Análisis de Princess Peach: Showtime!

 

Hace un buen montón de años desde que tuvimos un juego protagonizado exclusivamente por Peach, la monarca del Reino Champiñón. Desde aquel Super Princess Peach de DS, un juego bastante divertido, nuestra princesa volvió al papel secundario, con más o menos gracia. Pero afortunadamente, tras la película de Super Mario Bros y a su más que digna representación, parece que Peach vuelve a la primera línea, y lo hace con el que hasta ahora es el exclusivo más importante de este 2024 para Nintendo Switch. No es un título del calado de un Zelda o un Mario, pero es un juego de acción y plataformas bastante destacable.

La aventura arranca con Peach acudiendo al Teatro Esplendor a disfrutar de una noche de función. Todo parece ideal, pero se acaba rapidito la alegría cuando La Tropa Malauva capitaneada por la malvada Grape y toma por la fuerza el teatro, encerrando en él a todo el que venía a disfrutar de la obra. A partir de aquí, y gracias a la ayuda de una flor parlante llamada Lucy, Peach se remanga las enaguas y se pone manos a la obra, adentrándose en las obras de teatro que hay en las diferentes plantas del mismo, para encontrar todas las esplendoritas y así salvar la noche.

El bucle jugable de Princess Peach: Showtime! es sencillo, pero adictivo. Comenzamos cada nivel con nuestra protagonista en su outfit básico, pudiendo abrirnos paso gracias a la cinta del pelo que Lucy nos regala durante la introducción y en algún punto del nivel encontraremos el disfraz correspondiente a la obra que estamos visitando, y que cambiará el set de movimientos de Peach y por tanto la jugabilidad del nivel por completo. Y es que aquí el protagonista es la variedad.

Desde Peach duelista hasta Peach vaquera, pasando por Peach sobre hielo, cada nivel es una sorpresa distinta que va lanzando distintos tipos de jugabilidad que transiciona entre plataformas puras, acción e incluso minijuegos de repostería. Y con este cambio de estilo jugable, viene el cambio lógico de estética y de animaciones en la princesa, que vuelven a demostrar que aún sin gráficos punteros, solo hace falta un poco de cariño en las animaciones y un buen pellizco de talento diseñando niveles para crear un juego francamente memorable.

Memorable y en este caso, fuertemente orientado a los pequeños de la casa. Y es que quizás este sea el punto más divisivo para los Nintenderos que esperan ese juego en el que, como Kirby y la Tierra Olvidada, por ejemplo, es muy sencillo y placentero llegar a ver los créditos, pero que esconden su auténtico reto detrás de la consecución de ciertos objetivos y de completar el 100% de los niveles. Princess Peach: Showtime! no es así. Princess Peach: Showtime! es fácil, cuqui y amable de principio a fin, y los que se acerquen al título para romper siquiera a sudar con alguno de los objetivos o coleccionables, puede pasar al siguiente, porque aquí no va a encontrar lo que busca.

Lo que sí van, vamos, a encontrar, es un juego con un acabado artístico realmente precioso, con animaciones muy expresivas, y un diseño comprometido al 200% con el motivo del teatro. Esto es, todas las construcciones del nivel se sitúan sobre las tablas de un escenario y cada elemento que los puebla, como hierba, hogueras, etc, es claramente atrezzo. Esto le da al juego un aspecto muy compacto que unido a una excelente banda sonora y un control extremadamente ajustado, nos deja con otra joyita.

Joyita que, reitero, no convencerá a los más fajados del lugar, pero sin duda alguna encandilará a los más pequeños. Probablemente no es el juego que más nos apetecía para enfilar el que probablemente sea el último año de vida de Nintendo Switch, pero que me aspen si no es una monada.