Monster Boy and the Cursed Kingdom

18 diciembre, 2018 0 Por furgonetero
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Análisis Switch

Cada vez que oigo o leo a alguien decir que a juegos como Celeste, Iconoclasts, Rez o Shovel Knight se les alaba y agasaja simplemente por tener aspecto pixelado y apelar a la nostalgia, siento ganas de gritarles que o no han jugado, o no han entendido absolutamente nada. No ya porque estén basando su argumento en el puro desconocimiento del material que critican, sino porque estos juegos que he nombrado son mucho más que un aspecto pixelado. Son juegos que tomando elementos de esos juegos en los que basan su aspecto, construyen sus novedades sobre la fundación que dejaron sus principales inspiradores.

Quizás, para estos marmolillos, Monster Boy and the Cursed Kingdom es la respuesta a sus plegarias. Obviamente, que el título que nos ocupa vaya a agradar a los no dignos, no implica que sea este un mal juego. De hecho es más bien al contrario. Monster Boy and the Cursed Kingdom (MB en adelante) no es sólo una excelente mirada de complicidad hacia la clásica saga de SEGA. Es también un metroidvania asentado en mecánicas y diseños actuales. Uno de los mejores que hemos podido jugar este año, de hecho.

 

En el aspecto visual, creo que las capturas y vídeos de MB que acompañan este texto hablan por sí solas, pero por si acaso, vamos a darles su espacio. Este juego es, joder, muy bonito. Con escenarios y personajes dibujados a mano y animados a la perfección, cada momento de MB es merecedor de ser tuiteado como captura de pantalla. Mención aparte merecen los enormes jefes finales, animados y dibujados con muchísima personalidad. He de decir, no obstante, que la animación y el estilo quedan, bajo mi punto de vista, un escalón por debajo de lo que pudimos disfrutar el año pasado en el remake de The Dragon’s Trap. Así mismo, muchas de las melodías que nos acompañarán a lo largo de las aproximadamente 15 horas que dura esta aventura, son versiones, o beben directamente del juego de Master System y de nuevo, siendo unas versiones más que disfrutables de estas melodías, no están a la altura de lo visto en el remake, que convertía muchos de los cortes en temas de estilos absolutamente distintos, y quedaba tan bien que no acababa uno de creerse lo que habían conseguido desde Lizardcube. Afortunadamente, es estos apartados técnicos que este título no llega a la excelencia del remake del juego de Master System. En el resto de apartados MB supera a sus referentes y lo hace con nota.

Análisis Monster Boy and the Cursed Kingdom para Nintendo Switch

El diseño del mundo en este juego es intrincado, complejo, y tremendamente orientado a jugar con el backtracking en mente. A lo largo de las primeras horas de juego veremos multitud de pequeños atajos, huecos y puertas que nos serán inaccesibles hasta bien entrados en lo mollar del juego. Esto, que a veces puede resultar frustrante, aquí queda mitigado por un inicio que a como un tiro, se deja de introducciones y nos lanza al ruedo con una premisa simple pero que no necesita de artificios. El tío de nuestro protagonista se ha vuelto majara y está convirtiendo a todos los habitantes del reino en animales. Será obviamente nuestra misión detenerlo y poner fin a sus trastadas. Así pues, haremos un pequeño tramo en nuestra forma humana para terminar la fase convertidos en un cerdo. Más concretamente, en el cerdo con parche en el ojo que hacía las veces de tendero en The Dragon’s Trap.

Análisis Monster Boy and the Cursed Kingdom para Nintendo Switch

A partir de este instante, el juego comienza a abrirse, a florecer y a mostrar sus posibilidades mediante la equilibrada dosificación de desafíos que alternan entre plataformas y ligeros puzles que debemos resolver teniendo en cuenta las transformaciones que tengamos a nuestra disposición en ese momento. Jugar con esta mecánica y resolver puzles que exigen que alternemos entre varias formas y sus habilidades es el gran acierto de MB, proporcionando un desafío de avance constante y que se equilibra para ofrecer desafíos asequibles pero satisfactorios. Que resumiendo, jugar a este juego, moverse por los escenarios, enfrentarse a sus enemigos y jefes finales, resolver sus puzles y descubrir sus zonas a priori ocultas es, sin lugar a dudas, una delicia.

Análisis Monster Boy and the Cursed Kingdom para Nintendo Switch

Queda claro pues, que Monster Boy and the Cursed Kingdom es un juego excelente, que toma los elementos que engrandecen a sus referentes y construye sobre ellos un juego con entidad propia que es merecedor con todos los honores del título de secuela espiritual. El trabajo de Game Atelier es más que digno del respaldo brindado por FDG Entertainment y SEGA. Y sería un juego EXACTAMENTE igual de bueno, igual de valioso e igualmente trufado de buenas ideas si hubiera visto la luz bajo la premisa de los gráficos pixelados que plantearon inicialmente. O incluso con un aspecto aún más simplificado, como Celeste.

Análisis Monster Boy and the Cursed Kingdom para Nintendo Switch

Porque los juegos que generan nostalgia colectiva no lo hacen por su aspecto pixelado. Lo hacen porque eran excelentes entonces, y su excelencia sigue vigente a día de hoy. Eso es lo que parece que algunos, aún a día de hoy, no entienden.

 

 

 

 

 

 

Monster Boy and the Cursed Kingdom

9

Historia

8.0/10

Jugabilidad

10.0/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • Graficos preciosos genialmente dibujados y animados.
  • Acompañamiento musical de gran calidad.
  • Desarrollo excelentemente dosificado, con multitud de lugares por descubrir y muchísima variedad gracias a las diferentes habilidades y transformaciones.
  • Los jefes finales son enormes y variados.

En Contra

  • Ciertos puzles algo crípticos que no se explican del todo bien.