Análisis PC: Cuphead. Morir a Ritmo de Ragtime.

Durante de la vida de un jugador y más si se viene de NES, Megadrive o de la recreativas se pueden encontrar numerosos desafíos que pondrán a prueba nuestra habilidad y nuestra paciencia en muchos casos, a la mente me vienen juegos como Megaman de NES, Super Mario o los Metal Slug que nos obligaban a meter una moneda tras otra en las recreativas ahora ya reservadas para aquellos coleccionistas que tengan espacio en casa para una. En los últimos tiempos ese desafío ha venido de manos de juegos de corte Souls pero el lanzamiento de Cuphead abre un nuevo hito en cuanto a dificultad se refiere en estos últimos tiempos.

En Cuphead encarnamos a Cuphead y Mugman dos pequeñas tazas que viven alegres en el mundo de Inkwell y que un buen día desoyendo los consejos de su maestro la tetera Mr. Kettle se adentran en el mundo del vicio y el pecado de los casinos, allí, arrastrados por una buena racha venderán su alma al diablo en una apuesta que saldrá muy mal, en compensación y para no tener que entregar sus almas el diablo les encarga la misión de recolectar las almas de sus deudores en el mundo de Inkwell.

El juego nos plantea un mapa de estilo Overworld donde podremos visualizar todos los enemigos y escenarios que son visitables en el juego además de varios personajes dispersos en este mapa que hablarán con nosotros para revelarnos algunos secretos, o pistas para poder hacer frente a los desafíos del mismo, este mapa no está completamente abierto desde el principio y conforme vayamos derrotando enemigos y pasando de misiones se irán desbloqueando caminos alternativos que desbloquearán zonas que en principio no eran accesibles, el mapa está separado en cuatro islas y para pasar de una isla a otra primero deberemos de recolectar todas las almas que en esta nos encontremos.

Las misiones que se encuentran en Cuphead se pueden dividir en los siguientes tipos: Jefazos, en estas pantallas nos enfrentaremos directamente a un deudor del diablo al que deberemos de arrebatarle su alma. Pantallas Run & Gun donde recolectaremos monedas y haremos frente a un desafío más plataformero, en estas pantallas se nos presentan multitud de enemigos distintos, pero no hay jefazos. Mausoleos, en estas pantallas deberemos de hacer uso del parry para eliminar a una serie de fantasmas y como recompensa obtendremos un ataque especial nuevo, una “ulti” y por últimos las pantallas donde adoptamos la forma de una aeronave y que serán una variante de las pantallas de jefazos. En total tendremos 17 jefazos, 6 fases de plataformas, 3 mausoleos y una penúltima fase muy especial que son los jugadores los que han de descubrir por sí mismos.

En Cuphead se puede saltar, saltar y deslizarte en el aire a la vez, hacer parrys (una voltereta que golpeará a aquellos enemigos que sean de color rosa, a enemigos de cualquier otro color no les hace nada) y disparar, dentro del juego se pueden conseguir distintos tipos de disparo que habrá que comprar en el puesto que un cerdo tuerto tiene en cada una de las islas, las monedas para comprar estos distintos tipos de disparo sólo se podrán conseguir en las misiones Run & Gun, estos tipos de disparo son los siguientes:

• Peashooter, es el arma que viene por defecto, buena siempre.
• Spread, tres disparos que se abren abanico, tienen alcance corto pero hace mucho daño.
• Chaser: hace menos daño, pero son proyectiles teledirigidos y no hace falta apuntar.
• Roundabout, unos disparos tipo boomerang que servirá para cubrir amplias zonas y cubrirnos las espaldas en escenarios donde tengamos enemigos que vienen de ambos lados.
• Charge, se carga un disparo más potente si se mantiene pulsado, requiere de bastante habilidad.
• Lobber, con un alcance medio hace bastante daño, aunque con menos cadencia de disparo.

Podremos equipar dos tipos distintos de disparo que podremos intercambiar durante la partida a tiempo real, esto otorga al juego un cierto componente táctico ya que cada enemigo tiene algun arma que es más efectiva contra él que otra.

Conforme vayamos haciendo daño se nos mostrará un medidor en la esquina inferior izquierda de la pantalla consistente en cinco cartas, cada carta una vez se rellena nos permite ejecutar un disparo especial más potente y diferente para cada arma, si llegamos a rellenar las cinco cartas se desbloqueará la posibilidad de realizar un ataque “ulti”.

