Análisis Indivisible
29 octubre, 2019Análisis Xbox One
Indivisible. Cuestión de género
Debo confesar que, no sé si será por la edad, pero cuanto más tiempo llevo en esto de los videojuegos más me cuesta encontrar propuestas originales. Los géneros están cada vez más definidos y depurados, tanto que con casi todos los títulos nuevos, independientemente de su calidad y acabado, no puedo evitar que a los pocos minutos de juego una vocecita en mi cabeza empiece a susurrarme: “esto ya lo has jugado antes”. Afortunadamente, de vez en cuando y sobre todo en el ámbito indie, algún estudio se atreve con propuestas más originales. Este es el caso los californianos Lab Zero Games, que de la mano de 505 Games, nos traen Indivisible atreviéndose a derribar unas cuantas barreras en uno de los títulos más ambiciosos con los que nos hemos encontrado últimamente. Ambicioso en cuanto a su jugabilidad, abarcando diferentes géneros como el RPG de acción y el plataformeo sazonado con elementos de metroidvania y de los juegos de lucha. Pero también ambicioso en cuanto a su tamaño, tanto en la variedad y tamaño de escenarios como, sobre todo, en la cantidad, el cuidado y el detalle de los personajes jugables.
Indivisible no se anda con tonterías y arranca por todo lo alto, sin darnos ninguna explicación: antes de que nos demos cuenta estaremos controlando a cuatro personajes desconocidos en plena batalla contra un ente extraño de fuerza descomunal. ¿Qué está pasando? Para cuando termina la batalla y deberían llegar las respuestas… el juego salta y nos sitúa en una pequeña aldea rural 16 años en el futuro.… Nos pondremos en la piel de Ajna, una adolescente impulsiva y un pelín arrogante que no entiende por qué su padre le obliga a seguir un entrenamiento espartano. Un buen día, al regresar de sus prácticas, encontrará la aldea ardiendo y… como suele ser habitual en este tipo de aventuras, lo que al comienzo parece una sencilla cruzada personal contra el villano de turno, Ravannavar (uno de los mejores nombres de villano de la historia, ¡qué sonoridad!), acabará teniendo repercusiones mucho más grandes de lo que podríamos suponer, llegando a poner el destino del mundo en sus manos. Pero que nadie se asuste anticipando un argumento estándar mil veces visto. Afortunadamente, la historia resulta atractiva y, sobre todo, impredecible en algunos momentos clave de la trama, lo cual se agradece bastante en un momento en el que parecía que a nivel de lore ya nos lo habían contado todo. Sin embargo, aunque el interés se mantiene sin problemas a lo largo de todo el juego, la narración tiene algunos problemas de ritmo. Cuando pasan cosas pasan muchas cosas muy rápido, pero en cambio hay largas partes del juego en las que la trama y los personajes apenas avanzan.
En cualquier caso, lo más interesante de Indivisible está en su propuesta jugable, y en esa mezcla tan curiosa de géneros que anticipábamos al comienzo de esta reseña. Durante la mayor parte del tiempo de juego nos desplazaremos por un colorido mundo 2D de scroll lateral con un importante componente plataformero (bastante hardcore en algunos momentos) apoyado en un diseño de niveles tipo metroidvania: a lo largo de la aventura Ajna irá adquiriendo objetos y habilidades que le permitirán seguir avanzando a nuevas zonas previamente inaccesibles. Además de esta progresión del personaje principal, el componente de RPG se manifiesta principalmente en el combate, otro de sus puntos llamativos. Cuando a lo largo de la aventura nos cruzamos con algún enemigo, el juego cambia hacia la típica perspectiva del (J)RPG de combate por turnos con nuestro equipo de héroes a un lado y los enemigos al otro. En este caso, siguiendo un esquema similar al que en su día mostraba el clásico Valkyrie Profile, controlamos a cada uno de nuestros personajes con uno de los 4 botones principales del mando (A, B, X, Y, en la versión para Xbox One amablemente cedida por 505 Games que hemos utilizado para este análisis) tanto para el ataque, combinando la pulsación del botón con el stick direccional, como para la defensa, pudiendo bloquear los ataques enemigos si pulsamos el botón en el momento adecuado.
