Anima Gate of Memories y The Nameless Chronicles

Análisis Switch

Hace poco más de dos años, Anima Project sorprendió a propios y extraños con un Action RPG que destacaba por un sistema de combate tan sencillo como profundo, una historia muy bien construida y un diseño visual muy notable. Si alguno de vosotros dejó escapar la oportunidad de disfrutarlo, ahora es el mejor momento para hacerse con él, puesto que acaba de aparecer una expansión que alarga la experiencia con un misterioso personaje que ya aparecía en el juego original. Quien escribe esto ya pudo disfrutar de Gate of Memories en su momento y no dejé de recomendarlo a aquellos que buscaran un Action RPG con tintes de Hack and Slash. Por si se os pasó por alto esta notable obra, venid, no seáis tímidos y recorred conmigo los intrincados pasillos que dan forma a la extraña Torre de Arcane, el epicentro de ambos juegos. Os aseguro que lo vais a disfrutar.

 

La historia: un valor asegurado

Para todos aquellos que no lo sepáis, como fue mi caso, Anima dio sus primero pasos en el juego de mesa, como juego de rol. Esto confirma que ya partía con un mundo y un universo creado previamente en el que afianzar su trama. Y no creo equivocarme al decir que, pese a lo trillado de la premisa argumental, estamos ante una historia y una narrativa muy notable, en la que constantemente vamos a querer avanzar para saber qué ocurrirá.

Pongámonos en situación. Nos encontramos en el mundo de Gaia, un mundo ambientado en la Edad Media donde la magia y la tecnología se erigen como los nucleos de poder. Dicho mundo está abocado a la extinción por una guerra entre dos grandes imperios que está diezmando la población y destruyendo el orden. Nuestra protagonista, apodada “La Portadora”, pertenece a la orden secreta denominada Nathaniel, encargada de mantener el orden y luchar contra el mal desde la sombra. Como su nombre indica, la protagonista porta una pesada carga con ella, pues encerrado en un libro que ella porta está Ergo Mundus, un demonio con un poder descomunal que tiempo atrás casi provoca una hecatombe. Ambos deberán ir tras la mentora de la protagonista, quien ha traicionado a Nathaniel y ha robado un objeto de gran valor y poder: el libro sagrado Byblos. Tras una persecución accidentada, el dúo protagonista acabará en la Torre de Arcane, donde unos extraños seres llamados los Mensajeros del Fin están siendo llamados. ¿Nuestro propósito? Acabar con ellos antes de que provoquen el fin de los tiempos…

La premisa argumental, muy probablemente, no pasará a los anales de la historia por su originalidad, pero una cosa os puedo asegurar: a medida que avanzamos y vamos descubriendo más aspectos de esta historia, vamos a quedar cautivados. Y es que cada Mensajero está ubicado en un mundo que gira alrededor de las memorias de estos seres. Para poder acabar con ellos, deberemos recoger al menos tres de los cinco fragmentos de memoria que abren las puertas al recinto donde nos esperan los mensajeros. Más allá de una simple recolcección, recopilarlos nos permite disfrutar de la historia de cada uno de estos seres, unas narraciones bellamente construidas que sólo tienen un pero: en lugar de tanto texto por leer, hubiera estado bien haber podido ver alguna cinemática. Sé que el equipo que ha realizado el juego es muy pequeño, pero haber desarrollado más este aspecto narrativo le habría sentado de lujo. Pero no es menos cierto que han conseguido que los escenarios hablen, nos muestren aspectos de esta historia sin tener que narrarla: una suerte de narrativa oculta, como la saga Souls, pero más transparente, no tan opaca.

Por otro lado, y englobado en la narrativa que proponen, en la Torre de Arcane se esconden muchos secretos que iremos descubriendo a medida que investiguemos: la sensación de estar perdido en este juego (no hay indicadores de misión ni nada parecido) sólo es comparable a la gratificación que sientes cuando te topas con un secreto, un personaje oculto, una puerta sellada que puedes abrir gracias a haber recogido cierto objeto. En este sentido, las mazmorras de la Torre esconden a una serie de personajes encerrados en celdas a los que puedes liberar siempre y cuando encuentres las llaves para la correspondientes cerraduras. No sabrás si el personaje que liberas es bueno o malo hasta que hayas abierto la puerta, pero todos tienen recompensas interesantes, así que el riesgo bien vale la pena.

¡Ah! Y qué decir de la relación y las conversaciones que mantienen La Portadora y Ergo Mundus: una relación que irá cambiando a lo largo del juego y que nos deparará algunas que otras sonrisas y lágrimas. Sí, como la película.

