Análisis Puss!

Análisis Puss!

15 febrero, 2021 0 Por David Valero
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Cuando el Nyan Cat se hace videojuego

Ese mensaje recurrente de advertencia para personas que sufren epilepsia que está presente antes de cada juego, adquiere una importancia capital con PUSS!, el adictivo y singular juego de Teamcoil que tras su salida en PC hace un par de años ahora llega a consolas. Un servidor lo ha jugado en Nintendo Switch y de entrado aviso que ha supuesto uno de los análisis más desafiantes a los que me he enfrentado en No Es País Para Frikis.

La mejor palabra para definir a PUSS! es sin duda: absurdo. Y lo hago en todo el buen sentido de la palabra, porque si algo hemos visto desde hace años es que los memes de gatitos triunfan como la Coca-Cola en las redes sociales, y francamente gustan a (casi) todo el mundo. Pues todo parece indicar que con esto en mente el estudio Teamcoil ha decidido lanzarse a crear un juego de puzles de lo más loco en el que encarnamos el avatar de un gatito debiendo completar un total de diez niveles por mundo mientras nos desplazamos por las zonas de la pantalla habilitadas para nuestro paso. Es complicado de explicar pero pensemos en un test psicotécnico de conducir en el que no podemos salirnos del camino marcado.  Eso sí, hay que pensar que nos tenemos que haber fumado todo el jardín de la época más hippie de Los Beattles de antemano.

Psicodelia, colores brillantes, glitches gráficos intencionados y una música y efectos de sonido para llevar al infinito el efecto que nos causaría una ingesta desmedida de psicotrópicos. Todo suena muy raro lo sé, pero funciona, vaya que si funciona. PUSS! pone a prueba tu resilencia para hacerte avanzar en estos niveles cuidándonos de proteger las vidas limitadas que tenemos, algo que sucederá si jugamos de manera alocada. No obstante tranquilos, ya que el juego tiene cierta permisividad con los errores al igual que haría un examinador en el psicotécnico del coche. Y es que entrar en contacto con la “zona prohibida” no supone el final a la primera de cambio, algo que sí puede suceder  contra  cierta serie de cuerpos extraños que poblarán estas fases.

Para empezar los 10 niveles de cada mundo se generarán de manera aleatoria cual roguelike, lo que hace que puedas venirte arriba al superar de golpe 5 o 6 fases sin conceder un solo error y perder todas las vidas de golpe en el siguiente. Ya que transitar por ese camino seguro se complica con la aparición de bloques que cambian sus formas y tamaño, estrechándose o moviéndose para hacernos estar muy atentos con cada desplazamiento que hacemos.

En muchas de estas fases podemos jugar si queremos con una sola mano ya que la única interacción de nuestro mando es el propio joystick para desplazarnos, y aunque en algunas pantallas tendremos que usar a la vez el otro joystick para desplazarnos más deprisa, no hay más interacción hasta los propios bosses donde requerirá el uso de algunos botones. Cabe señalar aquí que aunque subamos la sensibilidad en las opciones de control, a diferencia del manejo con el ratón del PC,  con el mando se incrementa un poco la dificultad sinceramente ya que la precisión del ratón es un poco más inmediata.

Y si te lo estás preguntando no, no me he equivocado: hay bosses. El último de los niveles de cada mundo es un jefazo en el que las mecánicas serán algo distintas ya que habrá que recoger power ups por la pantalla para “atacar” a estos jefes mediante un frenesí de arañazos en la cara, o lanzando rayos de las manos cual emperador Palpatine. Pero en esta ocasión no tenemos a Luke Skywalker enfrente si no que nuestros adversarios serán tan variopintos como un chihuahua diabólico, una máquina tragaperras o un útero con alas, entre otros.  También hay cierto argumento en el que el gato al que encarnamos ha sido “llamado” por la pantalla de una tele para entrar en este mundo psicodélico interviniendo en un ritual satánico mientras rescatamos a otros gatitos, pero sinceramente, en PUSS! no te quedarás por eso.

Te quedarás por una jugabilidad simple hasta decir basta pero que remueve algo en nuestro interior para conseguir que queramos repetir a ver si llegamos un poco más lejos o el generador de niveles aleatorios es generoso con nosotros. Todo ello mientras suena música de todo tipo, chiptunes electrónicos, una canción clásica relajante, y además ello aderezado de efectos de ruido y televisor antiguo que casan a la perfección con la atmósfera del juego. Como tirón de orejas señalaré que cuenta con traducción a idiomas como ruso, japonés,

He comentado antes que el control en Nintendo Switch palidece un poco frente al PC sí, pero si jugamos en portátil compensa este hándicap con la omnipresente versatilidad de poder echar una partida rápida donde queramos. Un formato de juego ideal ya que una partida completa puede llevarnos poco más de una hora, pero como los niveles cambian siempre es divertido probar desafíos nuevos.

PUSS! es de esos juegos que puede que algunos jugadores pueden no aguantar ni dos minutos, pero con su original apartado artístico, una jugabilidad que da en el centro de la diana y una diversión y locura que rezuma por todos sus poros, se convierte sin duda en un rotundo éxito. Smoke and fly.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Puss!

8.3

Historia

7.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

8.0/10

A Favor

  • Su jugabilidad muy adictiva
  • La divertida locura de los jefes le aporta variedad
  • Ver al gato a lomos de unicornios o delfines

En Contra

  • La aleatoriedad de dificultad de los niveles puede desesperar
  • Tener alergia al pelo de gato