GOLF STORY. Diversión bajo par.

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Análisis Switch

Tus piernas están alineadas. Tus rodillas flexionadas.Tienes los brazos relajados y los hombros con la tensión necesaria. Lanzas con un swing perfecto, la bola está volando con a una altura ideal pero… de pronto una racha de aire inesperada desvía el lanzamiento de manera que nadie esperaba. Con este adjetivo podemos definir a Golf Story: inesperado. Porque hoy en día en el mundo de los videojuegos está casi todo medido, sabemos qué títulos van a ser los que merece la pena jugar y los que van a ser de menor categoría. Hasta tenemos una medición propia: triple A, doble A… Pero la aparición de juegos como Golf Story, de los que no te esperas nada pero te mantienen pegados a la pantalla sin advertir el tiempo que pasa alrededor, son por los que a todos nos maravilla este mundo.

El estudio australiano Sidebar Games lanzaba el pasado septiembre este RPG con estilo pixel art que gira en torno al Golf, pero no todo empieza y acaba en este deporte. Es verdad que todo en este juego se puede resolver con un buen swing, unos palos de calidad y un pateo preciso, eso es indiscutible. Pero aquí es donde entra en juego el carisma de los personajes creados por los australianos. Al comienzo vemos al protagonista del juego, al cual no se le dota de un nombre, de niño con su padre tomando clases de golf y lecciones de vida. Esto nos sirve de tutorial a nosotros a la vez que ya vamos viendo matices de la personalidad del protagonista y lo que le rodea. Lo siguiente que vemos es a nuestro personaje ya adulto discutiendo con su novia por teléfono y terminando una relación de muchos años. Tras esto decide perseguir el sueño de su vida e intentar llegar al circuito profesional de Golf. Como véis no se trata del juego convencional sobre golf, sino que vamos a interesarnos por la historia y muchos personajes de los que nos encontraremos por el camino nos dejarán huella.

Es verdad que Golf Story es un RPG de corte clásico en su planteamiento: distintas zonas con su propia climatología, vegetación y fauna, y con habitantes que necesitan desesperadamente ayuda. Es en el humor de las conversaciones y en cómo llegamos a ciertas situaciones absurdamente graciosas pero a la vez con su trasfondo, donde este juego se diferencia de otros RPG. Hay que tener un nivel de inglés medio para disfrutar todas estas conversaciones en su plenitud, y aún así muchos chistes solo van a ser comprendidos por gente que esté familiarizada con la cultura y la jerga de Australia o Nueva Zelanda. Este es un aspecto negativo del juego que es fácilmente solucionable con una buena traducción al castellano en un futuro. Los habitantes, como decimos, necesitarán ayuda en tareas muy variopintas como rescatar a una serie de tortugas (que luego te ayudarán en los torneos), ayudar a una madre soltera a rescatar a su hijo del agua golpeándole en la cara con la bola, echar a unos gamberros de una zona a pelotazos o derrotar a un mago con una legión de zombies. Todas estas situaciones, que no tienen mucha conexión entre sí, cobran sentido en este mundo y en nuestro camino hacia el circuito profesional. Pese a que todo  (o casi todo) se resuelve a través del golf, las misiones nunca se hacen repetitivas y vamos a tener ganas de completar una más antes de apagar la consola.

No quiero que penséis que todo este juego trata sobre ayudar a pueblerinos y es un paseo. Cada zona va a tener su campo de 9 hoyos que tendremos que superar, y estos campos tienen sus peculiaridades como topos, cocodrilos, mucha arena, zonas de hierba alta, viento, pájaros… Las adversidades que nos vamos a encontrar en los hoyos son variadas y va a depender de nuestra habilidad en el juego si este se nos hace un paseo o tenemos que repetir varias veces cada campo o cada misión. La técnica de golpeo es sencilla, una barra sobre la que tenemos que pulsar dos veces: una para darle la fuerza y otra para determinar la precisión. Durante el juego vamos a ir roleando a nuestro personaje con experiencia y dinero que ganamos en las misiones. Cada zona tiene su tienda de Golf en la que podremos comprar palos y objetos con mejores características cada vez. El roleo fluye de forma muy natural y rara vez vamos a tener que ir a cumplir misiones a propósito para comprar un objeto o unos palos más potentes. Además es un juego donde la mejora de las habilidades facilita mucho las cosas pero no es imprescindible, pues al final solo nuestra habilidad a la hora de golpear va a ser la clave. En algunas zonas encontraremos personajes que detestan el Golf, ya que es a lo que todo el mundo dedica su vida, y son aficionados a otros hobbies como el frisbie o los drones. Estos van a servir de minijuegos que nos van a hacer desconectar del Golf, por si alguien se satura.

Los gráficos pixel art son bonitos sin llegar a abrumar, con un diseño de cada pueblo muy peculiar y con una paleta de colores muy distinta entre ellos. Los pueblos tienen bastante vida, encontrándonos algunos personajes que están simplemente de decoración, aunque serán los menos, porque casi todos van a tener algo que proponernos. Con unos menús sencillos vamos a poder acceder a las estadísticas de nuestro jugador, a la lista de misiones, nuestros objetos, la elección de los palos y los trofeos que tenemos. La música es correcta, con cada zona asociada a una sintonía, pero donde sobresale más el juego es el los efectos de sonido. El golpeo de la pelota tendrá diferentes sonidos según desde dónde estamos lanzando o la fuerza que le demos. El impacto de la pelota en una superficie u otra va a sonar muy diferente, y estaremos deseando oír ese ruido tan característico del hoyo en uno. Todo esto acompañado de un uso de la vibración HD que es la mejor que he visto en un juego de switch hasta la fecha. La vibración acompaña cada golpe de la bola y te hace sentir cada superficie del juego distinta, es alucinante.

Una diversión asegurada si has disfrutado alguna vez de un juego de golf, y una gran oportunidad de descubrirlo para los escépticos de los videojuegos de este deporte tan divertido de jugar en consolas. La duración no es nada corta, unas 15 horas de media, y con un precio de 15€ actualmente en la store, el juego vale cada céntimo que pagamos por él.