Estas “ultis” se consiguen como he dicho antes en los mausoleos y son tres:

• Energy beam: una ráfaga de energía que te sale de la cabeza, sólo se puede utilizar en horizontal.
• Invencibilidad: nos convertirá en invencibles durante un tiempo.
• Giant Ghost: un fantasma gigante que hará daño en aquella zona donde sea dirigido

En Cuphead, partimos con tres puntos de vida de inicio, tres toques por decirlo de una manera que nos recuerde a la antigua época donde estos juegos estaban a la orden del día, durante las misiones no podremos recargar vida, no existen 1up. Lo que sí podremos utilizar serán los Charms, que también están a la venta en la tienda del cerdo tuerto, pero ojo que no es tan sencillo como parece, dos de estos Charms, nos permiten añadir un punto de vida extra o dos puntos de vida extra llegando a cinco, pero cuantos más puntos de vida tengamos menos daño harán nuestras armas, y se nota bastante, en mi caso sólo sume un punto de vida extra ya que dos restaba demasiado daño a mis armas. Otros modificadores nos permitirán rellenar las cartas de la “ulti” de forma constante incluso cuando no estemos disparando, otro hará que nuestro primer parry salga de forma automática y otra variante hará que de nuestro parry salga un hacha convirtiéndolo en un arma también y la modificación Smokebones nos permitirá ser invulnerables mientras nos deslicemos.

En cuanto a su apartado artístico Cuphead es sobresaliente, los dibujos de los años treinta son una maravilla visual que hace del juego una delicia y que da lecciones a muchos indies que han usado el recurso del pixelart hasta la saciedad de que se pueden hacer videojuegos recurriendo a otras técnicas, el apartado artístico es un canto a la originalidad y a la nostalgia al mismo tiempo Cuphead está claramente inspirado en la obra de Max Fleischer, creador de personajes tan emblemáticos como Betty Boop, Koko el payaso o el queridísimo por todos Popeye el Marino, invito a todos a darse una vuelta por Google y buscar las imágenes de su obra, seguro que encontramos en Cuphead algún parecido más que razonable. Pero no me quiero quedar en la superficialidad del resto de los análisis que se pueden encontrar en la medios más generales, me gustaría destacar el excelente trabajo realizado por Studio MDHR ya que no hay un solo boss iguala otro, no se repite nunca ni una sola mecánica, cada escenario posee enemigos diferentes que nos plantearán retos diferentes, en Cuphead ningún enemigo que veamos en un pantalla lo veremos en otra y eso es un trabajo de diseño y de dibujado brutal, no hemos de quedarnos sólo en el diseño de los grandes jefes que van cambiando su aspecto según les hagamos más o menos daño, en Cuphead hasta el personaje más pequeño, hasta el ataque más irrisorio de un enemigo ha sido diseñado y dibujado con todo el detalle y cariño.

El apartado musical se encuentra al mismo nivel que el artístico, cada escenario posee su propia composición musical a ritmo de ragtime, jazz, dixieland, foxtrot o bluegrass, estas composiciones son tan buenas que se pueden escuchar de manera independiente sin necesidad de estar jugando, aunque lo cierto es que esos ritmos frenéticos acompañan perfectamente los eventos que vemos en el juego y hacen que la experiencia sea más inmersiva.

El juego carece de voces por lo que todos los textos están en pantalla y aquí es donde Cuphead tiene su única debilidad para mi gusto y es que el juego está íntegramente en inglés, y ojo hay algunos secretos en los escenarios que descubriremos solamente hablando con los PNJ´s que por ahí se encuentran, por lo tanto, un punto menos.

Como mencioné al principio del análisis la dificultad en Cuphead es todo un reto, el juego te da la posibilidad de encarar a las pantallas en dificultad Simple o Regular, pero creo que lo de la dificultad Simple es un troleo del juego ya que solo en Regular se pueden conseguir los contratos de almas de nuestros enemigos, esto lo descubrí muy avanzado el juego ya que por supuesto yo le tiré desde el principio en Regular, decir que el juego tiene un nivel de dificultad ascendente y será conforme pasemos de islas cuando vayamos encontrando más problemas, personalmente yo no tuve especiales problemas hasta que llegue a los tres últimos enemigos, baste decir esto para entender de qué estoy hablando, el juego me ha durado 20 horas, 10 horas para llegar hasta estos enemigos y otras 10 para hacerles frente solo a esos tres. En total he muerto 580 veces…

No quiero terminar sin comentar que le juego nos dará una calificación al final de cada escenario que completemos con una puntuación a la americana que irá desde la C siendo lo más bajo hasta la S siendo lo más alto y que tendrá en cuenta los parámetros: tiempo empleado para completar la partida, nivel de dificultad seleccionado, número de parrys ejecutados, monedas cogidas (cuando las haya), puntos de vida que hemos consumido y nivel de carga de las “ultis”, esto añade un nuevo nivel de desafío para los más intrépidos.

Para concluir diré que Cuphead es una obra de arte pero que además es un juego de mucha exigencia y que no es para todos los públicos, los datos dicen que se han vendido más de 300.000 copias en la primera semana en Steam y se me despierta la pregunta de cuántos de esos jugadores lograrán acabarlo. Cuphead es un juego que muchos comprarán pero que muy pocos acabarán. Sólo te lo puedo recomendar si tienes mucha habilidad o grandes dosis de paciencia y perseverancia como es mi caso. Su jugabilidad clásica y sus apartados artístico y musical están a un gran nivel y como único punto negativo resaltaré la no localización al castellano que puede hacer que algunos jugadores se pierdan algunos secretillos. Su precio 19,99€ me parece más que bien ajustado.