Análisis Card Shark

Análisis Card Shark

29 junio, 2022 0 Por Alberto Martin
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Por eso la vida es la vida y la muerte la muerte, pues el lado de fuera es siempre más verdadero que el lado de dentro, tanto que es el lado de fuera el que se ve. Toda emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no se da en ella. Toda emoción verdadera tiene por tanto una expresión falsa. Expresarse es decir lo que no se siente. […] Fingir es conocerse.

Fernando Pessoa, en Sobre literatura y arte

«Ambiente», p. 261

Un as bajo la manga

 

Fingir. Venga, todos hemos fingido alguna vez. O, digámoslo de otra manera, todos hemos mentido. Aunque fuera por el bien de otra persona, aunque fuera por el nuestro propio: altruista o egoísta, tanto da, la mentira es mentira, ¿no? Pero que sucede si, entre tanta mentira, tanta falacia y confusión, comienza a brillar algo de la verdad, algo que no podemos ocultar… o que sólo podemos expresar mediante una construcción ajena a la realidad. Como único medio para expresarnos con sinceridad: bajo ropajes ajenos, caretas, maquillaje, palabras que no son nuestras… justo ahí aflora un instante de veracidad. Fernando Pessoa escribió en El libro del desasosiego un fragmento en el que hablaba, precisamente, de la ficción, de la “mentira”, como única capaz de expresar la verdad del autor: no hay otro medio más adecuado que la representación para exponer(nos), narrarnos, darnos voz entre tanto caos.

Card Shark será, probablemente, una de las propuesta más interesantes del año, no sólo a nivel jugable, por supuesto, sino en cuanto al mensaje y su forma. Una manera elegante de hablarnos del engaño como constructora de realidad, de la representación de una mentira como creadora de realidades. Y todo mediante la cartomagia, los trucos de magia con cartas. Manda narices que algo tan ¿simple?, acabé siendo un medio idóneo para hablarnos de ciertas realidades, espacios ocultos, juegos de espejos y ambigüedades. Medias mentiras y medias verdades que, a base de repetirse, ¿acaban siendo ciertas?

Sea como fuere, y tratando de explicar lo menos posible del argumento para que os pille por sorpresa (no porque sea algo súper original, sino porque la manera de exponerlo y hacernos partícipes es magnífica), vamos a encarnar al enésimo personaje mudo en la historia de los videojuegos: en este caso no ha hecho falta ningún accidente que nos deje amnésicos, simplemente, nacimos así. Un buen día, ayudando a un jugador de cartas a hacer trampas, acabamos provocando un accidente en el que nuestra procuradora acaba muriendo y, por temor a que, por nuestra condición, nos tilden como el culpable, huimos junto al Comte de Saint-Germain, el jugador empedernido y tramposo que nos ha abocado a este destino. A partir de aquí, y para sobrevivir, nos juntaremos con un grupo de gitanos que están envueltos en una serie de juegos trampeados que les permite sobrevivir, apartados de la sociedad por su condición. Pero lo que no sospechamos es que, claro está, habrá mucho más en juego que la mera supervivencia…

Ante todo, Card Shark no es un juego de cartas, es un juego sobre cartas. Aunque en realidad es un juego de habilidad y de comprender cómo debemos vestir las mentiras y los engaños para que pasen por verdades. Ritmo, memorización, pautas, reglas, representaciones… Todo es importante y esencial para no levantar las sospechas. La mecánica es sencilla: cada truco de magia viene precedido por un tutorial en el que se nos explica cómo realizarlo y, seguidamente, nos desplazamos al lugar donde se desarrolla el juego de cartas para ponerlo en práctica. 28 trucos en total, 28 farsas en las que participar. Sin errores, casi, porque cada juego cuenta con una barra de sospecha que, si se completa, nos aboca a un final más o menos trágico: muerte o detención. Por lo que más nos vale realizar bien los trucos: os adelanto que, en este sentido, el juego es poco permisivo y los errores o falta de agilidad se penalizan con rigurosidad. ¡Pero qué placer realizar un truco correctamente de principio a fin, sin dar un traspiés!

Pero lo que hace genial a Card Shark no es únicamente su dificultad bien medida, depurada y progresiva, un in crescendo que nos lleva a rizar el rizo cada vez más… y a sorprendernos haciéndolo. No es sólo eso, que no es poca cosa, sino obligarnos a tener en cuenta todo lo que no es el truco en sí: el entorno, lo que nos envuelve, tanto el ambiente como los jugadores. Porque un truco no sólo funciona por habilidad y rapidez, también porque sabemos leer a nuestros contrincantes y su estado de ánimo: a veces, seguir el plan establecido, sin tener en cuenta ciertos imprevistos que han acontecido, puede acabar en drama. O ganarle todas las partidas a nuestro rival puede hacer que se desespere y cargue contra nosotros. Toda esa, digamos, inteligencia emocional, que pasa por entender que el espectáculo debe continuar pase lo que pase, aunque se salte el guion establecido, es la clave de los mejores momentos del juego y, sin duda, lo que nos reportará más satisfacción como jugadores.

A todo ello hay que sumarle, claro está, que el espectáculo audiovisual acompaña de manera más que excelente al contenido: ese dibujo al estilo del cómic europeo, con una paleta de colores e iluminaciones que convierten las composiciones (pueblos, salones, retiros…) en auténticas obras de arte sólo hacen que ahondar en esa pomposidad tan característica de la Francia del siglo XVIII. Por su parte, Andrea Boccadoro ha creado una serie de partituras que dan el toque de gracia a la ambientación: una joya sonora.

Así pues, Card Shark es una de las sorpresas de este año: un juego de habilidad, rapidez, memorización y ritmo que se engalana con un apartado audiovisual majestuoso para regalarnos una obra que habla sobre la mentira como forma de supervivencia, como método de engaño pero, también, como medio de introspección y conocimiento. Una ficción dentro de una ficción, un espejo que refleja otro espejo, un juego de manos que nadie ve. No perdáis la ocasión de sorprenderos con él.

Card Shark

9.3

Historia

9.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Diseño Artístico

9.5/10

Diseño de Sonido

9.5/10

A Favor

  • Su desafiante y adictiva jugabilidad.
  • Su historia y cómo nos envuelve.
  • Sus engaños y sorpresas.
  • Su apartado audiovisual: simplemente maravilloso.

En Contra

  • Los errores se pagan muy caros.