Análisis: Warhammer Combat Cards 40K Edition
14 septiembre, 2020-“Oscar, ¿te vale un análisis de un juego de móviles?
-“A mí me vale todo lo que sea contenido para la web”
Y mira que no soy yo mucho de jugar con el móvil, ya paso demasiado tiempo del día enganchado a él con Redes Sociales, tanto en la gestión de una comunidad como por puro vicio, y lo mismo con whatsapp y otros grupos de mensajería, así como con el correo electrónico, apps para el cole de los nenes, etc. En fin, Siglo XXI, ¿qué os voy a contar?… Pero mi amor por el universo de Warhammer 40.000 y la adquisición de un nuevo smartphone que me permitiera correr el juego (el anterior no podía…), me llevó a darme un paseo por la tienda de Google, y entre las recomendaciones encontré este Warhammer Combat Cards – 40K Edition, un sencillo pero bastante completo juego de cartas ambientado en la millonaria franquicia de Games Workshop, que me tiene enganchado últimamente. Os cuento.
Warhammer Combat Cards – 40K Edition es un juego de guerra de cartas tácticas en el que debemos construir nuestro mazo con cartas de combate empleando puntos de combate, obteniendo nuevas cartas para sumar a nuestra colección, subiendo de nivel, tanto nosotros como jugador, como a nuestras cartas, y derrotar a jugadores de todo el mundo, así como participar en campañas y eventos especiales ambientados en el universo de 40K.
Subir de nivel no es complicado, pero como todo, requiere tiempo y victorias. Como jugadores lo haremos mediante la obtención de sellos, que conseguiremos cumpliendo objetivos diarios y subiendo de nivel nuestras cartas. Tenemos una serie de cartas en nuestra colección, y vamos consiguiendo nuevas a través de las recompensas. Estas recompensas se obtienen de diferentes modos:
Objetivos diarios: Por ejemplo, ganar 3 partidas con X comandante, hacer o recibir X cantidad de daño, genérico o de un tipo concreto, jugar X número de cartas, etc.
Lote gratuito diario: Lo dicho, un cofre que se nos abre una vez al día y nos premia con cartas.
Lote mortífero: Que se nos abre al destruir 10 cartas enemigas, ganamos o perdamos las partidas, todo suma, y una vez obtenidas las recompensas en forma de cartas y materiales, se vuelve a bloquear hasta pasadas unas horas.
Los cofres, que obtenemos al ganar partidas pero no estarán abiertos hasta pasadas unas horas, salvo que queramos pagar con plasma, una de las dos monedas del juego.
Recompensas de las arenas y campañas.
Cada vez que nos vuelva a tocar una carta que ya tenemos, se irá acumulando hasta que tengas las suficientes para digamos “fusionarlas”, y subir de nivel esa carta, gastando además monedas del juego.
El desarrollo de las partidas en sencillo. Despliega el que mayor iniciativa tenga, tres cartas en mesa, cada carta golpea a la que tiene en frente, y el resto en la reserva hasta un total de ocho, dependiendo de nuestro nivel, más el comandante. Cuando una carta es destruida, elegiremos a otra para sustituirla. Aquí entra en juego el primer factor estratégico, ya que tendremos que pensar bien qué cartas colocar en función de nuestro rival, y dónde (es decir, tener cuenta quién tengo en frente). Y recordad que si matan a nuestro comandante se acaba la partida, por lo que lo normal es que lo usemos como último recurso, aunque al ser cartas muy poderosas hay gente que las utiliza desde el principio. Hay muchas estrategias posibles, y cada facción es un mundo. Disponemos de tres tipos de ataque: A distancia, cuerpo a cuerpo, y psíquico. Algunas cartas tienen sólo un tipo, otras dos, y en muy pocos casos tres. En cada turno elegimos que ataque hacer, y al ejecutarlo hacen daño las cartas que tienen ese tipo de ataque, y te devuelven el golpe las cartas enemigas con ese tipo, pero a la que tienen en frente. Por ejemplo, nosotros tenemos dos psíquicos y el enemigo uno, elegimos ataque psíquico, atacamos con dos cartas y el nos contesta con una. Además, cuando atacas con un tipo, se va acumulando poder en los otros dos tipos, lo cual habrá que tener en cuenta para elaborar combos. Una estrategia habitual en este sentido es usar por ejemplo daño a distancia todo lo que podamos, que se vaya acumulando en psíquico y cuerpo a cuerpo, hasta que despleguemos al comandante con alguno de esos dos tipos que tenemos energía acumulada, y ejecutar un golpe letal. Por si esto fuera poco, hay cartas que generan bonificaciones, otras que provocan penalizaciones, y por último tenemos las habilidades especiales de los comandantes, que pueden ir desde curar toda la vida a las cartas que tengamos en juego, hasta hacer daño extra cada vez que destruyamos una carta enemiga, o aumentar el poder de nuestros aliados de facción. Parecen muchos conceptos, pero es francamente sencillo, es un sistema como se suele decir, fácil de aprender pero difícil de dominar, y no será fácil decantarse por una facción. Aunque, ¿por qué hacerlo? ¡Mejor ir picoteando de todas!
