Venture Kid

Análisis Switch

Su ración de felicidad, gracias.

Estamos concentrados, no hay nada a nuestro alrededor que nos distraiga de la tarea que llevamos a cabo, nuestros ojos recorren cada rincón de la pantalla para no perder detalle, cada pixel que conforma la imagen contiene preciada información que debe ser recibida, procesada y almacenada. Nuestros dedos se mueven ágiles y rápidos, casi a la misma velocidad los impulsos que viajan desde nuestro cerebro para controlarlos. Los músculos del cuerpo están en tensión al borde del agarrotamiento. Todo nuestro ser está abstraído para completar una sola y precisa meta…todo? Incomprensiblemente hay 17 músculos que se encuentran haciendo otra tarea de manera autónoma, 17 músculos faciales que dibujan en la cara del jugador una media sonrisa “de tonto”. No sabemos por qué aparece en nuestra cara pero siempre aparece, no importa lo “mal” que lo estemos pasando en ese momento, y cuando eso ocurre ya no se borra durante toda la sesión, es simple y pura felicidad. Esto es lo que nos ofrece “Venture Kid”, nos da raciones de felicidad a cambio de solo 10€, no esta mal el cambio no?¿.

Menos es más.

Todo esto que comento puede parecer algo exagerado pero cualquier jugón que tenga ya unos añitos comprenderá lo que digo. Hoy en día, permitirme que me ponga en modo abuelo cebolleta, es muy raro que un juego nos proporcione esos momentos de diversión pura sin enmarañarnos con historias rimbombantes, mundos gigantes e infinitas cosas por hacer. En la época de los 8 bits, donde la tecnología apenas soportaba una docena de sprites en pantalla, reinaba la filosofía del “menos es más”. Bastaban un par de pinceladas para ponernos en situación y comenzar nuestra aventura. Un dictador, un científico loco, en definitiva, un “loquesea” planea un malvado plan lo que hará que el héroe de turno se ponga en marcha para enfrentarse al villano y así evitar el fatal desenlace. Conciso verdad?.

“Venture Kid” como buen tributo a los juegos de 8 bits toma esa premisa. En un futuro próximo, o lejano que mas da!, el profesor Teklov está construyendo un nuevo arma super secreta con el que planea instaurar la paz definitiva en el planeta y, como demostración de su fuerza, ha destruido la casa de nuestro héroe, Andy, que se pondrá en marcha armado con su pistola de plasma para desbaratar los planes del malísimo Teklov. No hay necesidad de contar nada más así que coge tu mando que esto solo acaba de comenzar.

 

Esto me recuerda a…

Puestos en situación solo nos queda acompañar a Andy por los 9 niveles que nos separan del profesor Teklov. La mecánica del juego es tan minimalista como su historia, como lo eran los clásicos a los que evoca. “Venture Kid” es un plataformas de acción en 2D y scroll lateral. Con solo dos botones, saltar y disparar, tendremos que recorrer unos niveles atestados de enemigos buscando el enfrentamiento con el boss de turno, una vez derrotado, además de avanzar a la siguiente fase se nos otorgará una nueva arma con la que hacer frente a la nueva fase o volver a alguna fase anterior para llegar a esa zona a la que antes nos era imposible llegar, el famoso “backtraking”, y conseguir un coleccionable único en cada nivel. Niveles, ya sea dicho de paso, están magníficamente diseñados y planificados para que el juego resulte en todo momento un desafío gratificante. Los saltos, como no podía ser de otra forma, están medidos al pixel y los enemigos están puestos de la forma más puñetera posible para que nos tengamos que esforzar al máximo para superar la zona sin perder uno de nuestros cuatro corazones.

 

Seguro que muchos de vosotros ya pensareis que por lo que os estoy contando (un plataformas 2D, un profesor malvado, boss que otorgan nuevos poderes) y por las capturas que acompañan al texto que “Venture Kid” se parece muchísimo a la mítica saga Megaman. Estáis en lo cierto, el juego de Snikkabo es un tributo a la mítica saga de Capcom que, al igual que ha pasado con Whitehead y su Sonicmania, han conseguido recuperar la  esencia de un clásico que ni el mismísimo Keiji Inafune ha conseguido volver a recrear. Pero Snikkabo ha introducido algunas pequeñas novedades para, digamos, actualizar un poco el título. La primera y principal es el backtraking, que ya hemos mencionado, para conseguir un coleccionable unico que se esconde en cada nivel, ha incluido un selector de dificultad y por último una tienda donde poder adquirir algunos Items que nos serán de gran ayuda durante nuestra aventura.

 

Cuidado con esos pixels que te pueden sacar un ojo!

A nivel gráfico “Venture Kid” imita a la perfección los gráficos y paleta de colores de una Nes, cosa que encantará a los nostálgicos por su adorable aspecto retro pero que dejará indiferentes a los que no sean amantes del “pixel gordo”. En su debe tenemos que decir que se echa en falta más originalidad en el diseño de enemigos pero en su haber el juego se anota  que los diseños presentes son fantásticos y refuerzan su carácter retro. En el apartado sonoro encontramos una bonita y cumplidora banda sonora compuesta por Matt Creamer, un compositor especialista en música chiptune, y unos efectos de sonido bastante pobres, incluso para una NES.

“Venture Kid” es otro ejemplo que que hace más el que quiere que el que puede. El título de Snikkabo y FDG consigue revivir, de forma velada, un clásico hace mucho tiempo dado por perdido y lo hace de manera honesta y respetuosa, buscando la diversión del jugador con un juego sencillo y directo.