X4 Foundations. Exploración a lo grande.

Análisis PC

Desde hace varios años estamos viendo el resurgir del género de los simuladores espaciales, con títulos como Elite Dangerous, No Man’s Sky, Star Citizen, y el que hoy os traemos, X4 Foundations. La saga X, desarrollada por los alemanes Egosoft, se remonta a 1999, cuando apareció su primera entrega, “X: Beyond the Frontier”, un sandbox de comercio y exploración espacial. Ahora, 20 años después, y tras la pequeña decepción que supuso X: Rebirth, sale a la venta X4, un título más grande y ambicioso que sus predecesores, exclusivo de PC, y con una libertad absoluta. Aunque se trata de un juego “de nicho”, para un sólo jugador, y muy complejo, si conseguimos entrar en la experiencia que nos ofrece, sobrepasaremos las 100 horas de juego sin apenas darnos cuenta.

Si tuviéramos que definir X4 en una sola palabra, sería “libertad”. Y es que podemos hacer de todo. Comerciar, combatir, piratear (en el sentido clásico, a lo Jack Sparrow), construir nuestras propias estaciones espaciales de forma modular… En definitiva, crearnos nuestro propio imperio comercial, compitiendo contra la IA de las distintas razas alienígenas que pueblan la galaxia. Toda la libertad de la que goza X4 viene acompañada de otra compañera algo peor gestionada, la dificultad. X4 no es un juego apto para jugadores casuales, porque todo lo que queramos hacer en el universo va a requerir de mucho tiempo y esfuerzo. Así como en la mayoría de juegos la curva de aprendizaje es una suave pendiente que nos lleva de la mano hasta el éxito, en X4 (y toda la saga X en general), la curva de aprendizaje es una ladera escarpada llena de pinchos y salientes que tendremos que escalar sin red. Aunque todo es muy complicado, y los tutoriales sólo nos enseñan lo más básico, una vez aprendemos a manejarnos con los diferentes menús, no hay mayor recompensa que ver cómo tu flota comercial empieza a dar beneficios por sí sola, permitiéndonos acometer proyectos de mayor envergadura.

 

 

En el apartado técnico, nos encontramos con un juego cuya apuesta no son los gráficos de última generación, por lo que nos encontraremos con algo que puede chocar en un principio. Sus gráficos son modestos y austeros, pero aún así tiene unos requisitos mínimos y recomendados bastante elevados (mínimo una Nvidia GTX 780/970, y recomendado una 1070). La explicación a esta supuesta mala optimización (que no es tal) es la cantidad de cálculos en segundo plano que debe realizar el juego. Absolutamente todas las naves que vemos en pantalla y en el mapa, que son miles, no son de adorno, sino que tienen su propia ruta, y todo lo que hagan afectará a la economía global, proporcionandonos un mundo vivo y en constante movimiento. Los modelados de los personajes son mediocres, pero los de las naves y estaciones nos dejarán con la boca abierta. Tanto unas como otras se pueden recorrer a pie, con distancias enormes en el caso de las estaciones, por lo que la sensación general es que somos muy pequeños en un universo muy grande. Esto se ve reforzado cuando salimos al espacio y vemos planetas gaseosos enormes, otros con anillos, campos de asteroides, nebulosas… Todo está recreado con un aspecto precioso.

En cuanto a jugabilidad, se trata de un juego en primera persona. Tendremos libertad para sentarnos y levantarnos de nuestra nave cuando queramos, por lo que tendremos dos juegos de controles. Cuando vayamos a pie, controlaremos al personaje como si fuese un shooter, solo que sin arma. Cuando estemos sentados frente a los mandos de nuestra nave espacial, la controlaremos como si fuese un simulador de vuelo, siendo compatible con todos los joysticks y pedales del mercado. Se echa en falta soporte para TrackIR, que no ha sido incluído en el lanzamiento, aunque Egosoft ya ha confirmado que llegará en un futuro, para que podamos controlar la cámara con movimientos de nuestra cabeza.

A diferencia de la parte gráfica, el apartado sonoro es una auténtica joya. La música de fondo acompaña de forma magistral todas las situaciones, ya estemos plácidamente atracados en una estación, o en medio de un combate frenético contra piratas espaciales. Los efectos de sonido también son una maravilla. Tenemos de todo. Disparos láser, misiles, choques… Y lo que más me impresionó, el sonido de los motores de los enormes cargueros despegando y aterrizando en un puerto espacial. El juego está completamente traducido al castellano, con voces en inglés, lo cual se agradece muchísimo en un título tan complejo como éste.

En resumen, un juego difícil, lento y complejo, pero en el que podremos hacer prácticamente de todo para construir nuestro imperio galáctico. Un imprescindible para los veteranos de la saga.