Análisis Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo – El Latido Ancestral
5 julio, 2021La última entrega de Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo es, posiblemente, el musou más rico y variado que he tenido el gusto de probar. La cantidad de contenido, personajes, misiones y armas era, como siempre, exorbitante. Pero a diferencia de otros juegos del género como Attack on Titan, Gundam Musou o Dinasty Warriors, La Era del Cataclismo introduce muchísimos elementos sacados directamente de uno de los mejores juegos de la historia (el mejor para quien os escribe) que lo elevan muy por encima de sus hermanos menores. Y ahora llega el momento de probar la primera parte del Season Pass, llamada El Latido ancestral, que vino el 18 de Junio a traernos más de todo, para que no nos falte de nada.
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Es importante, creo yo, remarcar que este primer set de contenido no trae ningún tipo de adición a la narrativa del juego principal, por lo que no es necesario para disfrutar al completo de la experiencia, aunque sí muy recomendable para todos aquellos que ya hayan exprimido el contenido original, porque lo que aquí se nos añade son básicamente nuevas formas de machacar decenas de enemigos, dejando los nuevos escenarios para el segundo set que se espera en Noviembre.
Y estas nuevas maneras de practicar el genocidio masivo en la campiña de Hyrule nos llegan en la forma de dos nuevos tipos de armas: las garras y las motos. Para obtenerlas primero debemos ir a una nueva localización Laboratorio de Tecnología Arcana, que es básicamente un árbol de habilidades cuyos nodos iremos desbloqueando usando rupias y materiales recogidos en misiones anteriores, y cumpliendo ciertos desafíos. Las garras son una especie de látigo muy efectivo a media distancia y para controlar áreas no muy grandes. Además permiten agarrar a enemigos para proyectarlos. Es ciertamente un tipo de arma bastante divertida de manejar pero la palma se la lleva sin duda la moto ancestral de Zelda, que me parece una de las armas más macarras y más satisfactorias que recuerdo en un juego de este género. Y es que provocar miles de bajas a base de caballitos, derrapes y embestidas sale de forma bastante natural. De hecho pienso, y no poco, en Carmageddon (salvando las distancias y las vísceras, claro) cuando lo uso.
Y además de las armas, tenemos un nuevo personaje que es, no lo voy a negar, el que menos esperaba que llegara como personaje jugable. Un “personaje” jugable que es nada más y nada menos que un guardián. Uno de esos robots de largos tentáculos y letales láseres que nos hacían la vida imposible en Breath of the Wild, por fin a nuestra merced. La verdad es que manejar esta especie de tanque arácnido es realmente divertido y diferente al resto de personajes, ya que es un combatiente mucho más pesado, mucho más centrado en hacer grandes cantidades de daño de área con cada uno de sus ataques. Realmente, el guardián es la gran estrella de este DLC.
Pero esto no es todo. También nos dan una nueva indumentaria ancestral para link y nos quedan además combates contra nuevos jefes aún más complicados, no por sus nuevas mecánicas, si no porque son auténticos titanes que hace muchísimo daño y tienen una cantidad de salud inmensa, nuevas misiones en escenarios ya vistos (marcadas con el distintivo EX), y un nuevo modo de dificultad apocalíptico, sólo apto para los más pacientes y duchos en esto de arrasar con horda tras horda de moblins.
Así pues, este primer set de contenido trae cosas muy interesantes, pero se nos queda algo corto, y pese a que acabar con todo el contenido puede llevarnos muchísimas horas, no hay nada que se sienta realmente novedoso con respecto a lo visto en el juego principal. Quedamos a la espera del segundo set para ver si realmente hay margen de mejora y de avance en ese aspecto.
Contenido adicional probado gracias al código proporcionado por Nintendo España.
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