not a hero super snazzy edition. La politica nunca es facil.

Analisis

Si hay una distribuidora en el mundo del videojuego que se merezca una sentida ovación por su esmero y su trabajo esa es, sin lugar a dudas, Devolver Digital. Poco a poco, con mucho trabajo y saber hacer, ha ido llenando nuestras estanterías, digitales eso si, con una variedad inmensa de videojuegos de una calidad más que notable. Y es que el trabajo que llevan a cabo estos señores de la capital del estado de la estrella solitaria, es decir Texas, es verdaderamente encomiable por no decir inconmensurable. Pues se dedican a bucear en el mar de propuestas que se extiende entre Steam, Kickstarter o propuestas propias para ir escogiendo esos títulos que cuentan con la calidad suficiente para garantizarles, y a nosotros también, que el jugador tendrá siempre una sonrisa de satisfacción en la cara mientras juega su partida. Prueba de su buen hacer son títulos como los Hotline Miame, Broforce, Titan Souls o The Messenger.

El titulo que hoy traemos a la portada de la web con su análisis, “Not a Hero Supe Snazzy Edition”, es una prueba de todo lo que hablamos. Not a Hero es un juego que comenzó su andadura allá por el 2013 en PC, de mano de los mismos creadores del magnífico “Olli Olli”, que dio el salto a consolas de sobremesa en 2016 y que ahora llega a nuestras Nintendo Switch cinco años después de su salida, ahí es na’h, y que nos da la oportunidad de disfrutar de este, y ya lo dejamos claro, juegazo de manera portátil y que además llega con el capitulo “Me, myself & Bunnylord” que no traía su versión en PC.

La puesta en escena de “Not a Hero” es tan alocada como el propio juego. Llegan las elecciones a la alcaldía de un Londres distópico donde la anarquía, las drogas y la delincuencia es el pan nuestro de cada día. Y uno de los candidatos, un conejo antropomorfo que se hace llamar BunnyLord, tiene el remedio perfecto para terminar con la alta criminalidad que tiene en jaque a la ciudad, combatir la violencia con más violencia y si puede ir servida con un extra de brutalidad y barbarie contra los delincuentes mejor que mejor. Con este amoral y brillante plan BunnyLord planea ganar popularidad entre los atemorizados londinenses y conseguir así la preciada silla de alcalde.

Aquí es donde entramos en acción en el papel de, para empezar, Steve. Un servicial mercenario que se encargará de hacer todo el trabajo sucio del futuro alcalde BunnyLord. Para ello nuestro bienintencionado benefactor nos irá planteando una serie de misiones, todas ellas con un objetivo principal y varios secundarios, en las que tendremos que recorrer una serie de intrincados edificios acabando, de la manera más violenta que podamos imaginar, con todos los habitantes de ese inmueble para cumplir el requisito para acabar la misión. Y que gana BunnyLord con esto, pues que dependiendo de cómo acabemos las distintas misiones y de los objetivos secundarios que llevemos acabo su nivel de popularidad irá subiendo cosa que le vendrá de perlas para alcanzar su preciada elección y que además conseguirá desbloquear nuevos seguidores, hasta 9 con diferentes habilidades , con los que ir afrontando las distintas misiones.

“Not a Hero”, como todo buen indie que se precie, tiene una jugabilidad a prueba de bombas basada en un control tan sencillo como solvente: con el botón “A” disparamos y con el botón “B” nos deslizamos por el suelo para desplazarnos rápidamente por los pasillos o entre distintas coberturas. Con esos dos botones “roll7” montan un juego de acción loca y desenfrenada en la que tendremos que ir avanzando y limpiando zonas buscando objetivos y recolectando distintos “Power Up” como minas, granadas o cargadores que alterarán nuestra arma y con ello nuestra manera de afrontar la misión. Pero es que para poner la guinda del pastel “roll7” han añadido dos pequeños toques de su cosecha para conseguir redondear aun más el juego convirtiéndolo en un arcade super adictivo: coberturas y recarga manual.  Han integrado genialmente un sencillo sistema de coberturas, que recuerda muchísimo al clásico de Blizzard “BlackThrone”, que nos ayudará a resguardarnos de los disparos enemigos mientras recargamos el arma y mucho ojo con esto último pues no estar al tanto de las balas que nos quedan en el cargador nos puede costar la vida y el tener que repetir de nuevo la misión. Y aunque en un principio repetir las misiones una y otra vez para ir consiguiendo los distintos objetivos secundarios puede parecer que convertirá el juego en una tortura monótona, el ir cambiando de personaje para aprovecharnos de sus distintas habilidades dará un plus de rejugabilidad al juego.

En el apartado grafico nos encontramos ante un juego de scroll 2D que hace orgullosa gala de un Pixel Art muy colorido que nos recordará irremediablemente a nuestros queridos juegos de la generación de los 8 bits con unos pixeles capaces de sacarte un ojo pero que a la vez utiliza elementos visuales actuales imposibles en aquella época, como la multitud de sprites en pantalla, los efectos de las armas o unas animaciones muy logradas. Tenemos que detenernos en un punto negativo muy difícil de obviar y es la excesiva repetición de los escenarios. A las pocas misiones ya veremos que solo cambia el color y la distribución de las habitaciones, el resto de elementos es una clonación del escenario anterior. En el apartado sonoro el juego hace gala de una gran banda sonora con melodías muy pegadizas y de unos efectos de sonido muy variados y muy logrados.

En resumen y para no alargar más este análisis “Not a Hero: Snazzy Edition” es un frenético juego de acción en 2D que te atrapara con su mordaz sentido del humor y su festival de violencia, gore y desenfreno, que te sorprenderá gracias a unas mecánicas y jugabilidad endiabladas y ese dulce olor a arcade viejuno que tanto nos gusta a los gamers de toda la vida.. Un gran juego que con sus fallos es una opción perfecta para jugarlo entre Triple A y Triple A.