Core Keeper. Análisis
11 septiembre, 2024
Aprovechando el lanzamiento oficial de Core Keeper en su versión 1.0 a caído en mis manos una clave para hacer la review y os tengo que confesar que no tenía ni idea de este título más allá de lo que había leído y oído en uno u otro foro, básicamente es uno de los pocos títulos a los he llegado “virgen”, a mis 45 añazos murcianos. Y os tengo que decir que mi toma de contacto con el juego no fue para nada buena. El juego te suelta en la oscuridad de una cueva sin saber lo que hacer, ni donde ir y sin nada que lo explique…30 minutos duró la primera partida. Pero no podía ser posible, un juego con decenas de miles de valoraciones positivas en Steam, más de veinte mil jugadores simultáneos, un éxito en early access con multitud de premios internacionales… algo estaba mal y seguro que ese algo era yo. Así que me propuse a darme esa segunda oportunidad pero pasé de PC normal a Steam Deck, comencé una nueva partida y esta vez no terminé hasta que la batería de la deck dijo “hasta aquí” y entonces mirando la pantalla apagada del juguetito de Valve comprendí que Core Keeper es pura droga.
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No puedo negar lo evidente: el arranque del juego es frío y duro con el jugador. Tras una pequeña intro que nos pone en situación, como unos aventureros que aparecen de golpe en una cueva extraña, el juego pone todo su énfasis para que nos sintamos exactamente como ese mismo personaje. Perdido, desorientado, con un poco de comida, unas pocas herramientas y la necesidad imperiosa de saber que hacemos allí y cómo salir de ese lugar. Nadie te dice ni te explica cómo se hace nada y todo se reduce a la prueba y el error. Descubres que puedes romper las raíces del suelo para conseguir madera, la puedes usar para hacer herramientas como un pico y antorchas. Antorchas que te iluminarán la caverna inicial y un pico con el extraer materiales más fácilmente. Con estos materiales podrás construir un banco de trabajo que te dará acceso a herramientas más avanzadas y así suma y sigue en un aluvión de posibilidades totalmente abrumador. Cuando te vienes a dar cuenta estás inmerso en una vorágine de farmeo que inevitablemente conlleva una exploración exhaustiva de los alrededores de esa cueva y entonces es cuando el juego explota en tu cerebro de verdad.
Te das cuenta que lo que realmente es Core Keeper es un enorme sandbox de aventuras en el que puedes hacer lo que te venga en gana. En principio tu misión es explorar esas cavernas, aprovechar sus recursos para hacerte fuerte y derrotar a unos villanos que serán los que te den el pasaporte, en forma de cristales, para salir de allí. Pero por el camino las posibilidades que tienes como jugador para hacer “cualquier cosa” son casi infinitas. Puedes crear la base que tu quieras, una simple cabaña o un castillo fortificado… el único límite de tu imaginación, puedes amueblarla, compartirla con tus compañeros, cazar, pescar, cultivar, crear instrumentos… puedes hasta tocar esos instrumentos. Las interacciones que hay en este mundo parecen no tener fin. Lo único que te pondrá freno son los recursos para construir y estos se consiguen gracias a la exploración. Las cavernas están generadas de forma aleatoria por lo que la experiencia de cada jugador es diferente y además son enormes y llenas de biomas distintos. Te tropezarás con cuevas, ríos, zonas selváticas, construcciones abandonadas, minas, bosques fúngicos… todo el camino que vas abriendo a cada golpe de pico no deja de sorprenderte. Y todo lo que encuentras en tu camino te será de ayuda en uno u otro momento por lo que no sentirás que la exploración de un lugar determinado no ha sido útil y eso te premia con una constante sensación de gratificación que no había vivido, mejor dicho jugado, desde Breath of the Wild y eso son palabras mayores.
Por supuesto he dicho que se puede hacer de todo y eso incluye combatir…eso lo haremos bastante. Durante nuestra exploración por la cueva tendremos que enfrentarnos a las distintas criaturas que las pueblan. Algunas serán casi inofensivas y otras nos pondrán en graves aprietos, la clave para nuestra victoria será pertrecharse bien para el combate con buenas armas, armaduras e ir abriendo nuestro árbol de habilidades, si también tiene uno. Para todo esto es esencial lo que hemos comentado en el párrafo anterior. Los combates están bastante bien resueltos en la mayoría de casos pero los que brillan con luz propia son los enfrentamientos con los jefes finales. Combates más duros que nos obligarán a no quedarnos quietos y a plantear bien una estrategia a seguir durante las varias fases que tienen cada uno de ellos. Estos combates también son los momentos donde Core Keeper más se luce gracias a los diseños y animaciones de los jefes. No obstante, y dicho todo esto, hay que decir que para un servidor es posible que sea la parte más floja del juego, no las peleas con los Jefes de zona, como digo hay no hay ninguna pega, pero sí los demás.
A nivel visual el Pugstorm ha escogido un preciosísimo y detallado pixel art para generar el mundo de Core Keeper que luce de maravilla además hay que hacer especial mención al uso de la iluminación dinámica que genera un genial juego de luces y sombras que realmente dan vida a todo lo que nos rodea. A nivel sonoro el juego es cumplidor, la música acompaña de manera perfecta sin estorbar ni ser molesta y todo está traducido al castellano. Si os preocupan los textos en Steam Deck quitaros el miedo porque los textos se leen perfectamente en la pantalla de la portátil.
Core Keeper es un sandbox enorme que mezcla un montón de mecánicas como exploración, supervivencia, farmeo, housing, combate… No hay explicación de nada pero tampoco hace falta. El juego quiere que experimentes con él, que pruebes a mezclar alimentos y a crear tus armas. Todas estas mecánicas se van auto explicando, combinando y evolucionando a la par que lo hace el mismo jugador con el fin de que cada uno de los jugadores tenga su propia y única aventura… Y eso no solo hace que sea emocionante, adictivo y divertido sino que también hace que Core Keeper sea un juego único.
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Core Keeper
18.13€
A Favor
- La mezcla de mécanicas.
- La constante sensación de progreso.
- Visualmente precioso.
- Las posibilidades que ofrece.
- Jugarlo en Steam Deck
En Contra
- El arranque es duro.
- No jugarlo en Steam Deck.
