Análisis Ride 4
10 octubre, 2020Había algo de niebla, no tanta como para no ver pero si la justa para humedecerte la cara. No estaba nervioso pero si tranquilamente excitado, se que es una contradicción pero es justo así como me sentía. Tenia calor, me sudaban las manos dentro de los guantes, y era curioso pues hace unos minutos mi sensación térmica era justo la contraria… Me ajuste el casco, metí primera y solté suavemente el embrague de aquella Gs500. Chasis negro mate y deposito y pastas de ese azul eléctrico que tan bonito les queda a las Suzuki. La moto salió dócil, tranquila, más que yo. Las líneas no fueron mayor problema, ni siquiera estaba atento a ellas. Deje el primer poste a mi derecha lentamente y encare el siguiente dejándolo a mi izquierda pero gire un demás el acelerador y ese fallo hizo que al tomar el tercer poste tuviera que inclinar demasiado la moto. Los 180 kilos de acero tiraron hacia el asfalto llevándose con ella mi ilusión primeriza y mi orgullo.
Como ya os estaréis imaginando esto que comparto con vosotros fue el primer intento, evidentemente fallido, de un servidor en el examen de su carnet A, bueno ahora sería el A2. Ya sé que pensaréis que, aunque esto sea el análisis de otro “juegos de motos”, no viene al caso contar esta anécdota pero dejad que os diga que este recuerdo fue el que me paso por la cabeza cuando comencé mi primera partida a Ride 4. Porque aunque parezca un recuerdo amargo no lo es. Todo el que tiene una moto, que sale con ella a diario o solo a darse una vuelta los fines de semana, sabe que caerse es solo una oportunidad más para levantarte. El orgullo herido de tirar tu moto es algo que hace que te levantes, que te limpies las rodilleras del mono y te vuelvas a montar, que metas primera y vuelvas a salir al circuito. Esto es lo que Ride 4 te va a proporcionar. Te vas caer, no harás el tiempo y te enfadaras mucho y tirarás el mando a la otra punta del sofá pero volverás a levantarte y coger el mando para repetir esa prueba…y dará igual cuantas veces te pase por que levantarte del suelo es lo realmente divertido. Ride 4 es un simulador con todas las letras, con mayúsculas y te va a gustar da igual las veces que te maltrate.
Porque dejando lo personal, y lo ambiguo, de lo que viene siendo describir las sensaciones, tengo que comentarte que lo que te vas a encontrar en Ride 4 no es “otro juego de motos”, es algo más…y eso que hay juegos de esta disciplina deportiva muy buenos, de hecho en esta casa MotoGp se ha llevado bajo el brazo un merecidísimo 8’5. Pero el nuevo juego de Milestone da un giro de tuerca a la simulación y viene a perfeccionar una formula que lleva puliendo desde hace que sacaron la primera entrega allá por el 2015 bajo el auspicio de Bandai y que busca alejarse de juegos de conducción más árcade o lo que en Milestone entiende como juegos de conducción de corte arcade.
Mileston centra su esfuerzos en que Ride 4 proporcione al jugador una experiencia lo más realista posible. Y esto amigos míos no auspicia nada bueno para los que van buscando un juego relajado. Ride 4 exige al jugador total implicación, tanto es así que justo tras elegir color de mono y casco nos planta una prueba de pilotaje, que hará las veces de “tutorial”, para que nos vayamos haciendo una idea de lo que nos espera dentro del juego. Y no creáis que es fácil, que va a ser un así se acelera y así se frena…que va, ni por asomo. Entrar en la curva en el ángulo adecuado es crucial, mantener la inclinación correcta durante la curva también y salir disparado de ella es igualmente importante. Ride 4 se dispone a separar el grano de la paja y te va dejar claro en los primeros 5 minutos si este es tu tipo de juego o no. Cualquier error se penaliza con la repetición de la prueba y cuando digo “cualquier” quiero decir justamente eso “cualquier”. Pisar los pianos, repetición de prueba, salirse en una curva, repetición de la prueba, no hacer el tiempo, repetición de la prueba, caerse, repetición de la prueba… Es duro, te puede llevar más tiempo del deseado superar este primer “desafío” pero es crucial que te hagas a la simulación que propone Milestone. Porque una vez le tomas el tacto al acelerador, al freno trasero, cuando ya sabes clavar el freno delantero antes de la curva, a no levantar la moto antes de tiempo…una vez que consigues trasladar tus movimientos normales sobre la moto a los sticks y gatillos de tu mando, en este caso de nuestra Xbox One, tu cerebro hace “clic” y te das cuenta de que Ride 4 es uno de los mejores simuladores de motos que vas ha probar en esta generación. Pero el merito de Ride4 no es solo que se haya ha ajustado y trasladado el control y manejo de la moto de manera precisa, si no que también tendremos al posibilidad de ajustar multitud de parámetros como la precarga de las suspensiones, la dureza de los muelles, reglaje de marchas, tamaño de piñón, calibraciones de rueda y otros ajustes para adaptar nuestra montura a nuestra manera de pilotar.
