Análisis Twelve Minutes

Análisis Twelve Minutes

6 octubre, 2021 0 Por Isaac Garcia
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Twelve minutes es la opera prima de Luis Antonio, un desarrollador que tras más de una década en la industria trabajando en diseño artístico ha recogido toda su experiencia en una maleta y se ha lanzado a programar él solito su primer videojuego. Hace unos años nos llegaba el primer adelanto de este desarrollo indie que despertaba por completo nuestra curiosidad por lo original de su propuesta: un pequeño apartamento, tres personajes y un bucle temporal en lo que se describía como un thriller psicológico. Desde entonces la expectativa no ha parado de crecer al ver que se incorporaban al proyecto tres actores de renombre para interpretar los 3 roles del juego, James McAvoy, Daisy Ridley y Willem Dafoe. ¿Ha cumplido Twelve minutes con la expectativa? Seguid leyendo.

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A pesar de la insistencia en dar a conocer el proyecto como un Thriller Interactivo o una aventura narrativa, es importante tener claro que lo que tenemos ante nuestras pantallas es una aventura gráfica point and click “casi” como las de toda la vida. El juego está perfectamente adaptando al mando si es así como queremos o como estamos obligados a jugarlo pero es evidente que su diseño original y donde más se disfruta es con un ratón entre manos. No obstante no nos costará llegar a sentirnos cómodos con el pad para poder centrarnos en lo más importante que es el juego en sí tras un periodo de adaptación.

La premisa del juego parte de una base muy sencilla, romper un bucle de 12 minutos de duración con un trágico desenlace gracias al conocimiento adquirido de bucles previos. Partiendo de dicha base es lógico que su planteamiento nos recuerde a diferentes productos de otros medios como Atrapado en el tiempo o Al filo del mañana por su evidente fama pero no hace falta salir de nuestro medio para ver que ya en el videojuego los bucles temporales son territorio conocido como ya hemos visto en los estupendos Minit o The Sexy Brutale. Sin embargo la originalidad de la obra que nos acontece ya se nos presenta en el propio título y es que todo el transcurso de la aventura tendrá lugar en un bucle de 12 minutos (aproximadamente) que tendremos que repetir una y otra vez hasta lograr nuestros objetivos. Nuestro personaje será el único que recuerde qué ha pasado previamente y será a su vez el único consciente de vivir dichos bucles. Lo divertido será no solo sobrevivir sino llegar a averiguar lo máximo posible de la historia. La historia es uno de los puntos álgidos del juego, no en tanto por lo elaborado de ésta ya que tiene altibajos sino por los constantes giros de guion que no se ven venir y parecen fruto de una película de Shyamalan. Dicho esto podremos apreciar que Twelve Minutes respira cine por los 4 costados y es fácil ver de qué fuentes ha bebido Luis Antonio a la hora de desarrollar la trama y el diseño artístico y sonoro. Así veremos elementos que nos recordarán a cineastas como Stanley Kubrick, Alfred Hitchcock o David Fincher y que pueden ir desde un diseño de una alfombra hasta el tono lúgubre de un tema musical por ejemplo.

Evitar este momento se convertirá en uno de nuestros principales objetivos

El diseño artístico es otro apartado destacado de la obra y no es de extrañar ya que es dónde Luis Antonio desarrolló básicamente su carrera llegando a ser director de arte en varios productos. El modelado de los personajes, las texturas, las sombras o la iluminación son un completo espectáculo pese a lo sencillo del diseño y el escaso mapa jugable. Así veremos cómo una simple luz de un coche que se cuela por la ventana hace que la física de las sombras de los personajes que bailan abrazados se proyecte sobre la habitación en constante movimiento con un realismo que impacta. Además el juego sabe esconder bien sus limitaciones y es sobretodo gracias a una vista cenital que seguramente haya facilitado el desarrollo a su único programador al evitar por ejemplo el tener que trabajar las animaciones faciales. Esto queda solventado con la actuación de los actores ya citados que son los que dan el carisma al personaje que interpretan y que si bien no exigen una interpretación de altos vuelos, está muy bien resuelta, sobretodo en el papel de Defoe quien trabaja una voz muy particular y muy alejada de su timbre para su personaje.

El juego nos dejará hacer casi cualquier cosa que se nos pase por la mente con los objetos que disponemos, esto también…

Todo el juego se desarrollará en un entorno muy limitado ya que toda la historia transcurre en un apartamento de unos 40 metros cuadrados. Si hay quien pueda pensar que esto es un punto negativo, tendrá que comprender que ayuda a conducir la historia en el aspecto narrativo ya que de por sí ofrece múltiples decisiones y sus respectivas ramificaciones crecen exponencialmente a medida que tomamos decisiones y las llevamos a cabo. La gracia estará en que no solo es importante qué decisión tomemos sino en qué momento lo hagamos para que el desarrollo de la aventura siga los cauces deseados. Y todas estas posibilidades vendrán de la mano de utilizar objetos, combinarlos entre sí, decidir qué dialogo utilizar, qué habitación explorar, etc.

Lógicamente tantas posibilidades darán lugar a más de un final. El juego contiene hasta 6 en total y es preciso rejugar ya que no todos ellos nos ofrecen una experiencia satisfactoria en términos de historia. Así podremos encontrar finales en los cuales hayas cumplido alguno de los objetivos básicos para sobrevivir pero no hayas descubierto apenas nada de información del porqué de la historia en la que has estado inmerso las últimas horas. La duración que Twelve Minutes puede darnos irá en función de nuestra habilidad para ir resolviendo los pequeños puzles que se plantean y hacia qué final nos encaminemos pero estará comprendida entre las 6 y las 10 horas.

Podremos explotar los momentos más íntimos de nuestros personajes ¿por qué no un baile romántico?

Si jugáis en consola, una vez superado el proceso de adaptación al mando, Twelve Minutes es una experiencia muy recomendable y casi única en cuanto a lo que propone. No ofrece desafíos jugables y no exige ningún tipo de habilidad especial salvo la de rompernos el coco ante los puzles que propone. A cambio nos regala una divertida y oscura historia heredera de los guiones de suspense más enrevesados que hayamos visto en el mundo del cine. Si despierta vuestra curiosidad no dudéis en darle una oportunidad porque además lo podéis encontrar en Game Pass.

 

Twelve Minutes

8.5

Historia

7.5/10

Jugabilidad

8.5/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • Guión con giros sorprendentes
  • Los efectos gráficos y la iluminación rozan un nivel sobresaliente
  • Demuestra que el género aún tiene mucho que decir.

En Contra

  • Jugar con mando necesita un periodo de adaptación ya que es incómodo en un principio
  • La historia es mejorable
  • El uso de los items puede parecer poco lógico en algún puzzle