Conan Exiles. Sobreviviendo en Cimmeria.

Análisis PS4

Todavía estás limpiando el hacha de sangre y tierra cuando un nuevo peligro te acecha desde la espalda. Tus enemigos no van a tener consideración contigo así que has de actuar con determinación, vivir un día más, y ya pensarás después en las consecuencias. Conan Exiles, el nuevo título de Funcom – también creadores de Age of Conan: Hyborian Adventures- quesale por fin del early accessen Steam coincidiendo con su desembarco en las consolas domésticas PS4 y Xbox One, tiene una premisa ambiciosa pero bien simple: hay que sobrevivir a toda costa en un mundo que se vuelve hostil desde el primer segundo de juego.

Conan Exiles nos plantea una experiencia de supervivencia enfocada a ser explotada con otros jugadores en su modo online pero que se acuerda de los amantes del juego en solitario con la opción de partida en modo sin conexión para un jugador. Como suele ser habitual en este tipo de títulos, la historia pasa un plano muy secundario para centrar el foco en la experiencia y en transmitir al jugador sensaciones de todo tipo al enfrentarse a la cruda llamada de lo salvaje.

Para empezar será necesario personalizar nuestro personaje y para ello contaremos con las opciones tradicionales en juegos de esta índole, centradas casi exclusivamente en el aspecto físico y estético. Así pues, podremos escoger primeramente el sexo de nuestro personaje y a continuación una de las diversas tribus surgidas del imaginario de Robert E Howard.  A partir de ahímodificaremos su fisionomía configurando parámetros como el color de la piel, el peinado, el vello facial, la constitución y hasta el tamaño de los genitales. Sí, habéis leído bien, Funcom ha añadido un toque picante que eso sí, no va más allá de lo estético y tanto el pene como los senos podrán agrandarse o empequeñecerse a voluntad hasta cierto límite sin contar además en la versión de PC o de PS4 (esta última es a la que hemos tenido acceso en No Es País Para Frikis), con ningún tipo de censura al respecto si así lo escogemos. Por último y más relevante,debemos alinearnos bajo el signo de uno de los seis cultos a deidades que nos servirá para otorgarnos diversos favores o ventajas incluyéndose más adelante la propia aparición de una espectacular representación de nuestro dios a tamaño gigante, ideal para llevar a cabo destructivos ataques y férreas defensas de asentamientos.

Ya hemos avanzado que el juego se nos va a poner cuesta arriba desde un primer momento, mostrándonos que deberemos sobreponernos a las dificultades únicamente por nosotros mismos. Esto se lleva a la práctica desde la cinemática de introducción, en una secuencia en la que veremos a nuestro personaje crucificado en mitad del desierto esperando a que la muerte le alcance. Por fortuna será el mismísimo Conan el encargado de darnos otra oportunidad, liberándonos de las ataduras e incitándonos a preparar para la venganza de nuestros captores forjando para ello nuestro propio destino.

Una vez que podemos controlar al personaje podremos elegir entre dos tipos de cámaras, una en tercera persona que se volverá obligatoria en los combates, y otra en primera que podremos utilizar en la exploración y el crafteo, ayudando todavía más a la inmersión en este paseo por la Era Hiborea. En Conan Exiles no empezaremos con misiones al uso, si no que tendremos que completar capítulos marcados por objetivos que van desde beber agua, hasta crear potentes armas y armaduras, pasando por una gran variedad de metas volantes que nos servirán para ir descubriendo poco a poco todo lo que el juego puede ofrecernos. Quitando estos objetivos, el juego no tendrá casi tutoriales, más allá de una escueta explicación de botones y pautas a seguir a través de textos que eso sí, están traducidos al castellano cosa que se agradece mucho y que echamos en falta en algún MMO del estilo con más solera.  No hay un sistema de misiones tradicional pero tendremos exploración de mazmorras y si jugamos online con otros jugadores, la opción de participar en ciertas raids.

En cualquier caso no podremos pararnos a disfrutar demasiado del variado paisaje que ofrecen escenarios tan diversos como el desierto, la jungla o la tundra helada, ya que debemos beber y comer frecuentemente si no queremos morir de inanición. El juego por momentos se convertirá en una carrera por tratar de sobrevivir y sobre todo al inicio de la aventura tendremos que estar muy atentos. Un odre de agua mantendrá la sed a raya hasta que lleguemos al oasis más cercano y un puñado de insectos nos proporcionará unos segundos adicionales para seguir buscando alimentos más consistentes. Con cada paso el juego adquiere mayor profundidad y detallismo ya que la comida que guardemos en el inventario puede pudrirse provocándonos intoxicaciones, algo que también sufriremos al comerla cruda a no ser que tengamos una habilidad específica para no ser víctimas de esta penalización.  Evitar esto último será tan sencillo como cocinar la carne antes de comérnosla cocinada en una hoguera, aunqueprimero debemos fabricarla y ello requerirá el uso de materiales como ramas de madera, piedras o leña para la combustión del fuego.

Entrando más en profundidad en este crafteo,  vale la pena pararnos más en detalle en sus posibilidades ya que es sin duda uno de los puntos fuertes del juego. Tendremos  a mano un sistema de fórmulas que iremos desbloqueando y que nos enseñarán nuevas e interesantes opciones para elaborar armas, armaduras y herramientas de distintos materiales, confeccionar prendas o construir edificaciones y mobiliario de todo tipo para nuestra choza, casa o castillo. Todo será cuestión de recolectar la materia primanecesaria de los escenarios, combinarlay tener paciencia para el diseño que imaginemosa la hora de trastear el housing. El desbloqueo de este tipo de catálogos de creaciones será posible gracias al uso de puntos de habilidad que irán de la mano con los puntos de experiencia que servirán para la mejora de las siete habilidades de nuestro personaje entre las que algunas la fuerza, vitalidad o la carga serán indispensables para tener un avance lo menos traumático posible.

