Análisis Switch: SPLATOON 2: YO MATARÍA CALAMARES POR TÍ

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Como su propia numeración indica, Splatoon 2 es la segunda parte de la nueva IP que Nintendo estreno para Wii U en el 2015. Para el que no lo sepa, aquella entrega se trataba básicamente de un shooter online en tercera persona para hasta 8 jugadores en el que se sustituyen las balas por pintura y los soldados por una especie de niños mutantes capaces de adoptar la forma de calamar y nadar en los ríos de tinta que los mismos impregnaban con sus pistolas. Aquella entrega recibió buenas críticas (en la actualidad ronda el 81 en Metacritic), pero no alcanzó la excelencia que tanto anhelaba debido principalmente a dos motivos: un modo campaña para un jugador que no era nada más que un tutorial alargado para poder competir en condiciones en el multijugador; y lo peor, muy pocos mapas y escasos modos de juego que hacía que la experiencia se volviera repetitiva a los pocos días.

Nintendo era consciente de estos problemas, y con Splatoon 2 intenta redimirse mejorando y ampliando la entrega original, con la intención además de meterse de lleno en el mundo de los E-Sports. ¿Lo consigue? Pues a lo primero diré que sí sin ningún tipo duda. A lo segundo… el tiempo lo dirá, pero ya os confirmo que lo tiene muy complicado debido a una limitación de Switch que a día de hoy, en los tiempos que corren, resulta una auténtica vergüenza. Pero vayamos por partes.

Nada más pongamos el juego, crearemos a nuestro personaje con un editor muy limitado que nos permitirá elegir sexo, peinado, color e indumentaria inicial. Inmediatamente después empezaremos el sencillo y clásico tutorial que nos enseña las mecánicas más básicas del juego (movernos, apuntar, disparar, adoptar la forma de calamar…). En torno a todo esto, lo primero que nos llamará la atención es el uso del giroscopio para apuntar. Viene activado por defecto y enseguida buscaremos desactivarlo en el menú de opciones. Un error garrafal. Muy pronto nos daremos cuenta de que el juego está pensado para aprovechar al 100 % esta función. Con el giroscopio podremos mover la mira a cualquier lado muy rápidamente y de forma precisa, complementándose perfectamente con el stick derecho que nos permitirá mover la retícula únicamente a la izquierda y derecha para ajustar nuestros disparos. Como apoyo principal, con el botón “Y” podremos centrar la cámara rápidamente.

Puede resultar algo complicado de entender, y los más escépticos a estas modernidades no tardarán en desactivar está función. Pero ya os confirmo que, habiendo probado tanto el modo giroscopio como el modo clásico de control, los segundos estarán en clara desventaja respecto a los primeros. De hecho, me ha gustado tanto este modo de control, que creo que le sentiría realmente bien a los “shooters competitivos” en el resto de consolas. Nintendo como siempre innovando en este sentido, así que “chapeau”.

Una vez superado el tutorial nos encontraremos en la plaza Cromópolis. Un espacio en el que nos encontraremos con otros jugadores y que sirve de menú principal para poder acceder a todas las modalidades y posibilidades que nos ofrece el juego.

Podemos diseccionar el juego en tres modos principales.

• El modo héroe.
• El online competitivo.
• Salmon Run (online cooperativo).

El modo héroe es la única experiencia que nos ofrece el título para un solo jugador y mejora en gran medida la campaña de la entrega original. Nos encontramos un total de 27 niveles sintiéndose cada uno de ellos muy diferentes y ofreciendo siempre nuevas propuestas a nivel jugable. Estos niveles se reparten en 5 mundos, teniendo cada uno un jefe final. Estos enemigos son bastante originales tanto en diseño como en mecánicas para vencerlos. No quiero adentrarme en estos ya que quiero dejar que el jugador sea el que los descubra por sí mismo.

