La venganza de Sakurai
Es imposible comenzar esta reseña sin mencionar a Masahiro Sakurai. Tal vez a algunos despistados el nombre no les diga nada, pero si decimos que es la mente creativa detrás de la franquicia Smash Bros. (Super Smash Bros. Ultimate es el juego de lucha más vendido de la historia, muy por encima del mítico Street Fighter II) igual cambia un poco la cosa. Pero es que su currículum no termina ahí, y es que el creativo japonés también fue el creador de otro de los personajes más icónicos de Nintendo: Kirby. Un personaje que surgió de la mano de Sakurai y HAL Laboratory por primera vez en Kirby’s Dream Land en 1992, se convirtió rápidamente en un éxito y con el paso de los años se ha consolidado como una de los personajes más importantes y queridos de Nintendo, llegando a protagonizar más de 30 juegos entre su serie principal y un buen puñado de spin-offs de lo más diverso.
Podríamos destacar muchos de estos títulos pero uno de los más singulares, tanto por su jugabilidad como por lo acontecido durante su desarrollo, como por sus resultados, fue Kirby Air Ride, publicado para Gamecube en 2003. ¿Qué es lo que hace de este título algo tan especial? Por un lado, una jugabilidad adelantada a su tiempo para un juego de carreras y por otro un desarrollo bastante accidentado, previsto inicialmente para Nintendo 64, cancelado, resucitado y finalmente lanzado para Gamecube. Todo esto, sellado por una pobre recepción crítica y unas ventas más que discretas, supusieron la dimisión y la salida de Sakurai de HAL Laboratory así como su alejamiento de las aventuras del rosado personaje.
Todo parecía indicar, más allá de la presencia de algunos de los personajes de la franquicia en diferentes entregas de Smash Bros., que aquel fallido intento con Air Ride iba a ser el último contacto de Sakurai con Kirby y demás familia… menos mal que, como a veces sucede, la realidad sigue empeñada en sorprendernos. Y es que, si hubo un anuncio durante la presentación de abril de Switch 2 que nos pilló con el pie cambiado, fue precisamente este Mario Kart de Kirby vinculado directamente al maestro japonés, sobre todo en un evento en el también se había presentado, y con todo lujo de detalles, la última entrega del juego de carreras del fontanero.
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Pocos meses después, una vez pasado el shock del anuncio, Kirby Air Riders llega a nuestra flamante Switch 2 con la complicada misión de convencernos en un segmento gobernado por Mario Kart y de tratar de curar la herida en el historial de Sakurai. Una papeleta difícil pero que, ya lo adelanto, el nuevo juego de Nintendo ha superado con creces.
Antes de ponernos con el detalle creo que es necesario enfrentarnos al elefante en la habitación: ¿es este Kirby Air Riders otro Mario Kart? O, como decíamos más arriba, ¿el Mario Kart de Kirby? Si nos ceñimos a lo que vemos en pantalla nos encontramos ante un juego de carreras en cuyo modo principal (Air Ride) tendremos que dar varias vueltas a toda velocidad a circuitos tan locos como coloridos, bien surtidos de saltos, derrapes y atajos… mientras nos ocupamos de nuestros enemigos usando todo tipo de habilidades y power-ups.
Así de primeras, ya sabéis aquello de “si tiene orejas de gato, bigotes de gato, ojos de gato, uñas de gato… será un gato”, sí que parecería otro clon más del juego de karts por excelencia… pero lo cierto es que esa sensación desaparece por completo en el momento en el que nos ponemos a los mandos por primera vez y arrancamos el tutorial en la Escuela de Pilotos. Sí, amigos, este es un juego en el que DEBEMOS jugar el tutorial, si es que queremos enterarnos de algo.

