Battletech. Diversión a Toneladas.

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Análisis Pc

¡Por fin ha llegado! Ya está aquí la última entrega de una saga que se remonta a 1984, con el juego original de miniaturas BattleDroids lanzado por FASA Corporation, y que por culpa de una demanda de Lucasfilm (son propietarios de los derechos de la palabra “droid”) acabó renombrada al año siguiente. Hablamos, cómo no, de la famosa BattleTech. Una franquicia de juegos de mesa, novelas, juegos de rol, y por supuesto de lo que nos interesa, videojuegos. Dentro de este género también ha sido larga su trayectoria, con la saga MechWarrior, que comenzó en 1989, los famosos MechCommander, o los más recientes MechAssault, para XBOX y Nintendo DS. Incluso se adentraron en el terreno de los MMO con MechWarrior Online, en 2013. En el E3 del pasado 2017, durante la conferencia de PC, saltaba la noticia. Un nuevo juego de la franquicia exclusivo para PC (incluyendo Linux y Mac) estaba en desarrollo, BattleTech. Y ahora, en Abril de 2018, por fin lo tenemos aquí para analizarlo y contaros lo que nos ha parecido el juego desarrollado por Harebrained Schemes (los mismos de Shadowrun), y distribuído por Paradox

BattleTech es un juego de estrategia por turnos, similar a otros títulos como XCOM o Mario + Rabbids, pero con ambientación de ciencia ficción futurista, en la que las batallas se libran con gigantescos robots tripulados llamados BattleMechs. Nuestro papel en el modo campaña del juego será el de liderar un grupo de mercenarios en medio de una enorme guerra civil interestelar, ofreciendo nuestros servicios al mejor postor, mientras intentamos mantener a flote nuestra propia economía. Por tanto, podemos decir que BattleTech son dos juegos en uno. Por un lado tenemos la parte de gestión, en la que tendremos que elegir qué contratos nos benefician más económicamente, a qué facciones beneficiamos, qué pilotos contratamos para nuestros Mechs, y qué armas, armadura y munición equipamos en ellos. Y por otro lado tenemos el campo de batalla, donde pondremos a prueba nuestra habilidad táctica dando órdenes a nuestro pelotón de hasta cuatro Mechs en misiones de todo tipo. Y no todo vale a la hora de ganar, ya que todos los daños que suframos en batalla, nos costará dinero en reparaciones. Si alguno de nuestros pilotos muere, lo habremos perdido para siempre, y tendremos que contratar a un novato que vaya subiendo experiencia poco a poco. Si el modo campaña nos agobia, podemos tomarnos un respiro jugando escaramuzas, tanto en modo un jugador contra la IA, como multijugador contra otros adversarios humanos.

En cuanto a jugabilidad, estamos ante un juego completísimo. Tanto, que en ocasiones llega incluso a abrumar por su complejidad. Nos encontramos ante la recreación más fiel hasta la fecha del juego de miniaturas original, y por tanto vamos a tener estadísticas para absolutamente todo. Porcentaje de integridad y armadura de cada una de las partes del Mech (Pierna izquierda, derecha, torso, cabeza, brazos, espalda… Así hasta más de 12 partes, dependiendo del modelo de robot). También habrá que tener en cuenta la munición, el recalentamiento de las armas, o el daño que sufra el propio piloto si alcanzan la cabeza del robot. Tendremos diferentes tipos de armas (láseres, misiles, ametralladoras, etc.), cada una efectiva en diferentes ocasiones y contra distintos oponentes. A esto le sumamos el factor entorno, con lagos que nos ayudarán a refrigerar nuestros colosos de acero, o bosques que nos proporcionarán cobertura. Y si todo esto nos pareciera poco, hay que sumarle toda la complejidad de un juego de gestión de recursos, con costes de reparaciones, contrataciones, sueldos, compra de equipamiento, gastos de mantenimiento… Así que podemos decir sin temor a equivocarnos que se trata de un juego difícil, que no va a tener ningún miramiento a la hora de estrujarnos el cerebro para mantener a flote nuestra tropa de mercenarios, pero que una vez superada la curva de aprendizaje inicial, nos va a resultar tremendamente gratificante cuando logremos completar una misión sin apenas daños, arrancando de un cañonazo el brazo robótico de tu adversario.

Gráficamente, nos encontramos con un título que no es ningún portento, movido por el motor Unity, pero que sí que cuenta con una fotografía espectacular, y con una cámara que nos enseñará la acción desde el punto de vista más cinematográfico posible, con resultados impresionantes que lograrán que saltes de alegría cuando veas caer un Mech enemigo explotando y saltando piezas por todas partes (sobretodo porque es uno menos que dañará tus preciados y CAROS robots…). Y es precisamente en el modelado de los Mechs donde está su punto fuerte, con diseños muy detallados, y con efectos de suciedad, barro u óxido, que hacen un claro guiño a su origen de miniaturas de modelismo. En cambio, no podemos hablar tan bien del modelado del escenario, que pese a que luce bien desde una vista cenital alejada, en el momento en que hacemos zoom nos encontramos con un escenario más bien pobre en detalles.

En el apartado sonoro, nos encontramos con un trabajo impresionante de Jon Everist, compositor de las bandas sonoras de Shadowrun: Dragonfall, o Necropolis, entre otros. Para BattleTech la banda sonora que ha creado es pausada y melódica, acorde a un juego táctico por turnos, hasta que la cosa se tuerce y nos enfrascamos en la batalla, donde nos encontraremos con temas más épicos y frenéticos. En efectos de sonido también tenemos un trabajo más que notable, con gran variedad de sonidos como láseres, disparos, cohetes, explosiones… Así como las pisadas de los Mechs, que reflejan su enorme tamaño y peso haciendo vibrar nuestros altavoces con cada paso.

A nivel de rendimiento, el juego es muy estable, aunque los tiempos de carga pueden ser un poco largos para lo que estamos acostumbrados últimamente. Eso sí, en cuanto nos metemos en batalla, el framerate es continuo y sólido como una roca, sin caídas en los momentos de las explosiones o los tiroteos. Es la ventaja de no ser un “tope de gráficos”, que tiene un rendimiento excelente en todo momento.

Y no todo van a ser flores para este título. Tiene un inconveniente y de los gordos. No está traducido al español. Ni siquiera unos míseros subtítulos. Todo, tanto voces como textos, están en inglés. Lo cual en un juego como éste, con tantas opciones, estadísticas y equipamientos, puede ser un gran problema para los que no dominen un inglés de nivel medio, con bastantes términos técnicos y armamentísticos. En resumen, un grandísimo juego de estrategia por turnos, con una ambientación, una jugabilidad y un lore muy interesantes… si entiendes el inglés.