La duración no resulta excesiva, unas 7 – 10 horas dependiendo de si vamos a tiro fijo o si por el contrario queremos sacar el 100 % con los coleccionables escondidos.

Respecto a estos tenemos dos tipos: los “pergaminos” que desbloquean ilustraciones que desarrolla el lore del juego (el cual es de muy poco interés) y los “anchovios”, unas raspas plateadas que no permitirán mejorar nuestras armas en la campaña.

La duración es la adecuada teniendo en cuenta que la mayor parte de la experiencia del juego reside en el online, siendo en definitiva un modo que no justifica para nada la compra por sí sola, pero que resulta una experiencia entretenida y agradecida para coger práctica.

El multijugador online, el modo estrella del título. Todas sus modalidades tienen una base en común, enfrentamientos de equipos 4 contra 4. A partir de aquí nos encontramos:

-Los combates amistosos: son enfrentamientos en los que cada equipo tiene que pintar el mayor % de territorio posible. Gana el equipo que en 3 minutos haya pintado mayor parte del escenario. Son básicamente partidas rápidas geniales para empezar a jugar y subir de experiencia para poder comprar armas y accesorios y poder así adentrarse en condiciones en las competitivas. Porque sí, ganando experiencia también ganamos dinero que podremos gastar en comprar armas y accesorios.

Existen una gran variedad de armas que emulan a las armas de verdad. Tenemos rifles de francotirador, pistolas, rifles estándar, ametralladoras, escopetas… y luego nos encontramos otras más originales como un rodillo gigante, una brocha que lo pone todo perdido de pintura o incluso un paraguas.

Además, cada arma viene acompañada por un arma secundaria lanzable como una granada de tinta o una granada rastreadora de enemigos y un arma especial que funciona como “ulti” y que podemos lanzar al rellenar un medidor pintando grandes cantidades de territorio como puede ser un ataque con misiles aéreos o un propulsor que nos permite dar bombazos en el aire, entre muchas otras. Una gran variedad y cantidad que además se va a ir ampliando con DLC gratuitos.

En cuanto a los accesorios (que se dividen en accesorios para la cabeza, camisetas y zapatillas), también encontramos una gran variedad que potencian las características de nuestro personaje. Tenemos aquellos que aumentan nuestra velocidad en forma humanoide, los que hacen que nuestra arma principal gaste menos tinta… una veintena que potencia la estrategia y la adaptación a la forma de juego que más nos guste.

Además, estos accesorios se clasifican en una, dos o tres estrellas; diferenciándose en el número de potenciadores que se pueden asignar a cada uno de ellos. Las tiendas que venden estos accesorios van ofreciendo nuevos cada día, por lo que en cada sesión de juego es recomendable visitarlas por si hay alguna prenda que nos guste especialmente. Y absolutamente todo se compra con dinero del juego; ni rastro de microtransacciones

-Una vez experimentados en los combates amistosos y lleguemos al nivel 10, podremos meternos de lleno en las competitivas. Ya sabéis, aquellas cuyos resultados importan para nuestro grado personal, que oscilan entre el “C-” y el “A+”.

En este modo, encontramos 3 modalidades de juego: “Pez Dorado” que es una especie de captura la bandera, “Pintazonas” que trata de pintar y defender durante un tiempo la zona central del mapa” y “Torre” que consiste en defender una torre móvil hasta llegar a un punto determinado del área del rival. No son modos innovadores, pero sí funcionan muy bien dentro de la mecánica de juego.

Una peculiaridad importante de este modo y de todo el juego en general, es el carácter cíclico del juego. Me explico, el juego va rotando modos y mapas cada dos horas. Es decir, si accedo al juego a las 11:00 am y quiero jugar el competitivo, me encontraré un determinado modo (por ejemplo “Pez Dorado”) y dos mapas que se rotan partida tras partida. Cuando pasen dos horas, ese modo podrá cambiar a, por ejemplo “Torre”, y otros dos mapas distintos. Esto puede chocar al principio, pero está bien pensado para que todos los jugadores jueguen a todo, aunque a mucha gente no gustará esta decisión de diseño.

