Piczle Colors. La lógica del color

15 abril, 2019 0 Por furgonetero
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Análisis Nintendo Switch

A veces me da por pensar que los videojuegos se comportan un poco como esa fauna que puebla los institutos norteamericanos que tantas veces hemos visto en cine y en series televisión. Como no puede ser de otra forma, al frente tenemos a los populares, siempre tan estupendos y brillantes que todo el mundo los adora. No pueden evitar ser el centro de atención, y acaparan todas las noticias y rumores en los corrillos de los pasillos y en el periódico del instituto. De entre ellos, saldrán elegidos los reyes del baile de promoción al final del curso. Pero estos populares no son los únicos. Tenemos a los deportistas, que regresan cada curso deseosos de mostrar al mundo el nuevo regate que han aprendido durante las vacaciones de verano. Tampoco pueden faltar los matones que no pueden evitar golpear cualquier cosa que se ponga a su alcance, o los frikis que se esconden en la biblioteca para jugar a no sé qué cosas de nicho que los demás no son capaces de entender. Otro grupo en alza son los indies, los alternativos, que dicen ir a su bola pero en el fondo les encanta lo retro y las camisas de cuadros. Empollones obsesionados con las notas, góticos, los que no pueden vivir sin el móvil, los miembros del club de rol… Y luego están los invisibles. Esos que sin querer destacar, sin hacer ruido, siempre están ahí. Los eternos ignorados, los parias a los que nadie solemos prestar atención pero que, cuando finalmente lo hacemos, nos sorprenden muy gratamente. Si realmente existiese un paralelismo entre videojuegos e institutos televisivos… el juego que protagoniza esta reseña, sin duda, encajaría en esta categoría.

Piczle Colors, desarrollado por la compañía japonesa Score Studios y publicado por Rainy Frog supone la tercera incursión de la familia Piczle en Nintendo Switch después de los lanzamientos de Piczle Lines DX y Piczle Lines DX 500 Puzzles Más a lo largo de 2018. Como su propio nombre sugiere, la propuesta de la serie Piczle está basada en la resolución de puzzles mediante los cuales podremos desvelar las imágenes que se ocultan detrás de los mismos. Si la propuesta de Piczle Lines estaba basada en la unión de diferentes puntos numerados mediante líneas de diferentes colores para desvelar las imágenes ocultas, Piczle Colors se aproxima más a una de las sagas de puzzles más longevas de Nintendo: Picross, concretamente a algunas de las mecánicas utilizadas en los Picross 3D.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

Aunque realmente no sería necesaria en un juego de este tipo, se agradece que Piczle Colors proponga una sencilla historia que sirve como excusa para introducir los distintos puzzles que conforman el juego: el despistado profesor Matrix ha inventado una pintura, la Piczle Paint 3000, capaz de eliminar el color de todo lo que toca. Como no podía ser de otra forma, ocurre un accidente que hace que multitud de objetos pierdan su color. Encarnando a la pequeña androide Score-chan, nuestra misión será devolver el color perdido a nuestro mundo, un puzzle detrás de otro.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

Los puzzles se nos presentan en forma de cuadrículas en blanco de diferentes tamaños que deberemos ir rellenando utilizando la información disponible. Cada fila y cada columna muestran una serie de números de diferentes colores que representan el número de celdas que habrá que pintar de cada uno de ellos en cada fila/columna. Lo que no nos indican es la distribución de esos colores, que tendremos que deducir mediante el uso de la lógica, de forma que poco a poco iremos pintando una imagen que se desvelará completamente al finalizar el puzzle. Aunque pueda parecer una mecánica sencilla, el juego no tarda en complicarse conforme se introducen cuadrículas más grandes, hasta un tamaño máximo de 15×10 en los niveles más avanzados, y un mayor número de colores simultáneos en pantalla. Los puzzles que componen el juego se agrupan en 6 niveles de dificultad creciente, inaccesibles al principio del juego pero que iremos desbloqueando conforme vayamos resolviendo puzzles de niveles anteriores. Cada puzzle resuelto, además, nos dará una moneda que podremos usar para desbloquear los diferentes extras que ofrece el juego, como pueden ser un visor 3D de los personajes del juego o un simpático libro para colorear. Además, el título incluye su propio sistema de trofeos, una detallada sección de estadísticas así como socialFACE, un trasunto de red social propia del juego a través del cual los diferentes personajes de la familia Piczle irán comentando nuestro avance en el juego.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

