Bye Sweet Carole. Análisis
30 octubre, 2025Bye Sweet Carole, si no existiera habría que inventarlo
Cuando me enfrento a la review de un juego como Bye Sweet Carole me es imposible no pensar que la expresión “obra de arte” esta bastante sobrevalorada. Y me veo en la obligación a entonar mi particular “mea culpa”, ya que soy culpable confeso de usar esa expresión cuando un titulo me sorprende por su apartado artístico o jugable, sin ir más lejos en la review de Shinobi: Art of Vengeance use exactamente esa expresión. Y parece que de tanto usarla, su significado real se haya quedado diluido entre tantas “supuestas obras de arte”. Y adaptando para la ocasión el genial soliloquio de Síndrome, el mejor villano de la historia del cine, “cuando todo los juegos sean obras de arte, ninguno lo será”.
Seguro que también te interesa nuestra review de Silent Hill f
Suscríbete a nuestro canal de Youtube
Ahora resulta que llega el juego de Little Sewing Machine, donde su apartado artístico es directamente la definición gráfica de esa expresión, y resulta que tengo que cabalgar mis propias contradicciones, que viene siendo aquello de «Donde dije digo, digo Diego», y aunque me quedará afónico de gritar a pleno pulmón aquello de que «este sí que sí, que esta vez lo digo en serio», me temo me que pasará como a aquel pastor de la fabula de Esopo, y es posible que decirlo ahora ya no signifique nada en ese mar de “obras de arte” del que yo mismo he contribuido a crear… Pero puedo intentar enmendarlo diciendo que Bye Sweet Carole es el juego más bonito que se ha hecho esta generación, y os estaría mintiendo porque me quedaría bastante corto si me quedara solo con esa afirmación.
Aun con todo, solo tenéis que echar un vistazo al video que hay sobre estas líneas para confirmar mis palabras. Bye Sweet Carole tiene un estilo artístico que bebe directamente de clásicos del cine de animación como el “El Caldero Mágico” y muestra muchas influencias de la animación de titanes como Don Bluth y Ralp Bakshi. Unos diseños de personajes terroríficos a la par de reales, una atmosfera adulta pese a ser películas de animación infantil y el baño de todo lo visto en pantalla por una paleta de colores lúgubres y tristes reflejan un estilo de animación que, aunque parezca mentira lo que estoy apunto de decir, es único a día de hoy. En pocas palabras, Bye Sweet Carole quiere imitar a las grandes obras de animación de mediados de siglo pasado, y vaya si lo consigue. Chirs Darril, genio tras el juego, ha dibujado a mano uno a uno todos los personajes, escenarios y dotado a Bye Sweet Carole, no solo de este aspecto visual realmente singular, si no que también lo acompaña de unas animaciones realmente conseguidas, que fluyen de manera continua y perfecta entre movimientos, dando la sensación de estar controlando una película de animación. Tanto es así que me atrevería a decir que el primer juego que lo consigue de manera totalmente real, y mira que llevamos ya algunos juegos que «juegan» con este tipo de estilo narrativo. Los movimientos de Lana van engarzándose unos con otros sin ningún tipo de corte, al menos perceptible, y en su deambular por el orfanato Bunny Hall, y por el extraño mundo de Corolla, la vemos hacer gala de movimientos que han sido creados incluso para situaciones que solo se verán una vez en el juego. No solo Lana disfruta de este tremendo trabajo: Carole, Mr. Kyn, Mr Baesie… todos los personajes se han tratado con el mismo cariño.

La banda sonora del juego merece un párrafo aparte. Las partituras compuestas por Luca Balboni estan llenas de la misma magia que vemos en pantalla, aportan el tono cinematográfico que hemos visto cientos de veces en los clásicos de la animación de mediados de siglo a los que, claramente, quiere evocar. Sus composiciones son de lo más variadas que van desde la sutil canción de cuna de los momentos más calmados a las grandes composiciones orquestales en los momentos más intensos de la aventura. El estudio ha hecho un esfuerzo en acompañar la banda sonora con un diseño de sonido que supera con nota a lo que solemos ver últimamente, incluye cientos de efectos que dan color a lo que vemos en pantalla, desde los tic-tacs de los relojes, a susurros o el crujir de las hojas y un excelente doblaje al ingles que construyen una atmosfera “de cuento” que forma parte de la experiencia artística del apartado visual.
Con este despliegue en lo visual es muy fácil acompañar a Lana en la historia que Chris quiere contarnos. La amistad, la rebeldía, la soledad, la perdida… temas presentes en una historia a priori sencilla pero llena de dobles sentidos pero que igualmente no sabe por cual genero decantarse. A ratos es un cuento, en otros fantasía oscura, en otros terror infantil…la historia de Lana no tiene claro a que genero quiere pertenecer. Igual estamos en la jugabilidad, intentando agradar a todos Bye Sweet Carole, en sus mejores momentos, esta caballo entre la aventura point and click y la resolución de puzzles y en los menos buenos quiere introducir plataformas, persecuciones e incluso sigilo. Entiendo que esto lo hace para dar variedad, pero ya he oído a varios compañeros que justo es en estos momentos donde el juego les pierde muchos enteros. No es mi caso. Sí, veo que esos momentos desentonan, pero no me expulsan del juego. Y no soy idiota, noto que bajan el ritmo del juego pero no creo que desmerezcan al resto de una aventura muy disfrutable llena de puzzles divertidos y situaciones simpáticas.

Bye Sweet Carole es un titulo que no debería de existir, es un capricho, un juego que surge de una feliz coincidencia. Un titulo que artísticamente toca la excelencia y que nos transporta a un mundo fantástico de los que, aunque suene manido, ya no se hacen. Una fabula infantil que no busca cambiar el mundo, ni cambiarte a ti, si no que simplemente quiere que seas feliz mientras lo juegas. Y dejadme gritar a pleno pulmón hasta quedar afónico aquello de: «este sí que sí, que esta vez lo digo en serio», Bye Sweet Carole es una obra de arte.
- Nuevo Razer Huntsman V3 Pro 8K - 30 octubre, 2025
- Bye Sweet Carole. Análisis - 30 octubre, 2025
- «Kamisama Kiss» y «El chico que me gusta no es un chico», nominados a los premios Manga Barcelona 2025 - 30 octubre, 2025