Aunque la mecánica escogida para el combate limita únicamente a 3 movimientos de ataque por cada personaje, la gran cantidad pero sobre todo la gran diversidad de personajes que vamos a poder usar durante los mismos otorga a Indivisible una variedad y riqueza que ya les gustaría a muchos AAA. A lo largo del juego podremos ir añadiendo a nuestro equipo hasta 20 personajes jugables, cada uno con sus propias características y habilidades en combate, y eso sin incluir a Antoine y a Sangmu, que debido a cuestiones de producción no han podido estar disponibles el día de salida y se incorporarán en futuras actualizaciones. Por si fuera poco, Lab Zero Games ya ha anunciado que más adelante se incorporarán (en forma de DLC) como personajes jugables estrellas invitadas de la talla y el carisma de Shantae, Calibretto (Battle Chasers Nightwar), Shovel Knight o el intrépido Juan (Guacamelee). Con semejante variedad de personajes y combinaciones cada tipo de jugador va a poder llevar el combate a su terreno. Los más estratégicos podrán optar por escoger adecuadamente los componentes del cuarteto de combate para aprovechar al máximo sus sinergias y combos contra un tipo de enemigo concreto, pero al mismo tiempo el combate también puede ser muy satisfactorio para aquellos que disfruten de una buena orgía machacabotones.
Otra de las características más llamativas y originales del combate es que, en determinados momentos contra algunos jefes, el juego abandona la pantalla habitual de batalla y regresa a la vista general. En ese momento, recuperamos el control total de Ajna y el combate adopta dinámicas de los enfrentamientos clásicos contra jefes 2D en los que se premia el análisis de patrones, la esquiva continua y el golpeo en el momento preciso. Una curiosa mezcla que le sienta realmente bien.
Hablábamos hace poco de los personajes, sin duda otro de los puntos fuertes del juego. Además de su cantidad y variedad, muy por encima de los estándares indies, si hay algo por lo que los personajes destacan es por el mimo y detalle con los que han sido diseñados. Cada personaje, especialmente los jugables y algunos jefes enemigos, tiene un diseño visual único y trabajadísimo. Pero es que cada personaje jugable, además de unas habilidades en combate diferentes, tiene una personalidad y un carisma únicos así como una historia personal en la que podremos profundizar gracias a las misiones secundarias que podremos activar si conversamos con ellos en nuestro “mundo interior”. ¿Mundo interior? ¿Y eso qué es? Ya desde los primeros compases del juego empezaremos a notar que Ajna es algo más que una simple adolescente alocada. Sobre todo cuando, tras su primer combate, su rival termina atrapado -literalmente- en la cabeza de Ajna. Conforme vayamos avanzando comprobaremos que nuestra protagonista es capaz de ir incorporando a otros personajes a ese rico mundo creado en su cabeza. Lo más divertido del asunto es que, a través de la meditación, Ajna puede visitar su propio mundo interior e interactuar de diferentes maneras con todos esos carismáticos personajes. Una original manera de llevar nuestro cuartel general con nosotros (¿o debería decir dentro de nosotros?) a lo largo de toda la aventura.