-La oferta online se completa con un modo torneo que enfrenta a equipos de 4 contra 4 organizados entre amigos, y un modo privado para poder jugar únicamente con amigos. Aquí tengo que pararme en uno de los puntos más decepcionantes del título y de Nintendo Switch en general. El online de este juego funciona de maravilla, encuentra partida rápidamente y la experiencia fluye sin ningún tipo de lag. ¿Problema?. La organización para poder jugar con amigos… que es un completo desastre.

No podemos usar un micrófono conectado directamente a la consola porque esta no lo permite. En su lugar, Nintendo tuvo la terrible idea de sacar una aplicación móvil a través de la cual podremos hablar por chat de voz que si ya de por sí resulta un tanto engorrosa y chapucera, el enfado no puede ir a más cuando ves que mientras tengas la aplicación abierta no puedes usar el móvil para absolutamente nada; mención aparte de la salvajada de batería que gasta y que nos dejándonos tirados en poco tiempo. Que Nintendo haya hecho esto en pleno siglo XXI no puede tener una explicación más allá de que en un futuro no muy lejano quieran vendernos la misma consola con chat de voz y con alguna otra mejora (¿más memoria interna?).Lamentable.

Volviendo al juego en sí mismo, la oferta online se completa con el modo Salmon Run que como he mencionado antes, es una modalidad cooperativa para 4 jugadores contra 3 oleadas de enemigos manejados por la IA. Resulta muy entretenido y resulta muy útil jugarlo al premiarnos con objetos y bonificaciones que no podremos conseguir de otra forma. De nuevo aquí nos encontramos con otra decisión de diseño polémica, y es que este modo no está disponible todos los días (normalmente lo está cada dos días). Quedará en gustos. A mí personalmente no me molesta, ya que cuando está aprovecho y entro a jugar y cuando no me meto a fondo en el online. La idea es que al final estés jugando a todo lo que Splatoon te ofrece y no te quedes estancando sólo en un determinado modo.

En lo que se refiere al apartado técnico, cumple con nota y mejora sustancialmente lo visto en la entrega anterior. El mundo de Splatoon sigue siendo un lugar muy colorido, pero ahora nos encontramos con unos modelados más detallados y unas texturas de mayor calidad. También se han mejorado distintos efectos como las sombras, destacando las físicas de las pinturas cuando las lanzamos que son sobresalientes. El juego funciona a 60 fps estables (sólo en la plaza Cromópolis baja) y presenta un gran rendimiento tanto si jugamos en la pantalla portátil como a través del dock en nuestra televisión.

En cuanto a la música y efectos sonoros, rayan a muy bien nivel. La música es rápida, frenética y alocada, con canciones que se nos meterán en lo más profundo de nuestra mente y hará que no podamos parar de jugar. Los efectos de sonido, también  muy conseguidos, pudiendo reconocer con los ojos cerrados el arma que esté utilizando el enemigo sólo con oírlo. El juego llega traducido al castellano y sin doblaje ya que los protagonistas del juego tienen su propio idioma ficticio.

Una buena noticia sin duda es que Nintendo apoyará el juego durante años con contenido gratuito añadiendo nuevas armas, accesorios, mapas, modalidades y eventos (como el reciente Ketchup VS. Mahonesa).

En definitiva podemos decir que Splatoon 2 es un buen juego; muy divertido y que presenta una amplia gama de opciones que nos tendrá enganchados durante horas, días y meses frente a la pantalla. Lástima el grave problema que presenta para poder jugar con nuestros amigos, que nos obligará a buscar otra opción para poder coordinarnos (como Skype) y disfrutar la experiencia al 100 %. Ojalá que Nintendo lo solucione en una futura actualización gratuita.