Dos personajes, un sistema de combate

Otro de los grandes aciertos de esta obra es su fenomenal sistema de combate. Como ya habréis podido deducir, podremos controlar a los dos personajes, pero nunca a la vez: alternaremos su control marcando un único botón que hará que aparezca un personaje u otro. Manejar a cada uno tiene sus diferencias, pues mientras la portadora es un personaje rápido, ágil y con un ataque mágico más potente, Ergos Mundus es un personaje más lento y poderoso en el ataque físico. La clave en esta aventura es en conocer la virtudes de cada uno de ellos y saber combinar nuestros ataques y las esquivas en el momento oportuno. Por supuesto, existen mecánicas que nos obligan a utilizar a uno de los dos en cierto momento, y es que algunos enemigos sólo podrán ser dañados o por La Portadora o por Ergo Mundus, con lo que tendremos que combinarlos para poder avanzar en esos tramos.

Nuestros protagonistas disponen de una barra que podríamos denominar de estamina, es decir, una barra que se agota a medida que atacamos o esquivamos; pero también disponen de una barra de Ki que controla las habilidades mágicas que podemos utilizar y que, claro está, se agotará a medida que vayamos haciendo uso de dichas habilidades. No obstante, ambas se irán regenerando a medida que pase el tiempo, pero también podemos acelerar su regeneración con los objetos que podemos adquirir: recuperar Ki, vitalidad, aumentar la defensa, el ataque… Los objetos serán imprescindible de cara a los encuentros con los jefes finales: estos son, sin lugar a dudas, la joya de la corona en cuanto a complejidad e inventiva. Cada uno de ellos nos va a olbigar a refinar nuestro estilo de lucha, a memorizar sus pautas y pulir nuestros reflejos. No son sencillos, pero es una delicia encararlos y depender de nuestra habilidad, más que de nuestro nivel, para deshacernos de ellos. Y digo esto del nivel porque no hay un orden concreto para encarar los diferentes mundos iniciales, depende de nosotros, nuestra habilidad y perseverancia.

Por supuesto, como todo buen Action RPG, cada personaje jugable tiene su árbol de habilidades que podrás desarrollar a medida que vayan aumentando de nivel: tras cada subida disponemos de ciertos puntos para gastar en habilidades que aumenten la duración o potencia de los objetos que consumimos,  que regeneren nuestro Ki, nos permite adquirir nuevas y devastadoras habilidades… No es un árbol enorme, pero vamos a tener que subir mucho de nivel para poder completarlo, por lo que tendremos que mirar cómo queremos desarrollarlos para no malgastar los puntos. Asimismo, también obtendremos armas y accesorios que potenciarán nuestras estadísticas: las podremos comprar, pero, claro está, las más potentes van a requerir que invirtamos tiempo y esfuerzo para encontrarlas. La recompensa merece la pena.

Unity: moviendo mundos en 3D

Aunque se ha dicho que del motor Unity se puede sacar mejor rendimiento en los videojuegos de 2D, Anima viene a mostrarnos que se pueden hacer las cosas muy bien incluso en entornos totalmente tridimensionales. Y es que aunque es cierto que no goza de un apartado visual puntero, esta obra sabe defenderse muy bien y clara muestra de ello es, por un lado, la increíble fluidez con la que el juego funciona en su totalidad, sin caídas de frames ni ralentizaciones, el juego funciona como la seda; por otro lado, la diversidad de mundos que ofrece, con escenarios muy variados, totalmente diferentes unos de otros, con un diseño maravilloso, hacen que el juego siempre se mantenga fresco, sin reciclar elementos de niveles ni repetir enemigos.

Es justo decir que los mundos están excesivamente vacíos y que ciertas texturas son demasiado simples. Además, y aunque hay atajos, a veces hay que desandar mucho camino para volver al punto que nos obligan a ir y los mapeados, al menos para mí, son demasiado laberínticos: deberemos tener buena memoria para no perder el tiempo recorriendo zonas en busca del punto exacto al que volver. Y por último, pero no por ello menos importante, las cargas constantes entre escenarios cortan el ritmo en un juego que exige un ritmo alto y fluido.

La banda sonora compuesta por Damián Sánchez se os va a quedar grabada en la mente, con composiciones emocionantes y épicas, pero también muy intimistas para recalcar los momentos más dramáticos de la historia. Una pieza de lujo para un apartado sonoro que está redondeado por la inclusión de voces en inglés con una interpretación excelente, que nos ayudará meternos en la historia de pleno y que compensan el estatismo de las secuencias narrativas. Y sí, viene subtitulado al castellano, con una traducción perfecta y que cuida el estilo medieval de manera más que correcta.

