Análisis de Metroid Prime Remastered

Samus Aran vuelve con sus mejores galas para recordarnos por qué Metroid da nombre a todo un género de videojuegos.

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Están de celebración en el planeta Tallon IV. Tras 20 años desde su primera visita, este mundo ancestral vuelve a engalanarse para recibir a su cazarrecompensas favorita, que además aterriza acompañada de un espectacular despliegue técnico con el que Nintendo ha remozado este revolucionario título hasta hacerlo brillar a la altura de la generación actual.

Metroid Prime Remastered trae a la Switch la primera entrega de la arriesgada y a la vez exitosa incursión de la saga en el control en primera persona. Y lo hace con esa dosis de brujería que acompaña a ciertos títulos de la híbrida de Nintendo, que nos hace preguntarnos dónde se encuentran sus límites, más de seis años después de su lanzamiento. La nueva versión de las aventuras de Samus luce símplemente espectacular, con un acabado técnico a la altura de los tiempos actuales, pero además con un profundo respeto por la experiencia original. Se ha mantenido incluso la posibilidad de jugar con los controles originales, aunque el esquema por defecto es el moderno de palanca dual, y aún se puede elegir un tercero que combina los dos anteriores.

Lo primero que salta la vista es, naturalmente, el apartado gráfico. Todas las texturas han sido remasterizadas, y el resultado es sobresaliente incluso para un título actual de Nintendo Switch. La combinación, además, con una iluminación y unos efectos dinámicos magistrales, da como resultado unos paisajes y escenarios de una profundidad y nivel de detalle increíbles. Efectos como el oleaje, las cascadas, el reflejo ocasional del rostro de Samus en el visor del casco, o el vapor que se condensa sobre él nos han dejado con la boca abierta aporreando compulsivamente el botón de capturar la pantalla.

A nivel sonoro el juego produce el mismo efecto que visualmente: la música y los efectos se sienten nuevos y brillantes, y además acompañan la aventura con recursos dinámicos que se adaptan a las localizaciones que vayamos atravesando. Por supuesto que las melodías clásicas de Metroid están presentes, al estilo de los grandes clásicos de Nintendo, y nos hacen a veces sentir que estamos sentados delante de nuestra GameCube y tenemos unos cuantos añitos menos.

Y la primera duda que puede surgir es, lógicamente, respecto al rendimiento: con semejante despliegue de luces, reflejos, movimiento y texturas de alta resolución, alguna que otra rascada dará la pobre Switch, ¿no? Pues no, almas de poca fe, no. El pequeño monstruito de Nintendo aún guarda muchos ases bajo su manga, y en este caso se ha sacado dos o tres para mover el mundo, la naturaleza, a Samus, los reflejos en su casco,  sus disparos y los de los enemigos dando la impresión de no despeinarse. Aparte de algo de popping en momentos muy puntuales, el que escribe no ha experimentado ni una sola bajada de frames en ningún momento. Rocoso el rendimiento de este despliegue técnico que es Metroid Prime Remastered. De nuevo, bien por Nintendo y bien por la Switch.

Como comentábamos al principio, la jugabilidad es respetuosa con la experiencia original y va en la línea del resto de la saga Metroid. Además, las actualizaciones que se han incorporado le sientan más que bien, como el control de palanca dual, cuya ausencia hubiera causado más de un quebradero de cabeza a nuestra acomodada memoria muscular. El sistema de apuntado semiautomático que ya estaba presente en la versión original se mantiene, y se siente perfectamente orgánico, bien integrado y satisfactorio. Como no podía ser de otra forma, el movimiento de Samus está calibrado al máximo, y el plataformeo es fluido y agradable, dando al jugador una gran sensación de control en todo momento. De nuevo nos hemos maravillado del éxito rotundo con el que la saga realizó el triple mortal de transicionar al modelo de control en primera persona en un género que no nos parecía que se prestase en absoluto a ello. Nos equivocamos, nos alegramos muchísmo de habernos equivocado, y hoy nos volvemos a alegrar al poder disfrutarlo transportado 20 años adelante en el tiempo.

Metroid Prime Remastered es todo lo que los incondicionales de la saga podían desear: el juego rezuma Metroid por los cuatro costados, y constituye toda una inmersión en la nostalgia, con un envoltorio brillante y pulido que lo hace encajar como uno más en el panorama del videojuego actual. Si sois, como el que escribe, de los que no lo disfrutásteis en su momento, ya no tenéis excusa: abrid la escotilla de la nave, poneos el casco, y disponeos a disfrutar de una experiencia Metroid en primera persona que os va a sorprender a cada paso.