Kirby Star Allies. Una bola rosa para controlarlos a todos

Análisis Switch

¿Sabéis, amiguetes, qué videojuego nunca podría estar en el vídeo de Trump, ese de 90 segundos lleno de sangre, vísceras y muertes horripilantes? Kirby. Kirby nunca podría ser señalado por el panocho este con peluca, porque Kirby es otra cosa, y en Nintendo lo saben.  

Al contrario que Mario o Link, Kirby es un personaje que nunca se ha caracterizado por establecer ningún tipo de narrativa para con los jugadores. Sus juegos han servido en su mayoría como campo de experimentación para llevar a un personaje habitualmente asociado a las plataformas a otros géneros, como las carreras, los puzles o incluso el billar. Del mismo modo que la entrañable bola rosa se mimetiza y adquiere poderes de su entorno, se adapta a los distintos enfoques y navega sin problemas entre esas mecánicas.

Y comento toda esta soflama sobre la capacidad de adaptación de Kirby porque éste ‘Star Allies’ puede parecer un plataformas al uso con ligeras variaciones, y de hecho seguimos teniendo los típicos niveles de avance horizontal, con pequeños desvíos en forma de habitaciones secretas en los que encontrar los coleccionables que ya son marca de esta saga, pero la nueva mecánica de reclutar enemigos para nuestras filas (hasta tres compañeros que serán manejados por la CPU o por algún colega que venga a dejarse los dedos en los Joy-Con) acerca el título más a un beat’em’up ultra ligero que al plataformas canónico que podríamos esperar. De hecho, el nuevo sistema de aliados transforma el núcleo del juego haciendo que los escenarios estén planteados en torno al aprovechamiento de las habilidades elementales de nuestros compañeros, así como la posibilidad de fusionar la habilidad que portamos con la de uno de nuestros compañeros. Estos nuevos movimientos son muy vistosos y nos permiten por una parte acceder a las ya mentadas habitaciones secretas, y por otra parte pasar por los niveles como un maldito rodillo. Con más bien poco esfuerzo arrasaremos a través de niveles más que familiares, de aspecto esponjoso y colorido. Bonitos como ellos solos, vaya. Trufados estos niveles con enemigos conocidos de aventuras anteriores que son poco menos que un trámite, una valla a saltar antes que ningún tipo de dificultad real. Y nos acompañarán melodías que suenan en nuestra cabeza como cuando pusimos el cartucho en nuestra Game Boy y nos enfrentamos a Whispy Woods por primera vez. ‘Kirby Star Allies’ quiere, y vaya si lo consigue, que estemos en casa.

Porque el principal escollo para los flipados de más de 30 años como un servidor a la hora de afrontar este ‘Star Allies’ es sin duda su escasa dificultad. Se asume, claro, que el público de este juego no soy yo ni mis compis de promoción, sino más bien los zagalicos que están entrando en el mundillo. Para ellos, ‘Kirby Star Allies’ va a ser un primer paso suave y placentero con una aventura que procura que el avance sea constante y que quedarse atascado en algún jefe o en alguna plataforma en concreto sea francamente imposible. Pero, vaya, los más talluditos hubiéramos agradecido algo parecido al excelso, y poco se dice, end-game de ‘Super Mario Odyssey’, en el que es muy fácil llegar al final, pero a partir de esta escena el juego se expande revelando los verdaderos desafíos para aquel que quiera presentarse voluntario.

La única excepción a este camino de rosas está en algunos de los bosses, que de nuevo brillan con luz propia, y que buscan siempre separar al cuarteto de personajes para que tengamos que estrujarnos (no mucho, pensemos en los niños) las meninges en busca de la solución a una serie de patrones que una vez descifrados, resultan bastante transparentes y salvo en contadas ocasiones, carecen de una entidad que nos obligue, ni que sea un poquito, a incorporarnos en nuestro asiento. Y ni siquiera un modo Boss Rush en el que podemos subir la dificultad hasta un nivel presuntamente estresante va a conseguir que sudemos.

Es por eso que, aparte de los incondicionales de la saga, me cuesta recomendar ‘Star Allies’ a cualquier jugador habitual que busque algo más allá de la distracción distendida, fluída, vistosa y sin ningún tipo de nervio. Que ahora que lo pienso, no es poco. ‘Kirby Star Allies’ es un plataformas fenomenal que brilla cuanto más inocente y menos exigente en cuanto a desafíos seas. No vengas aquí si buscas sudar, sangrar y llorar. Aquí has venido a sonreir.