Mentiría si dijera que Ride 4 no es un juego exigente pero si es cierto que cuenta con un buen puñado de ayudas para los pilotos más noveles y aquellos que quieran aproximarse a la simulación del mundo de las 2 ruedas. Cambio en los ajustes de la simulación de físicas para hacer el juego “más amable”, transmisión automática, frenos automáticos, ABS, ayuda de trazada, posición del piloto e incluso un curioso rewind son algunas de las ayudas que puedes activar para hacer de Ride 4 un juego más accesible pero sabed que haciendo esto estaréis, por un lado, desvirtuando la experiencia y por otro haciendo al juego bastante más aburrido.
Por supuesto y como buen simulador Milestone se ha preocupado de meter un varios de modos de juego, como el carrera única o resistencia e incluso un modo multijugador, pero el modo donde invertiremos más horas será en su modo Trayectoria. En este modo comenzaremos desde cero para competir, y ganar, en tres ligas distintas: Europea, asiática y americana. En cada una de ellas tendremos que sacarnos carnet para competir, superar campeonatos o medir nuestra destreza en concentraciones más “amateur”. Por supuesto competir, y ganar, nos valdrá para en primer lugar ir desbloqueando nuevas carreras y competiciones y en segundo lugar ganar dinero que poder invertir en mejoras para nuestra motocicleta, tanto mecánicas como estéticas, o bien para comprarnos una nueva moto de más cilindrada. Y este es uno de los puntos fuertes de Ride 4 , las licencias. Tuono V4, S 1000RR, Monster 1200S, CBR, Ninja… y así hasta 180 nombres que para los profanos son solo iniciales pero para los amates de este mundo son nombres de hermosas musas. Todas las grandes marcas están presentes. Yamaha, Honda, Ducati, Aprilia, KTM y otros 12 prestigiosos fabricantes mundiales no se han perdido la cita trayendo sus modelos actuales y legendarios, plasmados con un nivel de detalle asombroso. El modo trayectoria también nos permitirá que probemos el asfalto de los circuitos más emblemáticos del mundo. Cadwel Park, Suzuka o Laguna Seca son algunos de los trazados que podremos recorrer a toda velocidad, emulando a los grandes del motociclismo, en Ride 4.
A nivel grafico estamos ante un juego que luce espectacular. Las grandes protagonistas, las motos, están reflejadas con muchísimo detalles y encima seremos capaces de poder modificarlas estéticamente cambiando pinturas, vinilos, componentes como los tubos de escape, las llantas, manetas…un bufet libre para el amante del tuning de las motos. El motor Unreal se adapta a la perfección y nos trae carreras frenéticas a 60 fps estables con una definición magnifica. Circuitos y motos acabadas con gran detalle, físicas muy bien plasmadas y una climatología cambiante que afectará drásticamente a nuestra conducción y hará de cada carrera un desafío hacen del juego una experiencia audio visual magnifica. El juego llega con un modo foto con el podremos tomar capturas de nuestras mejores trazadas. Por desgracia el apartado sonoro no termina de estar a la altura, no es malo, simplemente es anodino.
Ride 4 es uno de los simuladores que más me han gustado esta generación. Es una afirmación muy potente pero es cierto y poco más se puede añadir a lo dicho en el texto. El juego no esta ausente de fallos pero son fáciles de ocultar entre todas sus virtudes. Implacable y exigente a la vez que divertido y apasionante. Milestone consigue dar un pequeño giro de tuerca a su saga de simuladores dándonos el ultimo titulo imprescindible en esta generación si eres amante del mundo de la motos.
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