Aunque hay una mínima trama latente que muchas veces se nos desbloquea interactuando con elementos como murales o monumentos, el título incide en la libertad que da al jugar y que nos hará vivir una experiencia muy distinta dependiendo de si jugamos solos, en un ambiente PvP o bien cooperamos junto a otros jugadores contra el medio. En estos últimos casos, el uso de servidores oficiales siempre nos otorgará más estabilidad para mantener el progreso de nuestro personaje, pero las combinaciones de opciones y restricciones que pueden configurarse en los servidores privados nos ofrece un abanico casi ilimitado.

La interacción con personajes que nos encontremos a lo largo de la aventura también será clave para no dar la sensación de estar en un mundo inerte. Está en nuestra mano atacar campamentos hostiles o bien conseguir miembros para nuestra propia comunidad o asentamiento, partiendo de la esclavitud en muchos casos (algo que está muy presente en el salvaje universo creado por Howard y que ya sufrió el propio Conan en la mítica película de John Milius).Una vez que hayamos dado cobijo a cierto número de pobladores, podremos clasificarlos en varios oficios con el objetivo de defender y llenar de vida nuestra comunidad. La parte negativa es que algunas de estas personas con las que cruzaremos nuestros pasos estarán inmóviles en el escenario, y solo reaccionaran al tenernos en un radio de acción muy próximorestándole algo de sensación de realismo.

El combate es un pilar primordial de Conan Exiles y durante su periodo de desarrollo el sistema ha ido sufriendo modificaciones hasta conseguir lo que hoy ofrece el juego: unas mecánicas algo toscas pero que dejan un cierto regusto a la saga souls de From Software mediante el uso de bloqueos, esquivas y ataques ligeros o potentes. Del mismo modo, la buena gestión de un sistema radial para elinventario rápido será clave a la hora escoger el arma u objeto a utilizar en cada momento y que se adapte mejor a las características del combate.  En cuanto a los enemigos, tendremos un buen surtido de ellos incluyendo animales como cocodrilos, hienas arañas y escorpiones gigantes o grandes gorilas de lomo plateado. Sin olvidarnos por supuesto de enormes abominaciones, dragones y otras bestias que habitan este despiadado mundo. Las animaciones de estos enemigos no tienen en muchas ocasiones la fluidez que desearíamos, pero también es verdad que luchar en un combate a vida o muerte contra una serpiente gigante hace que prestes menos atención a este apartado.  Por último, no podemos olvidarnos que uno de nuestros grandes rivales será el propio clima, ya que además de las espectaculares ventiscas o las tormentas de arena, la sobre exposición al frío o al calor extremos influirán negativamente en nuestras estadísticas y debemos estar atentos en todo momento a los indicadores de la pantalla para paliar sus efectos.

En el apartado puramente técnico, Conan Exiles hace un buen uso del motor Unreal Engine, sobretodo en la recreación de los fenómenos meteorológicos ya mencionados. De hecho la riqueza en el diseño artístico con un acabado simple pero muy efectista de escenarios, suplirá alguna carencia de mayor calado en cuanto a detalle de texturas. Por desgracia, la versión de consola vuelve a quedar en desventaja en su comparativa con la del PC debido a la inestabilidad de la tasa de frames en ciertos momentos más exigentes o a la ausencia de mods y contenido creado por la comunidad que hace que en ordenador se ofrezca una experiencia más rica en detalles.A ello hay que sumarle algunos bugs que poco a poco se han ido corrigiendo vía parches en cuanto a la recuperación del cuerpo tras morir o al desconectarnos del servidor, ya que nos ubicaba a nuestro personaje resucitado en lugares distintos a los designados mediante el petate (que funciona a modo de punto de guardado para el avance) y que puede llegar a provocar en ocasiones la pérdida del inventario que llevemos encima.

Ya hemos hablado además de los inconvenientes en muchas animaciones y aquí hemos de poner el foco especialmente en las de la escalada, una mecánica que ha sido introducida a posteriori y que nos permitirá trepar verticalmente por construcciones y elementos de la orografía, aunque eso sí, visualmente supone en no pocas ocasiones la aparición de ciertos inconvenientes como el clipping. Pero a pesar de estos problemas,esta escalada libre que parece heredar las virtudes de la misma presentada en Zelda Breath of the Wild, nos ayudará a expandir el horizonte de la exploración, a evitar combates indeseados o bien a plantear emboscadas.

El sonido es otro de los puntos en los que el juego luce muy bien. Por un lado los efectos, voces y todo tipo de gruñidos, alaridos o ruidos que provocarán nuestros enemigos están bien implementados. Pero sin duda será esa música que por momentos se tornará épica incluso en el menú inicial, la que nos evocará leves reminiscencias a las memorables piezas creadas por Basil Poledouris  para Conan el bárbaro.

En definitiva, Conan Exiles es un juego que puede resultar arisco y tosco en las distancias cortas, con un acabado técnico bastante irregular pero que conforme nos vamos sumergiendo en el universo que nos plantea, comenzamos a descubrir las múltiples virtudes que se esconden en un título que hará las delicias de los amantes del género de supervivencia y los MMO.