene: un ambiente que lo convierte en único. Porque es cierto que su arquitectura es única, su historia antigua, absorbente, y sus habitantes, una combinación imposible de ciudadanos entre agradecidos y temeros. Guerdon es una ciudad tan grande como hipnótica, tan tétrica como atrayente. Para dejarlo claro, es única.

Y esto se lo debemos a su artífice: Gareth Hanrahan, el arquitecto de lo imposible. Y si he comenzado hablándoos de Guerdon es porque, sin lugar a dudas, es el personaje crucial de esta primera entrega de la trilogía El legado del Hierro Negro, La plegaria de la calle. Uno de sus múltiples aciertos es haber creado una urbe fascinante con infinitas capas de historias: uno es incapaz de no sentirse tentado de visitar una de sus bibliotecas para sumirse horas (o días) entre sus libros en busca de más y más información sobre su pasado. Religión, arquitectura, sociedad, cultura: todo está perfectamente hilvanado, todo tiene un motivo, una razón de ser. Poco a poco, con el paso de las hojas, iremos comprendiendo que Guerdon está vivo, respira con su propio ritmo, uno que, descubriremos, no tiene porqué estar acompasado con el de sus habitantes (o no con todos ellos, al menos…).

Dejémonos de largos preámbulos. En Guerdon, se ha cometido un robo del que se acusa a tres ladrones: la joven e intrépida Carillón; Spar, un hombre de piedra aquejado por esta enfermedad letal; y Rata, un ghoul, un ser que suele vivir en los túneles y se alimenta de los muertos. Pero se trata de una acusación injusta: el robo no se pudo llevar a cabo porque, al parecer, fue saboteado. ¿Por qué? ¿Por quién? Eso tratarán de averiguar los protagonistas: una investigación que les llevará a descubrir una antigua conspiración que amenaza con despertar una nueva guerra entre los dioses.

Sorprende que este fuera el debut literario de Gareth Hanrahan. Y digo que sorprende porque el autor hace gala de unos mimbres impecables que, casi sin pestañear, consigue que el lector quede irremediablemente atrapado en las fauces de esta narración. La trama tiene un ritmo trepidante: esta novela de fantasía oscura tiene una segunda mitad (con todos los personajes ya presentados y asentados) increíblemente frenética y con constantes giros que nos hunden, paso a paso, en su argumento sin posibilidad de escapar. Ni ganas. Pero, además, construye una serie de personajes asombrosos: ya no hablo del trío protagonista: los secundarios, todos, son de auténtico lujo y vamos a tardar en olvidar a Jere, Eladora, etc.

Si esto no fuera suficiente, la imaginación de Hanrahan para crear seres fantásticos para infinita: los hombres de sebo, los Dioses del Hierro Negro, los santos, los ghouls… Y estos son solo una pequeña muestra de lo que nos depara el texto. Unos seres perfectamente arropados, como decía al inicio, por Guerdon: una ciudad en la que casi se puede respirar el paso del tiempo y la historia que se esconde tras cada edificio. Su ambientación es más que soberbia: no habrá un segundo en el que, tras cerrar el libro, no queramos volver a abrirlo para visitar de nuevo sus calles, plazas, mercados… Un logro, el de Guerdon, maravilloso y exquisito y en el que no cabe más que sacarse el sombrero. Y ya paro, que me hago pesado a este respecto.

Así pues, sobra decir que Gamon Fantasy tiene otro texto más en su haber que es un imprescindible para los amantes de la fantasía oscura. Por ahora, están confirmados que en los próximos dos años se editarán las siguientes partes de esta, por ahora, trilogía (no olvidemos que el autor, según sus palabras, tiene pensado realizar alrededor de unos cinco títulos sobre El legado del Hierro Negro). ¡Ah! Para los amantes de los juegos de rol: existe uno escrito por el propio autor y ambientado en esta saga: El caminante herido. Así que si os quedáis con ganas de más antes de que aparezca El santo de la sombra, la continuación de esta primera parte, podéis visitar Guerdon de esta manera. En cualquier caso, la visita a Guerdon es obligatoria e ineludible y uno de los grandes placeres literarios de este 2021 que, poco a poco, se va acabando.