
Hell is Us. Análisis
4 septiembre, 2025El curso empieza fuerte con esta grandísima sorpresa repleta de buenas ideas.
El estudio canadiense Rogue Factor entra en tromba en nuestra particular «vuelta al cole» con un título de esos que esta maltrecha industria agradece como agua de Mayo. Completamente libre de excesos, Hell is Us es un título doble A que pretende simplemente contar una historia, haciéndonos sentir que somos su protagonista, entretener, intrigar, y aportar unos cuantos granitos de arena de originalidad y frescura que sigan permitiendo crecer a este maravilloso medio que es el del videojuego.
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Como he escrito en el subtítulo de este análisis, para mi, Hell is Us ha sido toda una sorpresa. Ya desde los primeros compases de la demo, con la que entré inicialmente en contacto con el título, me enganchó de una forma que no esperaba, y lo hizo con un ataque de amplio espectro. Su estética, su ambientación, su increíble e inmersiva banda sonora, su gameplay y su muy inquietante e intrigante argumento. Todo me resultaba armónico, bien pensado y bien ejecutado, agradable y satisfactorio a los mandos. De forma que cuando me he dispuesto a intentar decantar ideas para redactar esta pieza, he necesitado una nada desdeñable dosis de reflexión para lograr desbrozar las ideas e intentar hacer un análisis más detallado que simplemente decir que esto es un señor juegazo. Pero permitidme que empiece por ahí, por si os cansáis de leer, que quiero que esta idea quede clara: si tenéis dudas, poneos la demo. Jugadlo, que a poco que tengáis gustos medio compatibles con los míos, os vais a dar cuenta rápido de que, en efecto, Hell is Us es un juegazo.
Enmarcando el título respecto a su género, nos encontramos claramente ante un RPG de acción y aventura, con una fuerte componente de exploración, investigación, y puzles de un estilo a caballo entre Resident Evil y Uncharted. Si ya habíais oído hablar de él, probablemente sepáis que Hell is Us viene con la etiqueta de ser considerado un juego tipo Souls. Yo me atrevería a decir que, en este caso, esto es un handycap para él. Porque es una especie de Souls, no cabe duda, pero no por lo que todos pensaríamos en primera instancia. El foco principal del juego de Rogue Factor no está puesto en el combate, como cabría esperar de este género tan popular en los últimos tiempos, sino que, de una forma muy inteligente, se concentra de forma muy clara en el apartado argumental y de trasfondo, con una original y novedosa interpretación de la narrativa fragmentada marca de la casa de From Software, que la hace más amigable y menos enrevesada, y que la acerca muchísimo más al primer plano de la jugabilidad del título. Porque en Hell is Us el argumento lo es todo: a través de la exploración, de los diálogos con los numerosísimos NPCs que pueblan la atribulada nación en la que se desarrolla la trama, y de una brillante disposición de la narrativa ambiental, la historia lleva en volandas a nuestro protagonista, y con él, a nosotros. Es como si, al gazpacho de influencias con las que hemos arrancado este párrafo, se sumara otro titán como Breath of the Wild. Y lo más sorprendente de todo es que el conjunto liga a la perfección, sabe bien, y sienta mejor.
Respecto al argumento, encontramos al protagonista al que encarnamos volviendo clandestinamente a su patria, Hadea, desde un exilio al que fue enviado por su madre cuando era un niño, aparentemente para salvarlo de un desconocido destino cruel. Con el paso de los años, decidimos volver a entrar en el país, que se encuentra en un férreo estado de aislamiento internacional, por lo que debemos hacerlo con engaños y subterfugios. El juego arranca una vez hemos conseguido penetrar las fronteras de Hadea, y por fin podemos ponernos manos a la obra con el objetivo que nos ha llevado hasta ahí: encontrar a nuestros padres en medio del caos bélico en el que se encuentra la nación, la cual se encuentra sumida en una terrible, sangrienta y horriblemente violenta guerra civil, tras siglos sufriendo una férrea dictadura y un completo aislamiento internacional.
Hell is Us habla de la guerra, la barbarie, y la bajeza que pueden alcanzar las emociones humanas cuando se someten a circunstancias extremas durante el tiempo suficiente. Resulta un mensaje muy conmovedor e incluso necesario hoy en día, cuando tenemos que desayunarnos día si, día también, con las bravatas de dirigentes inconscientes que, cuales matones de colegio, se dedican a amenazarse e insultarse mutuamente y a tensionar el equilibrio geopolítico mundial, esgrimiendo uno contra el otro las vidas de millones de personas que les deben obediencia, pero que les son del todo ajenas, anónimas, y solo quieren vivir sus vidas en paz. Hell is Us habla de las terribles consecuencias de la guerra, en este caso un conflicto civil, cruento y desalmado. Y lo hace con unas escenas de una dureza y crudeza sin filtro. Como debe ser. Porque la guerra es el fracaso de la humanidad, y nunca debería ser endulzada.