Al hacerlo no tardaremos en darnos cuenta de cosas como que Kirby Air Riders es un juego que no tiene botón de acelerador (se acelera automáticamente) y en el que únicamente – ¡ja! – tendremos que preocuparnos por mantener la dirección, frenar cuando sea necesario y retener nuestra nave en las curvas para derrapar y volver a la trazada con la máxima velocidad posible. ¿Fácil? Pues no, después de haberle metido un buen puñado de horas todavía me cuesta encontrar la mejor forma de frenar sin perder energía en determinadas curvas o aterrizar correctamente después de un salto acrobático preocupado por mis enemigos.
Lo cierto es que cuando por fin nos lanzamos a la pista a competir (y ya no hablo del online, que puede llegar a ser una auténtica locura) la pantalla se convierte en un festival de cosas que no dejan de suceder a nuestro alrededor sin saber demasiado bien por qué y que tardaremos unas cuantas horas en desentrañar, interiorizar e incorporar en nuestro juego. Y es que, además del manejo básico de nuestra nave, tendremos que contar con multitud de power ups, habilidades especiales de los personajes, absorción de poderes, giros rápidos (con una desafortunada elección de control, todo hay que decirlo) y, uno de los elementos más interesantes del juego, un abanico de distintas naves que no se diferencian únicamente en los parámetros habituales (aceleración, velocidad máxima, maniobrabilidad…) sino que tienen características completamente distintas y que hacen que nuestra manera de jugar tenga que cambiar completamente dependiendo de nuestra elección.
Vaya, un juego de Masahiro Sakurai en el que la jugabilidad y la manera de competir cambian completamente según la nave y el personaje que escojamos. ¿Nos recuerda a algo? Sí, decíamos antes que el envoltorio de este Kirby Air Riders puede recordarnos al de un Mario Kart, pero es que una vez lo retiramos y nos quedamos con la chicha… nos encontramos ante un juego con el espíritu de Smash Bros. Una sensación que se intensifica en el online o en la modalidad Pruebas urbanas, en la que a través de sus dos fases (preparación y circuito) se van a desencadenar auténticas batallas campales.

Además de la Escuela de Pilotos y los dos modos principales, Air Ride y Pruebas urbanas, ya mencionados, el juego incluye dos modos extra que le dan muchísima versatilidad. Por un lado encontramos las carreras A vista de pájaro en las que cambia la perspectiva y la escala de los circuitos, convirtiéndose en una experiencia cercana a los clásicos Micro Machines pero incorporando todos los elementos de Air Riders, y por otro tenemos el modo Escapada, que podríamos definir como una pequeña campaña roguelike en la que en cada run tendremos que ir progresando mientras escogemos distintas rutas con sus correspondientes retos y perks. Todo esto sin olvidar un completo modo online con distintas modalidades de hasta 16 jugadores así como los eventos Air Ride diarios y los de Pruebas urbanas que irán apareciendo cada pocos días.

Otro aspecto que merece destacar del juego es la ingente cantidad de contenido desbloqueable que incluye. Cada uno de los 5 modos de juego, incluyendo el online, tiene su propio mapa de 150 recompensas gracias al cual podremos obtener nuevas naves, pilotos, circuitos, accesorios, elementos decorativos para las naves, opciones de personalización para las tarjetas de licencia de piloto, música… recompensas que no podremos desbloquear simplemente jugando, sino jugando bien y cumpliendo determinados objetivos vinculados a cada una de ellas, por ejemplo terminar un circuito en un tiempo determinado o terminar una carrera haciendo un giro rápido. Esto nos daría un total de 750 retos distintos para desbloquear todos los elementos del juego… lo que nos puede dar una ligera idea de las horas y horas que vamos a tener que dedicar al juego para conseguirlo todo.

Toda esta jugabilidad se apoya en un apartado técnico más que solvente que nos va a permitir disfrutar desde divertidísimo caos a unos rocosos 60 fps tanto en dock como modo portátil potenciado por el nuevo motor SOL-AVES que, según Bandai Namco, le ha permitido beneficiarse de mejoras en la animación, físicas y fluidez. A nivel artístico el juego es cumplidor y nos entrega, sin demasiados alardes, todo lo que podríamos esperar en el brillante y colorido mundo de Kirby, destacando la originalidad de algunos de los circuitos.
Kirby Air Riders es un juego, como se suele decir, fácil de aprender pero difícil de dominar, pero tiene algo que lo hace especial. Y es que, incluso en esas primeras horas en las que aprendes a base de golpes y puedes estar más perdido que un pulpo en una cacharrería… te lo vas a pasar estupendamente bien. Y cuando empieces a dominarlo, te lo pasarás todavía mejor. Kirby Air Riders es un caos divertidísimo, el regreso por la puerta grande de Masahiro Sakurai a su propia casa, imponiendo sus propias reglas, mientras saborea su venganza.
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A Favor
- El regreso de Masahiro Sakurai a la que fue su casa.
- Uno de los juegos de carreras más divertidos que vas a poder encontrar.
- Diferentes modos de juego que aportan gran variedad.
- Como si fuese un juego de lucha, cada nave presenta una jugabilidad diferente.
En Contra
- Necesitarás paciencia para dominar el juego. Aunque te lo pasarás muy bien por el camino.
- La elección del control para el giro rápido es bastante desafortunada.






