Edge of Sanity. Análisis.
23 septiembre, 2024Alaska, una noche eterna que no da paso al día, munición que escasea, recursos que no llegan, monstruos nacidos por una devota inspiración en los mitos de Cthullu y un mundo de pesadilla; en fin, un sueño para todos aquellos que amamos tanto la obra de H.P.Lovecraft como el genero survival horror y como aliciente, un apartado artístico no tan habitual por estos lares. ¿Qué puede salir mal? Seguid leyendo:
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Edge of Sanity es el último trabajo del estudio Vixa games que ve la luz en Xbox, Playstation, Switch y PC estando además esta última versión verificada en Steam Deck.
La premisa es muy sencilla, somos un miembro de un equipo de reabastecimiento que colabora con un grupo científico que pertenece a la misteriosa corporación PRISM. Si habéis visto True Detective: Night Country, será imposible que no se os venga a la cabeza por la similitud tanto de la situación como de la ambientación pese a que éste transcurre algo mas de medio siglo antes. Nos veremos inmersos en un contexto de terror psicológico que en un principio no dejará claro qué es real y qué no con una potente narrativa donde la supervivencia convivirá con el misterio.
No es difícil deducir que a primer golpe de vista lo que más llama la atención de Egde of Sanity es su apartado artístico. Su diseño gráfico estilo cartoon recuerda a otros juegos como Vandal Hearts o Tails of Iron pero no es tan común en géneros de terror y he aquí lo mejor, lo hace de manera sobresaliente, dandole al juego mucha personalidad y una entidad propia digna de alabanza. Nos moveremos por las sombras gran parte del tiempo pues la luz será un recurso que escaseará y habrá que administrar, pero lo colorido del mundo fuera de éstas no nos sacará como jugadores de la atmósfera de terror inherente a todo el producto.
Edge of Sanity no vive solo del survival o mejor dicho, para llegar a dicho survival hará las veces de juego de gestión donde nos tocará construir estaciones para producir agua o alimentos o enviar a los supervivientes a explorar y así recolectar más recursos en pequeñas expediciones de campo. Tendrás además que gestionar descansos para tus trabajadores y evitar su muerte temprana. Será una especie de Fallout Shelter simplificado y si bien tan adictivo, cumple con creces. Sin embargo, es aquí donde veremos una de las pequeñas pegas del juego y es que ‘cuesta cogerle el tranquillo’. En las primeras partidas será un poco lioso compaginar la salud de nuestros aliados con sus tareas, no veremos claro como mejorar su estado de ánimo o si en realidad están produciendo como esperamos. Además si todos nuestros supervivientes fallecen esto provocará que la partida finalice en el momento, por tanto hay que tener en cuenta la importancia de este apartado. No podemos descuidar la gestión porque para avanzar zonas, se nos exigirá producir ciertos consumibles. Una vez superadas las primeras horas de gestión todo será más orgánico y la experiencia mejora.
Jugablemente las mecánicas son sencillas pero divertidas. La exploración se llevará a cabo en pequeñas zonas donde el backtracking jugará un papel esencial ya que constantemente encontraremos puertas cerradas que requerirán llaves ocultas. Aunque dichas zonas no son muy extensas en ciertos escenarios presentan cierto componente laberíntico y quizás se hubiese agradecido la presencia de un mapa que no tiene. Para avanzar tendremos que hacer frente a criaturas fruto de los experimentos más oscuros de PRISM. Podremos utilizar objetos que encontraremos en las fases como piedras, trampas, cuchillos o hachas y también podremos fabricarlos en nuestro campamento. Eso sí, siempre serán recursos limitados con un numero de usos concreto por lo que habrá que optimizar su uso y a veces optar por el sigilo.
Tendremos un pequeño sistema de traumas en función que avanza la partida. Dichos traumas tendrán su propia barra de estrés que en un principio deberemos evitar que se llene a base de consumibles pero que una vez llena generará un trauma en el personaje que no tiene porqué ser necesariamente malo. Así podrá añadir una dificultad pero a su vez una ventaja en ciertas circunstancias. Eso sí, no podremos acumular mas de 5 traumas o caeremos en la locura y la partida concluirá. El apartado sonoro es discreto pero efectivo; no encontraremos melodías memorables pero si un apartado a la altura de la ambientación y que si bien no está a la altura del gráfico (el gran fuerte del juego), no desentonará para nada. Otro gran aliciente es que el juego está verificado para Steam Deck desde su lanzamiento y funciona realmente bien.
Podemos concluir en que Edge of Sanity es un juego excelente. No se casa con un género en concreto y es en el punto de encuentro entre todas sus inspiraciones donde destaca. Parte survival, parte gestión, parte exploración 2D nos encontramos con un juego fresco cuyo apartado artístico fascinará a los más entusiastas Lovecraftianos y los que amamos el dibujo hecho a mano. A todo esto podemos sumar el añadido de su precio reducido. No os arrepentiréis de echarle el tentáculo, digo el guante.
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Edge of Sanity
19.99€A Favor
- El apartado artístico brilla y sorprende en este tipo de ambientación
- Ofrece una experiencia genial fruto de combinar varios géneros
- Ofrece mucho por lo poco que cuesta
En Contra
- La gestión se hace dura de entender al principio pese a lo sencillo de su propuesta
- Se podría haber sacado un poco más de jugo en las fases de exploración 2D
- Un mapa no hubiese estado de más