La guinda del pastel la pone el apartado artístico. Algo que, viniendo de Lab Zero Games, ya no nos sorprende dado el excelente trabajo realizado en este área en su anterior título, Skullgirls. Indivisible continúa la línea artística marcada por su antecesor, con un estilo gráfico muy colorido y detallista de inspiración cercana al manga. Tanto los personajes como los diversos escenarios han sido trabajados a mano y se nota el cariño y el esfuerzo dedicado a los mismos. Mención aparte merecen las animaciones, en especial las de combate. Aunque ya hemos comentado anteriormente que este sigue un esquema de RPG por turnos, visualmente se presenta con la estética de un juego de lucha. Cada una de las animaciones durante esta fase del juego, ya sean maniobras de ataque, defensivas, magias o al encajar algún golpe, podrían pertenecer perfectamente a un juego de lucha de estética fresca y colorida. El apartado visual se completa con cut scenes realmente vistosas que realzan su estética anime realizadas por el estudio japonés Studio Trigger y el norteamericano Titmouse, contando incluso con la dirección de Yoh Yoshinari (Little Witch Academia) para la secuencia de introducción. Toda una declaración de intenciones sobre la identidad visual del juego. La banda sonora corre a cargo de Hiroki Kikuta (Secret of Mana), y aunque no resulta excesivamente extensa y podemos echar de menos algo más de variedad en determinados pasajes, acompaña perfectamente el devenir de las aventuras de Ajna tanto en los tramos plataformeros como en los de combate dejándonos por el camino algunos temas realmente bellos. El doblaje, únicamente disponible en inglés, raya a un altísimo nivel y nos regala un casting de voces realmente bien escogido para potenciar las características y la personalidad de los múltiples personajes que aparecen en el juego. Desgraciadamente, como también sucede habitualmente en muchos otros RPGs, debido a la gran cantidad de líneas de diálogo, no todas han sido dobladas, de forma que las estupendas voces quedan relegadas a los momentos más significativos de la narración.
Pese a sus múltiples cualidades, Indivisible también presenta algunos problemas que ganan peso conforme más progresamos en la aventura. Por ejemplo, algunos tramos de plataformas que presentan picos exagerados de dificultad y posiblemente necesitemos de bastantes intentos para superarlos. Afortunadamente los puntos de salvado y de respawn son suficientemente abundantes como para no desesperarnos. Los que ya no son tan abundantes son los puntos habilitados para el viaje rápido, lo que nos obliga a repetir innecesariamente algunas zonas ya superadas previamente al hacer backtracking. Aunque la mayoría de los personajes principales están muy bien caracterizados, otros se muestran mucho menos trabajados, sin apenas líneas de diálogo y sin prácticamente peso argumental. Y es una pena, porque muchos de esos personajes tienen el potencial suficiente como para haber aportado mucho más al juego. Por último, posiblemente al juego le viniesen bien algunos ajustes en el combate. Por un lado, la progresión de personaje que sí podemos apreciar en su lado plataformero no tiene contrapartida en el combate. Sí, al subir de nivel tendremos más puntos de vida y haremos más daño con nuestros golpes, pero no aprenderemos nuevos ataques ni movimientos de combate. Por otro, cuando hemos alcanzado cierto nivel seremos tan poderosos que ya no necesitaremos a personajes con habilidades curativas o que debiliten a nuestros rivales para poder superarlos, limitando bastante el componente táctico. Posiblemente no sean problemas tan graves, pero no puedo evitar pensar en que lo que podía haber sido un grandísimo sistema de combate esté en parte desaprovechado.
Lab Zero Games nos presenta un título único, con una propuesta original y un acabado artístico delicioso que, pese a sus fallos, nos tendrá encandilados durante un buen puñado de horas. Una mezcla de elementos y géneros que podrían dar para varios juegos pero que aquí se nos presentan de una forma compacta, sólida… indivisible.
Imágenes del articulo cedidas por 505Games, a través de presskits. Los logotipos y marcas que aparecen en ellas son propiedad de sus respectivos dueños y son utilizadas aquí únicamente con fines ilustrativos
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Indivisible
A Favor
- Su cuidado apartado artístico, marca de la casa.
- Un sistema de combate original y lleno de posibilidades.
- La cantidad, variedad y personalidad de los personajes jugables.
En Contra
- El gran potencial del combate está un poco desaprovechado.
- La escasez de puntos de viaje rápido alarga innecesariamente la aventura.