Análisis Call of Duty: Vanguard

Análisis Call of Duty: Vanguard

23 noviembre, 2021 0 Por Oscar Garcia
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Larga vida al blockbuster

Pocas dudas quedan de que el cine y el videojuego son vasos comunicantes. Si bien en los albores del ocio electrónico la comunión entre ambos apenas se limitaba a que un videojuego usara la licencia únicamente para poner el nombre de un film en su portada; que luego se pareciera o no a la película era ya otra cosa. Es cierto que con el paso de los años ambos medios comparten muchas técnicas narrativas y la comunicación ahora es bidireccional, ya no solo hay videojuegos sobre películas sino que el camino inverso también es, por desgracia, algo muy común hoy día. Tanto se asemejan ya las dos industrias que incluso términos como “Blockbuster” son usados en ambas para definir a un genero muy determinado de productos. Producciones de gran presupuesto destinadas al mayor target público posible y cuyo máximo propósito, y a veces aspiración, es simplemente entretener son algo ya común en ambas industrias. Un genero que dentro de los videojuegos, al igual que en el cine, el gafapastimo más rancio de la ultima hornada de analistas culturetas suelen denostar por mantenerse fiel al único principio de buscar el entretenimiento sin necesidad de recurrir a formulas narrativas innovadoras o argumentos con carga filosófico-político-social. Ya os adelanto, por si queréis dejar de leer en este punto, que Call of Duty: Vanguard  es la apuesta de Activision por las palomitas, el entretenimiento y el “aparque aquí su cerebro”. Una formula que, le pese a quien le pese, sigue funcionando como un tiro.

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Y es que Call of Duty como saga, es un shooter que hace tiempo se dejo llevar por el espectáculo y la diversión. Si, en un principio se todas las entregan presentan argumentos que parte de premisas interesantes pero pronto se abandonan en pro de buscar las situación más épicas posibles. Vanguard arranca con la intención de contarnos una historia durante la época más sangrienta que ha conocido la historia moderna, la segunda guerra mundial. En ella un grupo multidisciplinar de soldados tiene que enfrentarse a todo el ejercito alemán para frustrar el proyecto Fenix. Uno de los puntos más interesantes de este argumento es que los personajes principales están inspirados en grandes héroes que combatieron en las filas aliadas. Sidney Cornell, soldado ingles, o Liudmila Pavlichenko, francotiradora rusa, han sido los modelos en los que se ha fijado Activision para recrear las personalidades de los protagonistas de esta entrega. Durante 9 fases recorreremos Europa para tomar parte, de una forma u otra, en las batallas más importantes de la segunda guerra mundial. Evidentemente el encorsetarse en un evento histórico real tiene como consecuencias negativa el no poder influir de forma significativa en los actos que ocurrieron en dichas batallas. Esto le juega una mala pasada a Vanguard ya que durante toda la campaña el titulo intenta una y otra vez presentar situaciones donde intenta llegar a momentos con la épicidad de títulos anteriores pero que le es imposible de alcanzar ya que no puede salirse del guion que ellos mismos se han autoimpuesto al escoger un marco temporal tan delicado como este. Esto se nota especialmente en el proyecto Fenix que al final se queda en una simple conspiración, que por muy malos que sean los oficiales nazis, se queda un peldaño inferior en intensidad si lo comparamos con entregas anteriores de la saga.

 

