Análisis de Fire Emblem: ENGAGE

Análisis de Fire Emblem: ENGAGE

8 febrero, 2023 0 Por Impozible Julín
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Fire Emblem: ENGAGE es, sin duda, una cosa. Después de un montón de horas luchando en casillas, mejorando muñecos, crafteando equipo y frunciendo el ceño en cada requiebro de la historia, me cuesta decir por qué lo he disfrutado. Que sí que lo he disfrutado eh. Pero lo digo, un poco, con la boca pequeña. Porque si bien, ENGAGE es un juego que acarrea y potencia muchas de las virtudes que podemos esperar de un Fire Emblem moderno, también viene con novedades innecesarias que, me perdone Nintendo, no entiendo cómo han pasado el corte.

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Comienza esta nueva entrega de la franquicia con un tropo anime que, je, no va a ser el último. Y es que nuestro/a protagonista Alear despierta después de varios siglos de dormir tras vencer al Dragón Caído. Tras las correspondientes preguntas y la elección del sexo de nuestro protagonista, da comienzo una historia que es, vamos a quitarnos esta tirita cuanto antes, una completa decepción. Vaya por delante que las historias de los anteriores Fire Emblem no eran precisamente una locura de complejidad y matices, pero la mayoría de ellas, con sus más y con sus menos, tenían un ingrediente primordial. Sus personajes y el cariño que se ponía en ellos. No hablo, claro, de protagonistas mudos como Byleth, pero ninguno de los MUÑECOS que desfilan por ENGAGE pueden siquiera pensar en compararse con Claude, Dimitri, Chrom, o Ike, que a día de hoy son MIS HIJOS. Y es algo muy de lamentar, la verdad, que un título con la pompa y el boato del que nos ocupa no responda en términos de narrativa. Nunca llega a enganchar, ni a emocionar, ni a sorprender.

Lo que tampoco sorprende es la extrema solvencia con la que Fire Emblem sigue siendo el mejor JRPG táctico con una superioridad insultante sobre sus compañeros de género. Contar casillas, colocar tropas y planear estrategias es tan satisfactorio como siempre. Como viene siendo habitual, contaremos con el clásico triángulo de armas, las ventajas y desventajas del terreno, las unidades a distancia, las voladoras, etc. Fire Emblem: ENGAGE se juega y se disfruta justo como esperas. Las armas ya no se gastan, y la progresión tanto de nuestros personajes como de la dificultad de los objetivos es sencillamente fantástica. No faltará además la posibilidad de enfrentarnos al título en modo normal, o clásico, con la temida y polémica muerte permanente.

Y como principal novedad jugable tenemos los Emblemas. Emblemas que no son otra cosa que anillos que nos permiten invocar a guerreros de otros planos, que son ni más ni menos que personajes y protagonistas de otros muchos títulos, para que nos brinden su poder y su ayuda. Una vez que tengamos estos Emblemas asignados, podremos subirlos de nivel para que nuestros personajes ganen habilidades de manera permanente. Además, al poder enlazarlos con total libertad, podemos crear combinaciones como tanques con la habilidad de curarse, o arqueros capaces de teletransportarse a lugares inalcanzables. ¿Y entre combate y combate, qué? Pues la respuesta es El Somniel, que no es otra cosa que nuestra base de operaciones. En este lugar podremos participar en unos cuantos minijuegos, reaprovisionarnos, forjar emblemas, y mejorar a nuestros personajes. Los minijuegos, nos nos engañemos, son bastante sosos, y lo cierto es que a falta de un lugar con tanta entidad como el Monasterio de Garreg Mach que pudimos difrutar en Three Houses, mi tiempo en este se ha reducido a lo estrictamente funcional y orientado al combate. Es una verdadera pena que se haya perdido el componente social que tanto bien hizo en la anterior entrega.

El apartado técnico es, de nuevo, uno de luces y sombras. En la parte de los numeritos, pues no es ningún prodigio. Pero en lo artístico, ENGAGE abraza por completo el estilo anime, desechando cualquier atisbo de sobriedad y contención. Esto es, entramos de lleno en los peinados imposibles, los pelos de colorines y las vestimentas rematadamente horteras. Yo estoy dentro, ya os lo digo. En cuanto al acompañamiento musical, poco podemos decir aparte de que, como viene siendo cosumbre, tenemos temas épicos que la sacan del estadio y melodías más tranquilas y alegres que la verdad, no van a quedarse a dormir en mi cabeza. Contamos además con doblaje para los diálogos tanto en Inglés como en Japonés.

Ha sido complicado, no me escondo, hablar de este ENGAGE. Intelligent Systems ha elaborado, una vez más, un juego de combate táctico donde el núcleo de juego es intachable, pero lo ha adornado con un montón de sistemas y subsistemas que en el mejor de los casos no estorban y en el peor embarran un titulo que librándose de la paja y afinando el tiro en lo narrativo, hubiera quedado en nuestra memoria como quizás el mejor Fire Emblem de la historia.

Pero tristemente tenemos que conformarnos con el juego que obra hoy en nuestras manos. Que no es poco, ojo, pero podía haber sido tanto, que es inevitable cerrar este texto con el mismo regusto agridulce que me queda tras cada sesión de juego. Hemos estado cerca, muy cerca. Es más de lo que muchos pueden decir, pero menos de lo que el que aquí les escribe esperaba.

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Fire Emblem: ENGAGE

59.90 €
8.5

Historia

6.0/10

Jugabilidad

10.0/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • El sistema de combate sigue siendo el más sólido del género
  • Flexibilidad a la hora de hacer progresar a los personajes
  • Gran apartado musical
  • Horas y horas de contenido para complecionistas

En Contra

  • La historia está lejos del nivel que podemos y debemos esperar de un Fire Emblem
  • Los minijuegos del Somniel son francamente sosos