Análisis de Pikmin 3 Deluxe

Análisis de Pikmin 3 Deluxe

16 noviembre, 2020 0 Por Impozible Julín
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¡Qué grande es la tentación de comenzar este análisis de Pikmin 3 Deluxe hablando de paseos por el bosque y demás anécdotas de Miyamoto! Y qué poco, francamente, nos casa esa imagen de niño creador de mundos con la de ese señor que se fumaba los pitis de canto mientras los señores de Argonaut intentaban terminar StarFox. Sin embargo aquí tenemos, en forma del enésimo port de WiiU, el que posiblemente sea la mejor entrega de una de las últimas buenas ideas de Miyamoto, del niño, del que imaginaba mundos mágicos. Del adulto que convirtió esas ensoñaciones en algunos de los videojuegos más importantes de la historia. Por buenos, por bonitos, y en el caso que nos ocupa, agradables, amables y reconfortantes.

Pikmin 3 Deluxe itera sobre las ideas que ya pusieron en la mesa su dos antecesores, esto es, un juego que mezcla de forma bastante equilibrada la estrategia en tiempo real y la exploración con unas gotas de gestión de recursos. Tomaremos el control de tres exploradores que llegan a nuestro planeta en busca de alimento, y que comandando un ejército de hasta un centenar de Pikmin tendrán que abrirse paso a través de intrincados bosques, riachuelos y campos nevados, resolviendo puzles que abran atajos para agilizar exploraciones posteriores, enfrentándose a las terribles criaturas que viven en estos lugares y así finalmente recolectar la preciada fruta con la que llenar sus estómagos. Esto lo harán en base a días de expedición, ya que sólamente podremos explorar los escenarios durante el tiempo que alumbre el sol, y todo aquel que se quede atrás cuando anochezca, corre el riesgo de ser devorado por el resto de habitantes nocturnos. Además, consumiremos una unidad de provisiones por cada día de exploración, por lo que debemos equilibrar las labores de nuestro ejército entre las ya mencionadas tareas, de modo que avancemos lo suficiente sin descuidar nuestra despensa.

Y acabo de mencionar el elemento principal, primordial, capital del título, nuestro ejército de Pikmin. Podremos tener en la superficie hasta un máximo de 100 de estos pequeños seres, a los cuales tendremos que asignar las tareas más adecuadas dependiendo de sus características. En esta tercera entrega se añadieron los pikmin alados y los pikmin de piedra, prescindiendo de los dos tipos añadidos en la segunda parte, los venenosos y los pesados para el modo campaña, aunque podremos usarlos en el modo de misiones.

De este modo iremos desbloqueando el escenario en sucesivas jornadas de exploración obteniendo nuevas frutas, y otros elementos que nos servirán para arreglar la nave Drake de cara al momento de abandonar el planeta de forma definitiva. El ritmo de exploración y la libertad a la hora de encarar esta tarea es uno de los grandísimos aciertos del título, que distribuye sus objetivos y estructura sus escenarios de modo que será extraña la ocasión en la que terminemos el día sin sentir que hemos avanzado en nuestra expedición. Puede parecer exagerado, pero la apertura de atajos, y de rutas alternativas se llega a asemejar, salvando las distancias, a esa obra de orfebrería que son los escenarios de Dark Souls, y aquellos que hayáis disfrutado de los juegos de FROM Software podréis corroborar que pocas sensaciones hay más gratificantes que derribar esa pared y darte cuenta de que estás muy cerca de tu punto de partida, y que tu próxima incursión va a ser a través de ese nuevo camino que has abierto hacia lo desconocido.

Las similitudes acaban aquí, claro. Y no me refiero únicamente a la existencia del botón de pausa, ese invento del infierno. Me refiero claro a la dificultad y la exigencia del título, que sin paños calientes, es baja. Pese a que esta versión Deluxe incluye entre sus novedades un modo “Super picante” para los más duchos, no vais a sufrir demasiado para ver los créditos finales, y los momentos más duros se reservan para los modos adicionales, cuyo reto es mayor por el tiempo que por la complejidad del desafío en sí.

Los modos adicionales, por cierto, son los mismos que ya tuvimos en WiiU, que pasan por una serie de misiones con objetivos muy concretos, combates contra jefes con límite de tiempo, y un divertidísimo modo multijugador llamado Batalla Bingo, en el que tendremos que cumplir diferentes objetivos en un escenario antes de que lo haga nuestro adversario, y por cada uno de estos logros tachamos una de las casillas de nuestro cartón hasta, habéis acertado, cantar bingo y reclamar nuestra victoria.

En cuanto a los añadidos con respecto a la versión de WiiU, son bastante exiguos. Se ofrece la posibilidad de jugar la campaña al completo en modo cooperativo, y una serie de misiones adicionales, bastante cortas, con Olimar y Louis. Poca cosa, si os digo la verdad. Quizás el mayor valor de esta nueva edición Deluxe es la más obvia, que es la de poder jugar en modo portátil allá donde vayamos.

Porque esta edición Deluxe es una versión ligeramente mejorada de un juego que ya era sobresaliente, y creo que es innegable que más allá de que el port no aporte grandes novedades, Pikmin 3 Deluxe es una magnífica oportunidad para todos aquellos que nunca tuvieron una WiiU de disfrutar de uno de los grandes títulos de aquella gran olvidada. Además de ser, claro, la misma experiencia buena, bonita, amable y agradable que ya era en 2013. Y en una época en la que estamos tan faltos de cosas buenas, qué más podríamos pedir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Pikmin 3 Deluxe

9.3

Historia

8.0/10

Jugabilidad

10.0/10

Diseño Artístico

9.5/10

Diseño de Sonido

9.5/10

A Favor

  • Divertidísimo, y de duración ajustada (unas 20 horas)
  • Técnica y artísticamente, precioso.
  • Libertad a la hora de cumplir objetivos.
  • Posibilidad de jugar en modo portátil.

En Contra

  • Pocas novedades respecto al original.