Las crónicas del Sin Nombre

Tal y como os comentaba al inicio de esta reseña, acaba de aparecer la expansión The Namless Chronicles, que añade más a la aventura principal, pero quizás no mejor. Y esto no es necesariamente malo, pero me explico.

Antes de nada, conviene aclara que es aconsejable haber completado Gate of Memories, pues esta expansión contiene cierta informaciónque pueden destripar la experiencia del juego original, pues se sitúa en el mismo lapso de tiempo. Por suerte, de ello se informa a los jugadores antes de comenzarla. Pues bien, en esta expansión dejaremos de lado a La Portadora y a Ergo Mundus, aunque nos cruzaremos con ellos a lo largo de la aventura, y encarnaremos a El Sin Nombre: un ser sin memoria, al igual que los Mensajeros del Fin, con un poder descomunal y que busca saber qué está sucediendo con la Torre de Arcane y, a su vez, recomponer su olvidado pasado. La historia vuelve a ser un factor decisivo para mantenernos enganchados a esta obra, pues pese a que se narran hechos y acontecimientos que ya conocemos del anterior juego, la historia personal del protagonistas es lo suficientemente pontente para mantener el interés.

El sistema de combate se mantiene tan ágil como profundo: lástima que hayamos dejado de lado las dinámicas que se conseguían a la hora de combinar los combos de La Portadora y Ergo Mundus y no quedemos con un único personaje, pues parte del encanto de Anima era combinar a ambos personajes y sus habilidades. Por contra, tenemos a un personaje más equilibrado: una combinación de los protagonistas que da como resultado un personaje equilibrado y muy potente, lo que, bajo mi perspectiva, rebaja la complejidad de los combates del orignal. Esto no tiene porqué ser algo negativo: para aquellos que sufrimos con algunos de los jefes finales de Gate of Memories, nos vamos a encontrar con una dificultad más rebajada, más asequible. Con todo, sigue siendo el mismo sistema que disfrutamos en la obra original, lo cual es una noticia ya de por sí muy buena: seguimos teniendo un árbol de habilidad para desarrollar, armas que encontrar, accesorios imprescindibles para según qué encuentros… En fin, todas las mecánicas que hicieron bueno al anterior están aquí, sin aportar novedades, pero manteniendo el nivel de excelencia.

Lo que ciertamente no me ha gustado de The Nameless Chronicles es el reciclado de escenarios y jefes finales: dos de los tres mundos que visitamos, y sus correspondientes enemigos finales, están sacados del juego original. Únicamente se innova en el tercero y último, un mundo relacionado, como no podía ser de otra manera, con el pasado de El Sin Nombre. Un nuevo escenario interesante, con personalidad propia, nuevos enemigos, pero que no justifica por sí solo una nueva expansión. Lástima, porque si de algo no estaba falto el original era de un universo interesante y del que uno quería descubrir aún más, por lo que revisitar escenarios ya conocidos se me antoja una oportunidad perdida.

Tampoco ha habido un salto gráfico destacable: los escenarios siguen gozando de un gran diseño pero también siguen estando igual de vacíos. Además, muchos enemigos son reciclados de la anterior entrega y las escenas cinemáticas, aunque más dinámicas, siguen siendo muy estáticas. La banda sonora, firmada de nuevo por Damián Sánchez, vuelve a brillar con luz propia, con temas reciclados pero con algunas composiciones nuevas que conmueven sobremanera: les reto a escuchar “Life of memories” sin emocionarse con la voz  de Eli Rufat. Sencillamente maravillosa.

En cuanto a duración, si tenemos en cuenta que Gate of Memories alcanzaba, con facilidad en un primer recorrido, las 15 horas (sin profundizar en misiones secundarias ni rejugar la aventura en un grado de dificultad mayor), con The Nameless Chronicles nos quedamos con una duración menor, unas 7-8 horas, si no entramos en descubrir sus secretos, que también los tiene, por supuesto.

En general, pues, se trata de una expansión de la que servidor esperaba en cuanto a innovación y nuevos escenarios, pero que mantiene una jugabilidad excelente y una historia cautivadora. Una duración más que ajustada, con varios secretos  que extenderán aún más la aventura y un grado de dificultad algo más rebajado que la entrega original. Sin duda, aquellos que disfrutamos con Gate of Memories vamos a pasárnoslo muy bien con The Nameless Chronicles, pero me hubiera gustado que arriesgaran algo más en su contenido, pues material tenían, sin lugar a dudas. Sea como fuere, para aquellos que busquen un buen Action RPG, Anima es una apuesta segura, que van a disfrutar seguro y que propone una narrativa e historia muy sugerentes. Esperando estoy una nueva entrega que me transporte a otros nuevos escenarios de este vasto univeros de Gaia.