
The Precinct. Análisis
2 junio, 2025The Precinct, desarrollado por Fallen Tree Games, y editado por Kwalee, llega con una propuesta fresca pero nostálgica: ser un «GTA a la inversa«, donde en lugar de causar caos como un criminal, lo combatimos desde dentro del cuerpo policial. Esta idea no es del todo nueva, pero sí escasa. Algunos juegos han coqueteado con esta perspectiva —True Crime: Streets of LA, L.A. Noire, e incluso Sleeping Dogs en su faceta más legal—, pero The Precinct decide abrazar completamente el papel del agente de la ley, dándole al jugador control sobre patrullajes, intervenciones, investigaciones y persecuciones con la justicia como estandarte.
Con claras influencias del cine policiaco de los 80, especialmente del género «neon-noir», el título mezcla estética retro, sandbox moderno y un sistema de crimen dinámico que recuerda a la caótica vida urbana de GTA IV o Watch Dogs. Sin embargo, aquí el caos no es el objetivo, sino el enemigo. Analizamos The Precinct en su versión para Steam, donde el juego presenta voces en inglés con subtítulos en español, algo que lo hace accesible para el público hispanohablante sin perder la ambientación original. Con su mundo abierto, persecuciones cinematográficas, y una historia de venganza y justicia, esta producción apunta alto dentro de un subgénero poco explorado.
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La historia de The Precinct se centra en Nick Cordell Jr., un agente novato recién salido de la academia que comienza su carrera en una ciudad al borde del colapso. La ciudad de Averno es un hervidero de corrupción, decadencia y violencia, y Nick pronto se ve arrastrado a una espiral de crímenes, bandas rivales y conspiraciones ocultas. Pero hay algo más que deber en su camino: el asesinato sin resolver de su padre, un oficial caído en acto de servicio, cuya muerte es el motor emocional que empuja al protagonista a limpiar las calles y encontrar la verdad.
La narrativa se presenta como una carta de amor al thriller policial ochentero, con claros homenajes al cine de esa época: desde la música hasta los encuadres y el diseño de personajes. A medida que Nick patrulla, se involucra en operaciones que lo llevan desde infracciones menores hasta situaciones de alta tensión como asaltos a bancos o enfrentamientos entre bandas. Cada misión, cada rincón de la ciudad, parece guardar una pista más sobre la verdadera historia tras la muerte de su padre. El guion se toma en serio, y aunque a ratos cae en clichés del género —el novato que descubre que todo está podrido, el mentor con un pasado oscuro, el alcalde sospechoso—, sabe usarlos para reforzar la ambientación y el tono. La progresión narrativa combina misiones principales con casos secundarios que ayudan a dar cuerpo al mundo y aportan variedad. No se trata solo de perseguir criminales, sino de sumergirse en una urbe viva, contradictoria y peligrosa.
En lo jugable, The Precinct combina acción sandbox con mecánicas propias de un simulador policial ligero. El juego nos permite movernos libremente por Averno a pie, en coche patrulla o incluso en helicóptero, respondiendo a una variedad de incidentes generados de forma procedural. Desde crímenes menores como estacionamientos ilegales o disturbios callejeros, hasta atracos a mano armada y persecuciones a gran escala, el sistema de sandbox del crimen está vivo y constantemente nos lanza retos. Una de sus fortalezas es la flexibilidad táctica: podemos optar por actuar en solitario o pedir apoyo mediante un sistema de refuerzos muy robusto. Podemos solicitar patrullas adicionales, colocar bandas de clavos, organizar bloqueos o incluso coordinar ataques desde el aire. Esta variedad convierte cada intervención en una pequeña estrategia urbana.
El combate mezcla tiroteos clásicos con coberturas y algunas mecánicas contextuales (como arrestos no letales), pero no alcanza la profundidad táctica de juegos como SWAT 4. Aun así, cumple al ofrecer un ritmo ágil y una sensación de autoridad, sobre todo al ejecutar maniobras coordinadas. Además, la IA de los enemigos y de los ciudadanos es sorprendentemente reactiva: los criminales huyen, se atrincheran o se rinden, mientras los civiles reaccionan al peligro con realismo. Esto alimenta la sensación de estar en un mundo en constante movimiento. También hay una ligera progresión del personaje: podemos mejorar nuestro equipo, desbloquear vehículos especiales y acceder a zonas nuevas conforme ganamos experiencia.
Sin embargo, no todo es perfecto. El mapa puede sentirse algo repetitivo tras muchas horas, y algunas misiones secundarias caen en cierta monotonía. Aun así, la mezcla entre historia principal, casos aleatorios y libertad de acción mantiene el interés general.
Técnicamente, The Precinct entrega una experiencia sólida, aunque no exenta de áreas de mejora. Gráficamente, el título opta por una estética retro-futurista, combinando iluminación neón con escenarios urbanos decadentes propios de la costa este estadounidense en los años 80. La dirección artística brilla más que la calidad de texturas o modelos en sí, pero la atmósfera está lograda gracias a un uso efectivo del color, la niebla y los efectos climáticos dinámicos. El ciclo día/noche y el clima variable no son meros adornos: afectan la visibilidad, el comportamiento del tráfico y hasta las reacciones de los NPC, dotando al mundo de una capa de inmersión añadida. Las persecuciones bajo la lluvia, con reflejos en el asfalto y rayos cruzando el cielo, son particularmente cinematográficas.
El apartado sonoro es otro punto fuerte. La banda sonora remite directamente al cine noir ochentero, con sintetizadores oscuros y temas rítmicos que se intensifican en persecuciones o momentos clave. Las voces están completamente en inglés, con interpretaciones convincentes y una buena gama de emociones. Los subtítulos en español son claros y bien localizados, con una adaptación a los chascarrillos y frases hechas españolas que sorprenden en algunos diálogos sacándonos alguna sonrisa.
En cuanto al rendimiento, en la versión de Steam el juego se comporta de manera excelente. Sus requisitos en pc son sorprendentemente bajos (sólo ocupa 8 gb de espacio en el disco duro) por lo que se mantiene estable en los 60 fps en calidad alta, con tiempos de carga aceptables en casi cualquier pc de gama media. A nivel de bugs, encontramos algunos típicos del género sandbox —NPCs atascados, colisiones extrañas— pero nada que arruine la experiencia general. El estudio ha lanzado ya varios parches que mejoran la estabilidad y optimizan recursos.
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