Donde Vanguard no se queda atrás es en su jugabilidad. Nada tienen que aprender los chicos de Sledgehammer Games del resto de shooter que hay en el mercado, más bien al contrario. El gunplay del juego están pulido como se espera en un juego de esta saga. Es un juego ágil, rápido y frenético. La situaciones pasan a la velocidad del rayo y siempre estamos inmersos dentro de un pequeño caos controlado donde el juego nos hace siempre protagonistas. Cada arma esta diseñada con mucho cuidado y ninguna de ellas se comporta de manera similar. Además, equiparlas puede alterar nuestro comportamiento en el terreno haciendo que, por ejemplo, perdamos movilidad si equipamos un arma de gran tamaño. Hacerse con los controles es sencillo e intuitivo y a los pocos minutos de empezar la partida ya habremos interiorizado todo lo necesario para “sentirnos” parte de la elite de los e-sports. Se evoluciona en el uso de las coberturas, la gran asignatura pendiente de la saga, y como aprovecharlas durante las fases. También se le otorga a cada uno de los protagonistas habilidades únicas y las fases están diseñadas para que  podamos explotarlas al máximo. El “pero” que encontramos a esto es la falta de ambición que han tenido en este punto ya que no han sabido aprovechar la ocasión para ofrecer situaciones que propiciaran la colaboración entre los distintos integrantes del equipo y recurrir a sinergias entre las distintas capacidades de cada uno de ellos. Otro gran pero en la jugabilidad del titulo es la IA. Los enemigos que nunca intentan flanquearnos, que no se parapetan tras coberturas y cuya estrategia es lanzarse hacia nosotros hacen que el juego sea bastante fácil.  Por otra parte los aliados no son mejores. No nos cubren en los tiroteos, no nos ayudan en ningún momento, mas bien molestan lastran un titulo que en principio se planteaba como una aventura coral pero que termina siendo un “yo contra todos”. Pero esto es “Call of Duty” y al final es tos fallos solos los vemos si vamos afinando nuestro ojo critico. Si nos disponemos delante de la tele con la predisposición de disfrutar, es cierto que son fáciles de pasar por alto porque el juego esta destinado ha hacerte disfrutar en todo momento. Vanguard premia al jugador constantemente, cada tiroteo, cada situación de tensión siempre termina con un momento encriptado de gran espectacularidad. Son estas pequeñas chuches, y las excelentes cinemáticas entre fases, las que nos empujan a terminar las fases sin pensar demasiado en los errores que pueda esconder el juego.

Estamos ante una de las sagas más queridas y mimadas de Activision y eso deja notar en su apartado artístico. El motor IW sabe adaptarse a la nueva generación de maravilla. Vanguard tiene un acabado absolutamente impresionante. Escenarios, diseño de niveles, de personajes, vestuarios, armas, luces, partículas… el apartado artístico brilla a un gran nivel. Y aunque todo luce muy espectacular me da la sensación de que no se ve un salto generacional y se queda en la estela de los visto en Cold War. Un problema que no podemos pasar por alto es el rendimiento del juego. Vanguard tiene en algunos momentos caídas de frame rate verdaderamente alarmantes y no solo durante las misiones sino también en las cinemáticas reproducidas con el motor del juego. Es el primer juego que he jugado en mi Series X y que he tenido momentos de pensar si era mi consola la que fallaba. Esto al final son problemas de optimización y se suelen solventar a base de parches. Por supuesto el juego viene con un trabajo de doblaje de auténtico cine.

Dejo para el final el apartado online del juego. Activision da una lección de como se han de sacar los modos online en los juegos trayendo de base una ingente cantidad de contenido. 20 mapas para jugar, todos los modos de partida habituales en la saga, incluido el clásico Zombi, y nuevos tipos de partida como el modo patrulla y el rey de la colina dejan patente que Call of Duty es un juego destinado a ocupar las horas de los jugones durante todo este año.

Entre algunos analistas de la, mal llamada, prensa seria se ha tildado a Call of Duty: Vanguard de continuista, de no saber aprovechar la nueva generación, de no contar historias más comprometidas o de no saber profundizar en la psique de sus personajes. Pero es que realmente Call of Duty: Vanguard no busca nada de eso. No quiere evolucionar el genero ni buscar la quinta esencia de lo jugable o narrativo. Como dije al principio de esta review, este juego es una apuesta por las palomitas, la acción y la diversión. Una oda a las explosiones, a los disparos y a levantarte gritando del sofa. Una formula que, pese a no ser del agrado de parte de la critica actual, sigue funcionando perfectamente. Call of Duty: Vanguard es diversión en vena y pedirle más que eso es simplemente no tener ni idea de videojuegos.

 

Call of Duty: Vanguard

8.3

Historia

7.0/10

Jugabilidad

9.0/10

Diseño Artístico

8.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • Jugabilidad pulida.
  • Campaña divertida y espectacular
  • Gran contenido en su modo Online
  • Apartado audiovisual de autentico lujo.

En Contra

  • Caídas de frame rate.
  • La IA deja mucho que desear.
  • Falta interacción entre los protagonistas.