Sin embargo, Rogue Factor no se queda en un descarnado retrato de lo que es un conflicto bélico, sino que lo sumerge en una historia enormemente fantasiosa de ciencia ficción, que se va desplegando ante nosotros hora tras hora de juego de una forma intrigante y apasionante. El equilibrio entre horror e intriga, entre la nausea por la crueldad humana y la incredulidad por las revelaciones que iremos teniendo a lo largo del juego, se mantiene a la perfección y da como resultado que no podamos soltar el mando.
En Hell is Us el bucle jugable se centra en la exploración de un mundo semiabierto compuesto por regiones independientes de un tamaño considerable, entre las que nos podremos mover con ayuda de un vehículo blindado al que accederemos en los primeros compases del juego. Ya desde el primer momento se nos hace hincapié en que nadie nos va a llevar de la mano: no tendremos ningún mapa ni marcadores, de forma que nos tendremos que apoyar exclusivamente en una brújula que tendremos que consultar explícitamente cuando la necesitemos, en las informaciones que nos proporcionen los NPCs y los documentos que encontremos, y en la información visual del entorno. Podemos decir, si, que Hell is Us es el Dark Souls de la exploración (guiño guiño). Pero además de esto, este juego es más souls, porque tendremos también un combate táctico, estratégico y muy divertido. No es el punto fuerte de la propuesta, eso si, ya que la profundidad que ofrece resulta por momentos excesiva respecto a la dificultad de los desafíos a los que nos enfrentamos y a la relativamente pobre variedad de enemigos que encontramos por el camino. Es decir, que podemos tener la sensación de que vamos avanzando sin mucho problema sin tener que explorar en detalle todas la enorme variedad de opciones que se nos ofrecen en combate: artes de batalla asociadas a cada arma, habilidades proporcionadas por el dron que nos acompañará en todo momento y objetos consumibles, entre otros. En el sentido positivo, destaca la mecánica de curación que se propone, a través de la cual, tras acertar una serie de golpes al enemigo, tendremos la oportunidad de hacer que nuestra salud se recupere proporcionalmente, si pulsamos un botón a tiempo cuando recibimos una señal visual.
A nivel artístico, el estilo visual del juego rema en la misma dirección que el argumento. El diseño de escenarios y personajes nos sumerge en una distópica década de los años 90 del siglo XX, con pinceladas retrofuturistas que le sientan de maravilla. La banda sonora es extraordinariamente original e inmersiva, con una potencia surrealista que recuerda por momentos a los órganos de Nolan, aportando un punto más de inmersión atmosférica. El estilo general del título se mueve entre la serenidad de la exploración de Elden Ring o Breath of the Wild, la acción de cualquier soulslike que se precie en los momentos de combate, y la ambientación cinematográfica de una buena serie de ciencia ficción e intriga.
En el plano técnico, el juego se desempeña con eficiencia, sin alardes. Concretamente la versión de PS5, que es la que hemos podido jugar, se mueve bastante bien, con algún defecto de estabilidad puntual del framerate, y un popping bastante apreciable, que por otro lado no empaña la experiencia ni resulta molesto. Los gráficos resultan llamativos y espectaculares por momentos, si bien en otras ocasiones se pueden apreciar las costuras de un título que no goza de los presupuestos multimillonarios de otras propuestas triple A. Ni falta que le hace.
Total, que lo dicho: Hell is Us es un juegazo. Si os gusta la ambientación de los souls y os interesa la narrativa y la exploración, no dudéis un segundo en invertir los reducidos euros a los que ha salido esta maravillosa propuesta que viene desde las frías tierras de Montreal en Quebec. Os vais a encontrar con una experiencia de primerísimo nivel narrativo y jugable, que además viene acompañada de un combate divertido y satisfactorio, y que no os dejará soltar el mando hasta desentrañar los misterios que impregnan la sucia y descarnada guerra civil de Hadea.
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Hell is Us
49,99€A Favor
- Historia, narrativa y puzles que te atrapan desde el primer minuto de juego.
- Mecánicas de combate divertidas y satisfactorias.
- Sistema de gestión de la información ágil y ameno para no tener que recordar cosas de memoria.
En Contra
- El sistema de combate se puede hacer algo innecesario por el poco nivel de los enemigos y desafios.
- A nivel técnico se le ven las costuras en ocasiones.