Silent Hill 2. Análisis

Nada más y nada menos que 23 años han pasado desde que Silent Hill 2 viese la luz por primera vez en Playstation 2. Considerado por  muchos (servidor incluido) el clásico de terror por excelencia, su buena reputación entre los jugadores más añejos y la curiosidad entre los más noveles ha provocado que Konami nos obsequie con una puesta al día cortesía de Bloober Team. La pregunta es ¿tiene Silent Hill 2 aún algo que decir en pleno 2024? Seguid leyendo.

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Hace ya unos años, Capcom, cansada de dar bandazos con su saga de terror más icónica, Resident Evil, decidió reiniciarla (casi) desde el principio con una serie de remakes que devolvieron a la franquicia el éxito tanto en ventas como en crítica. Desde entonces no han sido pocas las compañías que se han apuntado a la moda en un ejercicio con fines económicos principalmente pero con un gran resultado en lo que nos importa a nosotros los jugadores, los juegos. Juegos que incluso bastante recientes en el tiempo como Dead Space tuvieron su pertinente puesta al día con más que satisfactorios resultados. No ajena a todo este movimiento, hoy le toca el turno a Konami que a pesar de que lleva ya tiempo fuera de estas ligas, no está dudando a la hora de ceder sus franquicias más queridas a terceros con el mismo objetivo. Hoy es Silent Hill pero en apenas unas semanas será Metal Gear. Pero vayamos al grano, Konami ha saltado a la piscina pero ¿para bien o para mal?

No os tendré en ascuas, para bien. Bloober Team ha estado a la altura del reto y pese a que los meses previos al lanzamiento nos hizo temer lo peor debido a unos trailers y avances del juego un tanto  desafortunados, al final el resultado es prácticamente sobresaliente. Vemos así una alianza Quid pro quo de la que tanto Konami, que no quiere implicación alguna en sus proyectos como Bloober Team, que necesitaba una pequeña victoria tras algunos lanzamientos con un recibimiento más frío del esperado, salen profundamente reforzadas.

Desde el momento que el juego arranca vemos que la factura técnica es impresionante. Audiovisualmente Silent Hill es prácticamente redondo. La atmósfera es todo lo que podríamos esperar de un título ambientado en la famosa colina silenciosa en 2024. Gráficamente el juego impresiona por su arte pero también por  lo pulido de los acabados en todo lo que nos rodea. Los escenarios están plagados de detalles, la niebla jugará con lo que quiere que veamos y lo que no, distancia de dibujado, iluminación y una larga lista de etcéteras que harán que todo se vea de escándalo. Por contra el juego no se mantendrá estable ni siquiera cuando fijemos la tasa en 30 imágenes por segundo. Quizás Silent Hill, por ritmo no sea el juego que necesite una mayor tasa de frames por segundo pero a estas alturas de generación,  30 fps totalmente estables sería lo mínimo que deberíamos exigir.

Si al espectacular apartado gráfico, añadimos su más que sobresaliente apartado sonoro podemos concluir que audiovisualmente, en conjunto, Silent Hill 2 haya alcanzado las cotas más altas en lo que va de generación. Jugar este juego con un buen equipo de sonido es una auténtica delicia. El Dual sense explotará su altavoz integrado para hacer las veces de radio que nos avisa de los peligros de una manera tan efectiva que nos pondrá los pelos de punta cada vez que empiece a susurrar que algo nos acecha en las proximidades. Si en cambio tenemos un headset con sonido envolvente, disfrutaremos una experiencia totalmente aterradora. El gotear de un grifo cercano, pasos en la oscuridad e incluso escuchar al bueno de James tragar saliva, todo se escucha con un realismo que asusta, nunca mejor dicho.

Jugablemente, este remake tiene casi todos los valores del producto original. Tendremos puzzles, largos paseos de ida y vuelta buscando llaves o maneras de acceder a zonas a priori inaccesibles, investigación, sigilo y también acción. Punto este último en el que se ha trabajado concienzudamente para mejorar la obra en la que se inspira y que aunque funciona, quizá se abuse en exceso, sobre todo en el último tramo. Ahora podremos esquivar, correr hacia el enemigo para rematarle y hacer un uso mas inteligente de las armas al tener mas opciones de apuntado. Además lo enemigos tendrán nuevos movimientos con respecto a los que ya conocíamos y nos exigirán cierta pericia sobretodo cuando tengamos que esquivar.

A la hora de hacer frente a los puzzles veremos que por lo general (no siempre) Bloober Team ha considerado que el jugador es lo suficientemente inteligente para afrontar los retos sin constantes ni molestas ayudas y eso se agradece. Desde resolver los acertijos hasta buscar los objetos necesarios para desbloquear rutas se respira puro Silent Hill. Muchos de estos puzzles serán variantes de su equivalente en el juego de 2001 y la verdad que su puesta al día es realmente efectiva. Habrá puzzles nuevos también y por lo general la distribución de habitaciones y objetos será diferente, si bien las localizaciones generales serán las mismas y las situaciones obrarán de la misma manera.

El diseño de los niveles es ahora incluso superior me atrevería a aventurar. Obviamente, al carecer de las limitaciones de la época, hay más terreno a explorar y más habitaciones que investigar. Todo ello nos llevará a revisar las historias subyacentes en notas, cuadernos, recortes de periódicos, etc que ya conocíamos, detallándolas un poco más e incluso conocer otras nuevas siempre en consonancia con las antiguas.

Como en todo Silent Hill que se precie interactuaremos con personajes histriónicos y desarrollaremos relaciones que no solo no resolverán misterios si no que plantearan nuevas preguntas, todo ello envuelto en un halo de incertidumbre y surrealismo que bien podría salir del imaginario de David Lynch. Mención personal para los actores que dan vida a los personajes del juego, que si bien no tienen mucho texto, contribuyen al aire cinematográfico de serie B que acompaña a la producción. Una pena que el juego no esté doblado al castellano.

La narrativa es uno de los puntos fuertes del juego como ya sucediera hace 2 décadas. La historia integrará de una manera completamente orgánica la jugabilidad con los videos de historia y le dará un carácter y una personalidad única. Pese al cambio de cámara al hombro, en ciertos momentos este remake cogerá los mismos tiros de cámara imposibles del original que no solo nos harán sentir como en casa sino que contribuirán al estilo cinematográfico mencionado.

Silent Hill es el claro ejemplo de que esa vertiente de juego que disfrutábamos a finales de los 90 y principio de los 2000 puede tener mucha vigencia a día de hoy si el producto se trata con mimo y respeto hacia lo que planteaba en su día. No es necesario transformar los juegos en algo totalmente distinto solo por buscar un público que puede que no llegue igualmente. Haciendo las cosas bien se puede llegar a todo tipo de jugadores sin traicionar las bases asentadas por el producto en cuestión y sin además causar el descontento en los seguidores mas fieles.