El juego se divide en cinco pestañas:
Tienda: Hemos mencionado los dos monedas de este juego, el plasma y (valga la redundancia), las monedas. Con estas, además de abrir cofres y subir de nivel a nuestras cartas, podremos utilizarlas para comprar recursos, lotes de cartas, lotes de lealtad, lotes de campaña y ofertas únicas, pero claro, los materiales escasean y son difíciles de conseguir, por lo que como buen juego para móviles, nos lleva al dinerito real… No es obligatorio obviamente, pero ahí está el pay to win.
Colección de cartas: Agrupadas en tres grandes facciones: Ascendiente (Aeldari, Necrones y TAU), Imperial (Marines Espaciales, Machanicus, y Astra Militarum), y Destructor (Tiránidos, Cultos Genstealers, Orcos y Caos). Aquí podemos ver no sólo las cartas que ya tenemos, si no las que podemos llegar a conseguir.
Batallas: Por un lado las del modo no clasificatorio, sin penalización, perfecto para probar cartas y cumplir objetivos diarios. Y modo clasificatorio, una especie de torre por la que vamos progresando a través de combates contra otros jugadores, que nos permiten ascender en la clasificación ganando trofeos y recompensas. Empezamos en la primera Arena, el Ojo del Terror, y cada cinco niveles llegamos a una nueva arena, por ejemplo a Fenris, el brutal mundo de los Lobos Espaciales, Armageddon, mundo colmena estratégicamente brutal, o La Roca, la sombría fortaleza de los Ángeles Oscuros. No es fácil progresar, pero obtenemos buenos premios y además tendremos combates únicos que dan variedad al juego, para que no todo sean barajas estándar, si no por ejemplo enfrentarnos contra poderosos comandantes luchando en solitario.
Cruzados: Donde encontramos misiones como destruir enemigos en la campaña semanal, que van acompañadas de un pequeño texto trasfondístico. Y las campañas: Actualmente en curso El Azote de Gnosis, que se lleva a cabo entre Imperiales y Aeldari, por lo que estamos obligados a jugar con uno de estos bandos, en este caso el imperial (otra opción hubiera sido herejía).
Clanes: La última de las pestañas, de momento con poca utilidad ya que este modo no ha llegado aún al juego, pero según el texto consistirá en formar clanes junto a otros jugadores, enfrentarse a enemigos y conseguir recompensas. Nada nuevo pero oye, dará más variedad todavía.
El apartado artístico cumple de sobra su objetivo, tiene un buen diseño de menús, con ilustraciones oficiales, y las cartas están representadas con fotos de miniaturas pintadas por el equipo de Eavy Metal, que para mí es en parte la gracia de esto. El sonido no es su punto fuerte, aunque tiene alguna melodía potente, pero por ejemplo todos los ataques suenan igual, los haga quien los haga, un efecto sonoro para el ataque psíquico, uno para el ataque a distancia, y otro para el cuerpo a cuerpo. Le vendría algún tipo de voz para dotarlo de epicidad.
Warhammer Combat Cards – 40K Edition no es perfecto, y como muchos juegos de este tipo tiene sus tiempos de espera, que podremos desbloquear con monedas del juego, pero que recordemos que cuesta conseguir salvo que pagues. Pero lo cierto es que obtener nuevas cartas e ir personalizando tu mazo es toda una satisfacción, sobre todo si empatizas con este universo tan rico. Y si como yo, consigues abstraerte de su modelo de negocio y del pay to win preparado para que te gastes los dineros, resulta que dentro del género es un juego que ofrece mucho, tiene contenido más que suficiente como para tenerte enganchado todo el día, es variado, divertido, adictivo, y hecho con buen gusto.
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