Análisis Bravely Defalut 2
12 marzo, 2021Corría el año 2012 cuando apareció, en la portátil de Nintendo (la maravillosa 3DS), que encandiló a los amantes de los jrpgs más clásicos: estoy, hablando, por supuesto de Bravely Default. Con unas mecánicas clásicas mezcladas con ciertas novedades basadas en los comandes “Brave” y “Default” (no os preocupéis que en breve hablaremos de ellos), fue capaz de llamar la atención de los más asiduos al género y hacerse un huequecito en sus corazones. Gracias a ello, se nos obsequió con su continuación directa, Bravely Second: End Layer, y, ahora, podemos disfrutar del videojuego que hoy nos ocupa: Bravely Default 2. Y una cosa os puedo asegurar, da lo que promete. ¡Y de qué manera!
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Antes de continuar, y porque sé que a veces el número 2 en los títulos suele intimidar a aquellos que no han podido probar la entrega inicial (como le sucede a mi buen amigo y redactor de esta casa, Agustín), os puedo dar la primera buena noticia de la reseña: no hace falta haber jugado a la primera entrega, ni a su continuación directa para poder disfrutar de las bondades de esta obra. Así que a aquellos que no pudieron jugarlos os digo que podéis empezar por aquí sin temor a perderos por el camino.
La premisa del juego nos transporta hasta Excillant. Allí encarnaremos a Seth, un náufrago que ha sido recogido en la playa por Gloria, una princesa sin reino, a quienes, poco después, se les unen Elvis, un joven erudito, y Adelle, una mercenaria que lo protege de los posibles peligros que entrañan su viaje. Como podéis sospechar, ellos serán los Héroes de la Luz, escogidos para proteger el mundo del mal que encarna Nexus Nocte. Así que les toca recuperar los cuatro cristales (agua, fuego, viento y tierra) para salvar a Excillant de quedar sumida en la oscuridad. La trama se sigue con interés a lo largo de cada uno de los capítulos que estructuran el juego (sí, está narrado como si se tratara de un libro) y se deja disfrutar sin problemas y, al igual que nos permitía Octopath Traveller (otro imprescindible de la Nintendo Switch para aquellos que adoren el género), podremos ahondar un poco en los personajes y su relación si pulsamos la “+” en los momentos que se nos indica para acceder a diálogos opcionales.
Pero, seamos sinceros, aquí hemos venido a combatir se tregua, a levelear, a subir de nivel los diversos trabajos de nuestros personajes… En definitiva, a pasar decenas de hora grindeando como locos. Y aquí Bravely Default 2 acierta de pleno porque tiene ente manos unos de los sistemas de combates más adictivos que servidor ha tenido el placer de degustar. A lo largo y ancho de los mapeados que nos ofrece el juego, con sus correspondientes mazmorras, tendremos la oportunidad de combatir con una gran variedad de enemigos que veremos pulular por el mapa. Si nos acercamos a ellos y les golpeamos por la espalda sin ser vistos, empezaremos el combate con ciertas ventajas que, creedme, agradeceréis enormemente. Pero, ay, si nos pillan por la retaguardia nos tocará combatir con cierta desventaja que, dependiendo del enemigo, nos puede poner las cosas un tanto cuesta arriba. Pero vayamos al grano: la chica del combate está en los comandos “Brave” y “Default”. El pimero de ellos te permite realizar hasta cuatro comandos en un mismo turno, sí, pero a base de consumir futuros turnos, quedando un tanto vendido si no has sabido calcular bien tus pasos. Para contrarrestar este consumo anticipado de futuros turnos está “Default”: un comando que, a la vez que te defiendes, te permite acumular turnos. La gracia (aunque ya os digo que a veces la sonrisa se os puede quedar congelada) es encontrar un equilibrio en este toma y daca de los “Brave” y “Default”.
Si esto no supusiera ya de por sí un pequeño quebradero de cabeza (uno que da mucho gustito, eso sí), tenemos los trabajos: Mago Blanco, Aprendiz, Guardia, Bardo, Ladrón, Monje, etc. Estos son solo algunos de los 24 trabajos que podremos conseguir previa adquisición del asterisco correspondiente. Debemos tener en cuenta que podremos tener dos trabajos: uno principal (que marca las estadísticas y especialidades) y otro secundario. Los trabajos, como los personajes, también tienen niveles y suben a medida que ganamos Puntos de Trabajo tras cada combate… pero sólo lo hace el principal, así que nos toca pasar horas y horas acumulando Puntos de Trabajo para desarrollarlos bien. Y es que no sólo ganaremos habilidades activas, sino que también habrá pasivas que deberemos asignar desde el menú de los personajes: y, creedme, algunas de ellas son lo suficientemente importante como para tenernos horas leveleando, así que no las dejéis pasar.
Así pues, deberemos estrujarnos el cerebro y pasar horas y horas combatiendo buscando el equilibrio entre los diferentes trabajos y a la hora de ejecutar los Brave Points para no quedar en desventaja. Os aseguro que, incluso en dificultad “Normal” (podéis escoger, además, “Fácil” o “Difícil), vais a sudar de lo lindo a la par que vais a disfrutar encontrando ese grupo perfecto que os permita vencer vuestros más fieros enemigos: no sirve de mucho que especialicemos a un personaje en magia porque, tarde o temprano, nos toparemos con enemigos capaces de anularlos en un santiamén si no tienen otro trabajo bien desarrollado. El nivel de dificultad, incluso en algunos enemigos comunes, es lo suficientemente ajustado como para obligarnos a sacarle todo el juego al sistema de combate y trabajo. Además, si esto fuera poco, debemos tener en cuenta que los enemigos tienen debilidades concretas: a fuego, viento, tierra… pero también a arcos, espadas, dagas, hachas… En definitiva, estamos ante un sistema de combate muy adictivo y que va a exigir lo mejor de nosotros, sobre todo en sus jefes finales.
Para todos aquellos que no tengan decenas de horas para farmear deben saber que existe una opción (Exploración) que te permite obtener objeto y experiencia mientras tienes la consola en reposo. Algo que, ciertamente, puede aliviar un tanto las muchísimas horas de combate que debemos echarle.
Bravely Default 2 tiene algunas de las ciudades más bonitas que hayamos visto en la Nintendo Switch: una suerte de dioramas que recrean los diferentes espacios de estas ciudades con un encanto muy particular y que fácilmente puede dejarnos embelesados. En ellas vamos a poder buscar las decenas de misiones secundarias que nos ofrece la aventura para profundizar en la vida de sus ciudades y, de paso, conseguir experiencia, objetos especiales y dinero. Y, si bien es cierto que el diseño de las ciudades es francamente bello, a veces los personajes (con esa estética chibi) pierden calidad, sobre todo al entrar en el mundo abierto, algo que queda bien maquillado por el colorido y variedad de los escenarios. Eso sí, tal y como nos tiene acostumbrados el compositor Revo, la banda sonora nos depara algunas melodías que nos van a acompañar más allá del final de esta aventura.
Así pues, Brave Default 2 va a dejar más que satisfechos a aquellos que esperen un Jrpg de corte clásico con un sistema de combate sencillamente fabuloso y adictivo que tiene en sus decenas de trabajos y en el sabio equilibro de los comandos “Brave” y “Default” los reclamos para mantenernos enganchados decenas de horas. Todo ello, además, perfectamente traducido al castellano en una localización muy divertida. Embárcate en la nueva aventura de los Héroes de la Luz y déjate seducir por el aroma a rol japonés clásico que destila por sus cuatro costados: un canto de amor al género y un regalo para los seguidores del mismo.
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