Spirou y los Soviets la ultima gran aventura de Spirou y Fantasio
Si hay una cosa que me gusta del comic europeo, y de la que carece normalmente el comic americano, es que totalmente ajeno a las modas. Es cierto que esto no es así en todos los casos pero si en los suficientes para considerarlo como una característica de nuestro comic. Las grandes figuras del cómic franco/belga no han necesitado actualizarse, ni reformularse, ni adaptarse a estos nuevos tiempos más allá de las nuevos soportes donde leerlos. Astérix & Obelix han llegado a nuestros días con historias que mantienen el mismo espíritu con el que Goscinny y Urdezo los creo en su día. “Spirou” es otro buen ejemplo de esta sana obsesión de ser fiel a uno mismo. Spirou y Fantasio continúan fieles a su espíritu, su esencia ha sobrevivido a Rob-Vel (Robert Velter) aventura tras aventura sin importar quien haya tras el guion y el dibujo.
Bajo esta premisa llega hoy a Noespais “Spirou y los Soviets”, una nueva historia salida de manos de Neidhart y Tarrin en la que este singular dúo se embarca en una nueva aventura que le llevará a las heladas tierras rusas en busca del ilustre conde, y a la ver celebre inventor, Champignac raptado por un grupo de agentes sovietos, de aquí el título, con el fin de aprovecharse de su privilegiado intelecto y sus dotes en micología para esparcir una extraña sustancia que propiciará la expansión inmediata del pensamiento social-comunista.
La historia se puede resumir en algo tan sencillo como la idea del “ve allí y trae esto” pero bajo esa sencilla premisa el guion de Neidhart esconde una gran aventura a lo James Bond con toda la parafernalia que rodea a este tipo de historias donde no faltan espías, bases secretas, inventos imposibles, malos malísimos (o al menos lo intentan) y por su puesto malvados planes para la dominación mundial. Todo situado en los años 60, en plena guerra fría. Un marco temporal perfecto para este tipo de historias. Pero pese a que en esta ocasión se intenta emular a las “pelis de espías” continuamos ante una aventura que respeta a pies juntillas en las premisas clásicas con el que Spirou lleva asombrando a niños y adultos siempre con un gran sentido del humor.
Pero que Neidhart respete el espíritu de Spirou no significa que el paso del tiempo no se deje ver en sus páginas. Las viñetas están llenas de guiños y referencias al cine de acción y espías, a sucesos reales ocurridos en ese marco temporal y por supuesto al mundo del comic incluyendo una muy poco velada referencia al reportero más intrépido del mundo con una frase que nos arrancará una agradable sonrisa.
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Y si Neidhart hace un más que buen trabajo en el guión en los lápices Tarrin hace otro gran trabajo. El dibujante no es la primera vez que se las ve con el dúo de reporteros ya que estuvo a las órdenes de Yann en “La Tumba de Champignac”. Al igual que entonces hace un execelente trabajo con un dibujo que nos recuerda a la mejor época de Spirou. Una narrativa sobresaliente apoyada en una distribución de pagina que aporta todo el dinamismo y ritmo que el guion necesita.
Hemos tenido que esperar bastante por culpa del maldito Covid para poder disfrutar, gracias a Dibbuks, de una nueva aventura de Spirou y Fantasio. Y si bien es cierto que no es la mejor historia que podemos encontrar de estos personajes también es verdad
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