Reseña Comiquera: Spirou – La mujer Leopardo.

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Cuando el Súper me ofreció reseñar un tebeo de Spirou, acepté encantado. Hacía bastante que había dejado de leer las aventuras del botones del Moustique, siempre álbumes sueltos que mi padre, enorme fan de Tintín, comenzó a comprarme cuando se le acabaron aventuras del muchacho del flequillo que traer a casa. No sabía yo que Spirou había llegado TAN LEJOS. Que no estaba yo puesto en el lore de Spirou, vaya.

Porque este título, ‘La mujer Leopardo’, es una secuela. Que además es parte de una trilogía. De la cual, están contenidas en este integral, la segunda y tercera parte. Trilogía que, por cierto, no forma parte de la cronología principal de Spirou, si no de una serie llamada Spirou por… en la cual se permite a los autores tomar a los personajes y llevarlos a lugares y situaciones que probablemente los editores de la serie principal no permitirían. Así que aquí estaba vuestro amigo Impo con una trilogía incompleta de un personaje del que sabía menos de lo que creía y una reseña por delante. Obviamente, el camino era claro. Irse a los internetes, leerse un resumen de la primera parte ‘El Botones de verde caqui’, y arrancar a leer la segunda parte. Pero eh, que yo soy ingeniero. Que esta era la ocasión PERFECTA para comprarme un tebeo IMPUNEMENTE y con una excusa inapelable.

Y tras esta reseña de mi vida, os dejo con la conclusión principal que obtengo de esta deliciosa lectura. Compradlo. Comprad este tomo.

Si os gusta el tebeo francobelga y las historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y alrededores, este Spirou por Yann y Schwartz es una historia independiente maravillosa que puede leerse sin conocer previamente de dónde vienen los personajes y que mezcla parte de rigor histórico, parte de ciencia ficción pulp en un cóctel chispeante.

Por hacer una sinopsis rápida de la historia que aquí se nos cuenta, baste decir que nuestros protagonistas, Spirou y Fantasio, se ven envueltos sin comerlo ni beberlo en una trepidante aventura que les lleva desde la Bruselas post Segunda Guerra Mundial a la búsqueda de un fetiche robado a la tribu a la que pertenece esta mujer leopardo, terminando este viaje en el Congo Belga. Con trepidantes persecuciones, los locos inventos de Fantasio, cameos de personalidades reales como Jean Paul Sartre y mucho humor de por medio.

 

Es además esta historia una amalgama de referencias geniales al personaje del que mi padre era tan fan, sobre todo en la segunda parte de este integral. La representación del Congo Belga, en cualquier caso, es bastante más moderna y respetuosa que la que vimos en la obra de Hergé. Aprovechan además nuestros autores para criticar el colonialismo europeo, el expolio y la evangelización forzosa en África y la facilidad que tuvieron las autoridades europeas para hacer la vista gorda ante según qué barbaridades del nazismo.

Pero ojo, que llevo tres párrafos escribiendo maravillas del guión de Yann y resulta que el dibujo es magnífico. Schwartz pone en escena un dibujo muy limpio, con un trazo que baila entre cuerpos que parecen dibujados a mano alzada y escenarios enormemente detallados. Un dibujo que además evoca enormemente, una vez más, a Tintín, con esas caras simples a base de naricicas y puntitos por ojos que son sencillas y a la vez tremendamente expresivas. Pone la guinda el excelso color de Lawrence Croix, que da volumen y profundidad a todo el integral.

Poco más queda por decir del contenido, que es excelente. Hablemos pues del continente. Que también lo es.

La editorial Dibbuks nos presenta las dos historias ‘La mujer Leopardo’ y ‘El Señor de las Hostias Negras’ que forman parte de un todo en un volumen bien grande, en tapa dura, a todo color y con papel bien grueso. Que así da gusto, vaya. La única pega de esta edición es tener que ver la portada del segundo volumen reducida en una de las páginas interiores, pero por 22€ que cuesta este tomo, poco más se puede pedir.

Así pues, vuelvo a la conclusión que adelanté en el tercer párrafo. Si os gusta una buena aventura que junte lo clásico y lo moderno bajo un dibujo portentoso en un escenario histórico, comprad y disfrutad, por favor, ‘La mujer Leopardo’ y obviamente ‘El botones de verde caqui’. Porque es de lo mejor que he leído y seguramente lea este año.