Análisis Litte Kite
14 julio, 2021Litte Kite es uno de esos juegos que suelen ocultar mensajes bastante duros. Aprovechan la libertad que tienen gracias su origen indie para transmitir situaciones que a diario suelen pasar desapercibidas a una sociedad bastante anestesiada y acostumbra ya a cualquier cosa. Bulling, moving, acosos, depresiones, divorcios, maltratos son palabras que ya no asustan ni escandalizan, tal es el extremo de una sociedad adormilada que las cifras de muertes diarias debidas a la pandemia o violencia de genero se han convertido en un dato más carente ya de cualquier significado para una gente que piensa que bastante tiene con el peso de su existencia. El ser humano necesita de vez en cuando una bofetada de realidad que le despierte de su acomodada existencia. Necesita que le obliguen a ponerse en los zapatos de alguien cuyos problemas van más allá del “mi trabajo no me gusta” para que vean que la vida puede ser una “mierda bastante gorda”. Esto es lo que os vais a encontrar en Little Kite una realidad incomoda que todo el mundo debería de experimentar.
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Esto es lo que Lite Kite trata de reflejar, el lado de la moneda que solo vemos en los telediarios y que parece tan lejano que creemos que es muy posible que nunca nos toque vivir, pero no por ello dejan de suceder. La historia de Lite Kite es la de una familia corriente a la que el el destino dio un duro revés con un desgraciado accidente que acaba con la vida del joven marido de Mary y padre de Andrew. Tras este inesperado suceso Mary intenta comenzar una nueva vida y conoce a Oliver, una persona ejemplar para sus vecinos pero que en la intimidad es un alcohólico miserable que culpa a su mujer de todos sus problemas y por ello la tortura física y mentalmente. Esta es la triste historia de la vida de una familia que de un día a otro se ha vuelto completamente del revés. De una mujer que se aferra a los escollos de una vida pasada que ya no existe y que intenta revivir de manera desesperada sin ser capaz de ver que lo erróneas que son sus decisiones.
A nivel jugable Little Kite es una aventura gráfica tradicional. Escenarios 2D por los que desplazarnos, buscar objetos con los que investigar y personajes con los que interactuar. No hay nada nuevo que no hayamos visto antes en cualquier otro “Point & Click“. Nos moveremos por el entorno buscando los objetos con los que poder interactuar, ya sea para usarlos inmediatamente o bien guardarlos para más adelante y utilizarlos en una situación determinada o resolviendo un puzle. Y hablando de puzles, comentar que son todos bastante sencillos de resolver, reduciéndose todos ellos a combinar objetos para hallar la solución. Pero no solo los puzles son sencillos sino que buscar lo que nos hace falta para su resolución también lo es ya que los objetos útiles que hay repartidos por el escenario se iluminarán al pasar sobre ellos con el cursor. Si alguno se resiste, que no creo que eso suceda en demasiadas ocasiones, tenemos un botón en nuestra Switch que hará que todos ellos resalten en pantalla. Entiendo que esto este planteado así para que ningún usuario se quede atascado y se pierda el ritmo de la historia pero me parece que es facilitar en exceso el juego, perdiendo la sensaciones jugables en pro de un supuesto ritmo narrativo que por otra parte tampoco tiene demasiado sentido en un genero como las aventuras gráficas.
Visualmente hablando Little Kite es un juego bastante particular a la par que sencillo. Como ya hemos dicho el juego se desarrolla en unos escenarios 2D dibujados a mano sin florituras ni efectos. Es sobrio, austero por no decir espartano. Pero no penséis que por decir esto estamos diciendo que sea malo, al contrario. Todo el diseño artístico esta enfocado a enfatizar la crudeza de la vida que han de sobrellevar el dúo protagonista. Luces frías, tonos apagados, diseños sucios… todo para guiarnos hacía la depresiva atmosfera que envuelve constantemente las vidas de Mary o Andrew. Con un apartado gráfico tan sencillo sobra decir que nuestras Nintendo Switch no van a sufrir en absoluto moviendo el juego. El juego viene con voces en ingles pero afortunadamente cuenta con traducción al castellano.
Recomendar Little Kite no es nada fácil. Es decir, es una obra que todo el mundo debería de jugar para darse cuenta que nuestra vidas, por muy puñeteras que parezcan, pueden volverse del revés en un minuto y meternos en un pozo del que es muy complicado salir. Pero que sea algo a lo que todo el mundo debería jugar no significa que hacerlo sea algo cómodo de experimentar. La violencia de género, el abandono o el maltrato son temas desgraciadamente presentes en nuestra realidad y por ello es necesario tratarlos de una manera directa sin necesidad de tapujos, sin paños calientes y así es como lo hace Little Kite. Un juego duro al que todo el mundo debería jugar.
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