Análisis de Splatoon 3

19 septiembre, 2022 0 Por Impozible Julín

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Un juego sobresaliente

A nadie se le escapa que la idea principal detrás de Splatoon, la de convertir el shooter en un juego sobre cubrir territorio con los colores de tu equipo mediante el disparo de tus armas, y que ese color te permita moverte más rápido cuando es el tuyo, o te haga daño y te ralentice cuando es el contrario es, a falta de una palabra mejor, una puñetera genialidad. No sólo conviertes el shooter en un género family friendly acorde con los valores de tu empresa, Nintendo en este caso, si no que además creas un titulo con unas mecánicas, dinámicas y estéticas tremendamente diferenciadas del resto de juegos de tiros.

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Así pues, tras un primer título que se cuenta entre lo más destacado de WiiU, Splatoon 2 llegaba en el primer año de vida de Switch convirtiéndose rapidísimo en un imprescindible de la consola, y en la referencia en cuanto a juegos online dentro del ahora extenso catálogo de la híbrida de Nintendo. Y ya entonces arqueamos una ceja y torcimos un poco el morro ante un juego que era, vaya que sí, fantástico, pero que incluía novedades medianamente escuetas, las justitas para justificar ese 2 en el título. Y bueno, lo dejamos pasar por aquello de salir en una nueva consola. Y ahora nos llega, 5 años después, la tercera parte de los calamares que se disparan pintura en un juego que, vaya por delante, es EXCELENTE, sin duda el mejor de los tres. Veamos por qué.

Splatoon 3 toma todo lo bueno de sus antecesores, que es MUCHO. El núcleo del multijugador, modo principal del título, sigue siendo enormemente divertido. El fundamento es sencillo: dos equipos de 4 jugadores se enfrentan en arenas prácticamente simétricas por ver cuál es capaz de cubrir más terreno con su color en un tiempo de tres minutos. Para ello contamos con una variedad apabullante de armas para que podamos jugar de la forma que nos haga sentir más cómodos. Pistolas, rodillos, cubos de pintura, o las nuevas adiciones como los arcos y las espadas, proveen al jugador con un sinfín de posibilidades para colorear el escenario y machacar a los rivales a nuestra manera.

No faltarán, claro, un buen montón de coleccionables con los que personalizar a nuestro personaje de pies a cabeza para que sea la sepia más radical de Tintelia. Y hablando de Tintelia, el nuevo hub desde el que podemos acceder a todos los modos y tiendas, sigue siento bonito y funcional, pero también poco útil si lo comparamos con la posibilidad de ir de un lado a otro con un par de pulsaciones, que es, creo yo, la forma más cómoda de moverse entre Don Oso y su Salmon Run, el lobby multijugador, y el modo campaña, titulado “El Cráter”.

Y es en este último modo, en la campaña, donde tenemos una vez más la prueba de que cuando Nintendo se pone a trabajar no tiene rival. La campaña vuelve a ser un montón de niveles inconexos unidos por un mapa y un hilo narrativo que podríamos obviar sin demasiado esfuerzo. Pero ay amigos, ay, los niveles. Los niveles son una genialidad tras otra, que retuercen hasta límites insospechados cada uno de los conceptos y armas del juego. Es cierto que los primeros niveles tienen demasiado de tutorial para el multi, pero una vez metidos en harina, pocos juegos pueden toserle a esta campaña en cuanto a diseño y profundidad.

Y es que si nos fijamos únicamente en Splatoon 3 sin mirar hacia atrás, no podemos más que rendirnos ante la evidencia. Splatoon 3 es un juego sobresaliente. Y lo es en la misma medida en la que lo fueron los dos anteriores. Porque ese es el principal problema de esta tercera parte. Las variaciones más allá de la campaña son nimias y resulta francamente difícil encontrar una explicación aceptable para que este 3 no haya sido un DLC o una expansión.

En cualquier caso, si este es tu primer acercamiento a la franquicia, no hay mejor punto de entrada que este. El multi es sensacional, la campaña es fenomenal, Salmon Run sigue siento una vuelta de tuerca genial al clásico modo horda y las ayudas a la calidad de vida están a la orden del día en el que es, no por mucho, hemos de admitir, la entrega más completa y compacta de Splatoon hasta la fecha.