Vampire Therapist. Análisis.
10 septiembre, 2024Una divertida y original oda a la normalización de la psicoterapia y a la importancia de la salud mental.
La salud mental es un tema muy en boga hoy en día. Y no es para menos: en estos lares del primer mundo en los que tenemos la enorme fortuna de haber nacido y habitar, las enfermedades mentales son una de las mayores lacras que asolan a la sociedad. Casi todo el mundo ha sufrido, en mayor o menor medida, algún episodio de ansiedad, una fase depresiva, o algún otro trastorno de orden psicológico, arrastrados como estamos por un ritmo de vida desenfrenado, carente de toda mesura, control ni equilibrio. Lo queremos todo, fácil y para ayer, y hemos perdido la capacidad de parar, reflexionar, disfrutar del momento, y sobre todo, de escucharnos, apoyarnos, comprendernos y ser indulgentes con nosotros mismos. Y así nos va.
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Por eso productos como el que hoy nos ocupa son importantes. Y además, en este caso, resulta refrescante, original y tremendamente divertido. Porque Vampire Therapist es sobre todo una entretenida historia sobre un vampiro que busca la redención de una atribulada vida y una violenta no-muerte a través de la ayuda y el acompañamiento a otros compañeros de la oscuridad que atraviesan momentos delicados en su transitar por la muerte en vida. Por centrar el tiro, empecemos diciendo que estamos ante una visual novel con todas las de la ley: tenemos que tener ENORMES ganas de leer para enfrentarnos a este título, como ocurre con todos sus compañeros de género. Pero esto no supone ningún problema para los aficionados al mismo, y os aseguro que incluso si no lo sois, este juego ofrece más que eso, y merece la pena hincarle el colmillo (badum, tsssss!).
En Vampire Therapist seguiremos las peripecias de Samuel, un vampiro vaquero (si, vaquero, cowboy, porque… ¿por qué no?) que atraviesa el océano hasta llegar a Berlín, en busca de las enseñanzas de un gran psicoterapeuta vampírico que allí habita: el gran Andromachos, un vampiro ancestral con origen en el mismísimo Egipto antiguo. De la helada mano de Andromachos, Sam se embarca en un viaje hasta el fondo de la mente (vampírica), a bordo de la Terapia Cognitivo-Conductual, que es la corriente que sigue su mentor. Así, Sam irá recibiendo lecciones de Andromachos, en las que aprenderá técnicas y estrategias para lograr que sus pacientes se abran a él, y sobre todo, irá adquiriendo conocimientos sobre las distintas “distorsiones cognitivas” descritas en esta escuela psicológica, que serán las llaves que le permitirán abrir los bloqueos mentales, tanto los de sus pacientes, como los suyos propios, y de la gente que le rodea en el día a d… perdón, en el noche a noche.
Porque la mecánica principal (y casi la única) del juego es esa: en determinados puntos de nuestras conversaciones, tanto con Andromachos, como con nuestros distintos pacientes, se nos ofrecerá la posibilidad de identificar qué distorsión cognitiva está entrando en juego en cada momento, resultando tremendamente satisfactorio cuando conseguimos dar la respuesta correcta. Además, los “slots” que tenemos para distorsiones cognitivas “equipadas” en cada sesión con los pacientes es limitada, y tendremos que elegir a priori la “alineación” de las mismas que queremos tener disponibles, partiendo de la base del conocimiento que tenemos ya de la problemática individual de cada paciente. Esto, a medida que va aumentando el número de distorsiones que conocemos, se va convirtiendo en un reto, que lejos de ser abrumador es súper interesante y adictivo. Y además es que el juego se adapta a las elecciones que hagamos, porque este no es un título en el que vayamos a quedarnos atascados ni a tener que empezar de nuevo (salvo por temas de desbloqueo de logros y demás, pero esa es otra historia): lo que el juego quiere sobre todo es presentarte un elenco de personajes interesantes y sobre todo muy carismáticos, y contarte sus historias, que rápidamente se alejan del tono humorístico y socarrón que envuelven el conjunto, para sumergirse en lo más terrible, doloroso y traumático de la existencia humana (y vampírica).
Además de esta mecánica, tendremos algún que otro minijuego que irá dando algo de variedad al gameplay, como una rutina de meditación basada en la atención a la respiración y el reconocimiento de nuestros pensamientos, y una prueba de habilidad para hincar los colmillos en el lugar apropiado al morder a nuestras ¿víctimas? ¿Compañeros de juegos? Esto añade variedad y permite descansar de tanto seleccionar distorsiones, que será lo que básicamente hagamos a lo largo de casi la totalidad de la historia.
A nivel técnico Vampire Therapist el juego rinde bien. Adolece de unos tiempos de carga que se antojan desproporcionados para el tipo de propuesta de la que se trata, pero sin duda el resto del conjunto compensa la experiencia, que resulta más que agradable y fluida. El estilo artístico es adecuado para dotar a los personajes de realismo y “tridimensionalidad” (en sentido figurado, aquí todo es bidimensional, e incluso un poco rollo cartoon). Pero donde el juego sobresale muy por encima de la media de su clase, y destaca incluso entre muchos de los que he tenido la oportunidad de jugar este año, es en el doblaje. Encontrar una visual novel con absolutamente todos los textos doblados ya es una rareza extraordinaria. Pero además, que el nivel de las actuaciones vocales sea el que tenemos en Vampire Therapist es un auténtico lujo, máxime teniendo en cuenta que varios de los personajes principales están doblados por el mismo actor, encarnando registros tan dispares como los del propio Sam y su mentor Andromachos. Si, son la misma persona. Aplausos, por favor.
Vampire Therapist es la ópera prima de Little Bat Games, estudio berlinés fundado en 2022, y aterriza en la escena de las visual novel con muy buen pie. Además, la vocación divulgativa y socialmente educativa de este título, esforzándose por visibilizar los trastornos psicológicos, así como la importancia y naturalidad de recibir psicoterapia, lo hace además, en mi opinión, imprescindible en los tiempos que corren. De la mano de Sam y Andromachos recordaremos que no somos el centro del universo, que tenemos todo el derecho del mundo a tener miedo, a equivocarnos, a enfadarnos, que la culpa de todo no la pueden tener siempre los demás ni las circunstancias, y, sobre todo, que tenemos que estar siempre muy atentos para ser indulgentes, compasivos y cariñosos con nosotros mismos, ya que es la única manera de conseguir radiar en positivo hacia el mundo. Casi nada, ¿verdad? Y vosotros, ¿os atrevéis a buscar vuestras distorsiones cognitivas de cabecera?
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Vampire Therapist
14,79€A Favor
- Normalizar la psicoterapia es BIEN.
- El doblaje es absolutamente soberbio.
- La mecánica de acertar la distorsión cognitiva es muy satisfactoria.
En Contra
- No está traducido al español, sólo lo tenemos en inglés.
- Los tiempos de carga son extrañamente largos en algunos casos.
- La mecánica principal puede hacerse algo repetitiva a medida que pasan las horas de juego, y no es un juego corto.