En cuanto a lo visual, el juego hace gala de unos coloridos y vistosos gráficos en 3D para representar la parte de la historia y un interfaz sencillo pero muy claro en las pantallas de resolución de puzzles. El aspecto es desenfadado, casi infantil, cosa que choca un poco con el contenido del juego, tal vez demasiado difícil para el público más joven. En general, no podemos decir que el juego destaque por su apartado gráfico, pero es que tampoco lo necesita. El apartado sonoro destaca por las animadas melodías que acompañan tanto las pantallas de menús como el desarrollo de los distintos puzzles. Aunque no son demasiadas ni excesivamente variadas, tienen la virtud de no hacerse pesadas durante el desarrollo del juego, lo cual tiene su mérito cuando por ejemplo llevamos escuchando el mismo tema durante 20 minutos seguidos en alguno de los niveles más avanzados. Los efectos de sonido son sencillos, básicamente las brochas al pintar las celdas de la cuadrícula del puzzle, pero acompañan perfectamente al desarrollo del juego.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

El principal punto oscuro del juego lo tenemos en el control. Aunque el control táctil es ágil y extremadamente preciso, si optamos por jugar con los joycons el control se siente, en general, lento y un poco torpe. Incluso impreciso en algunas ocasiones, coloreando la celda adyacente a la que queremos marcar. No es un problema especialmente grave, pero sí se acaba notando cuando llevamos ya unos cuantos niveles a cuestas y nos gustaría poder avanzar un poco más rápido. Esta sensación tampoco mejor al utilizar un mando externo en modo dock, posibilidad que no estaba contemplada de salida pero que se ha añadido a través de una reciente actualización. En cuanto a su dificultad y duración, las reglas para resolver los puzzles no son complejas y resultan sencillas de interiorizar ya durante los primeros niveles. Esto no quiere decir que el juego vaya a resultarnos un paseo y requerirá de toda nuestra capacidad de razonamiento, sobre todo en los niveles más avanzados. Superar cada uno de los puzzles nos llevará desde apenas un minuto en los niveles más sencillos hasta 15-20 minutos para los más avanzados, y la resolución de un puzzle siempre nos dejará con ganas de comenzar con el siguiente.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

Aunque no hubiese estado de más la inclusión de algún modo de juego más, Piczle Colors anda sobrado de contenido. Teniendo en cuenta que el juego incluye 300 puzzles a los que hay que sumar 40 extras incluidos en la última actualización, podemos hacer nuestras propias cuentas sobre la duración aproximada del título. Eso sin contar con la rejugabilidad, que es muy elevada: después de haber superado los 340 puzzles del juego cualquier puzzle que decidamos repetir nos va a parecer como si fuese nuevo. Además, el propio juego nos reta a tratar de mejorar nuestros propios tiempos, que siempre resulta un gran aliciente. No debemos descartar, además, la posibilidad de nuevas actualizaciones gratuitas con nuevos puzzles, algo que Score Studios ya nos regaló en Piczle Lines DX y que siempre resulta de agradecer.

Análisis Piczle Colors para Nintendo Switch

En general, Piczle Colors es un juego a reivindicar, uno de esos títulos invisibles en los que normalmente no nos fijamos pero al que, si decidimos darle una oportunidad, no solo no nos va a defraudar sino que nos va proporcionar horas y horas de entretenimiento mientras le damos un poco a la cabeza. Tal vez no sea un título al que dedicarle largos períodos de juego, pero sí un título ideal para esos periodos cortos en esperas, viajes o momentos de desconexión. Piczle Colors es un juego que no engaña en su planteamiento y nos da exactamente lo que promete. Incluso más. Y eso, en los tiempos que corren, ya es mucho.

 

 

 

 

 

Piczle Colors.

7.9

Historia

7.5/10

Jugabilidad

8.5/10

Diseño Artístico

7.5/10

Diseño de Sonido

8.0/10

A Favor

  • Mecánicas sencillas y adictivas. Un puzzle más y...
  • Gran cantidad de contenido para interminables horas de entretenimiento.
  • Ideal para sesiones cortas de juego.

En Contra

  • Escasez de modos de juego.
  • Controles poco ágiles con los joycon.
  • Puede resultar repetitivo en sesiones largas de juego.