Cronos: The New Dawn. Análisis

Cronos: The New Dawn. Análisis

2 octubre, 2025 0 Por Isaac Garcia

Bloober Team lleva más de una década ofreciendo juegos con varios componentes en común. Una ambientación cargada de personalidad, una temática de terror y sobretodo un estilo donde prima mucho más lo que se cuenta que lo que se juega. Todo ello con un enfoque obsesivo hacia la psique humana. Tras el paso del estudio por Silent Hill 2 y la apuesta por el Survival Horror en el juego que hoy nos toca Cronos: The New Dawn, hoy os ayudaré a descubrir si esta arriesgada apuesta ha llegado a buen puerto. Seguid leyendo.

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La primera impresión que deja Cronos: The New Dawn es la de una obra que sabe de dónde viene. No oculta sus referentes: el eco de Silent Hill en la opresión atmosférica, las sombras de Dead Space en su imaginario de ciencia ficción decadente, e incluso un aire a Resident Evil 4 en su gestión de inventario. Y sin embargo, lo interesante no es tanto reconocer las “inspiraciones” o el propio pasado del estudio como comprobar que Bloober Team ha encontrado la manera de amalgamarlas en un proyecto que, sin inventar nada, consigue transmitir una voz propia.

Un arranque críptico donde los haya nos dará a conocer su gran baza: la fuerza de su ambientación. En un género donde la inmersión lo es todo, Cronos logra un equilibrio notable entre escenarios devastados, arquitectura industrial corroída por el tiempo y pasillos que parecen respirar una humedad insana. La ciencia ficción que plantea no es luminosa ni esperanzadora: es un relato de aislamiento, mutación y fragilidad humana, que se vive más en el peso de sus espacios que en las palabras de sus personajes. En ese sentido, la dirección artística brilla más que el modelado de rostros o las animaciones, demasiado rígidas en comparación.

La narrativa, por su parte, se adentra en un terreno introspectivo. Bloober Team ha querido que la experiencia no sea únicamente un catálogo de sustos o enfrentamientos tensos, sino también un viaje por los dilemas de la identidad y la memoria. Comenzará con promesa de epopeya existencial para acabar resolviéndose de una manera más sobria, disfrutando cada paso del viaje. Arranca con gran ambición narrativa y lo hace tan bien que es difícil mantener el tono durante las 12/15 horas que dura la aventura. Tendremos altos y bajos, aunque mantiene el tipo en un equilibrio constante de jugabilidad y narrativa.
La historia, que se cuece poco a poco a base de documentos, audios o las propias cinemáticas nos llevará a un viaje en el tiempo (no solo en sentido figurado) muy disfrutable que busca una explicación a qué pasó en el pueblo The New Dawn en Polonia, donde se originó una pandemia de catastróficas consecuencias. La ambientación se fusiona en este punto con la propia narrativa para ver las repercusiones de afrontar una cuarentena ante lo desconocido en tiempos del comunismo más arraigado en los países del este. ¿Qué hubiese pasado en los años 80 si una pandemia asolase un región bajo el yugo del comunismo? No deberíais perderos la visión que Bloober Team nos ofrece porque, más allá del filtro de ciencia ficción que nos muestra el juego, podemos encontrar mucha crítica social en lo que podría jugar a ser un What If en toda regla.
Cronos además nos da la posibilidad de abrir una pequeña variante narrativa en función de una elección que hagamos en el arranque. Quizá os choque los derroteros por los que pueda ir la aventura y os preguntaréis si esto es fruto de vuestra propia elección. Elegid sabiamente.

El combate es, al mismo tiempo, virtud y, aunque solo al final, un pequeño lastre. Virtud porque obliga a pensar, a medir cada bala y cada objeto, a recordar que los cadáveres de los enemigos no son inofensivos, sino un recurso que puede volverse contra el jugador si no se eliminan a tiempo. Lastre porque, en su ejecución, y en ultima instancia pueden caer en la monotonía: poco variados, demasiado dependientes de mecánicas conocidas, con una dificultad que roza lo punitivo en ciertos tramos. Y aunque lo he puesto sobre la mesa, personalmente no veo esta dificultad un punto negativo. Es una de las características santo y seña del juego y ayuda a darle personalidad. Y es que, de una época a esta parte, este tipo de propuestas siempre se desdibujan a la hora de afrontar los combates y sobretodo los jefes finales. No importa el despilfarro de munición que hayas hecho previamente que el juego se encaragará de compensarlo. Aquí no. Bala malgastada, oportunidad fallida. La próxima caja que revientes en busca de munición no va a compensar este hecho, y te ofrecerá una recompensa totalmente al azar, si es que tiene alguna para ti. Si uno se deja llevar por la propuesta, entenderá que si hay un barril incendiario, mejor usar una sola bala para causar el máximo daño en el enemigo porque vaciar el cargador quizás signifique llegar a un callejón sin salida.

Los enemigos cuentan con la habilidad de absorber a sus aliados caídos para fortalecerse y esto llevará a que tengamos que plantear una estrategia de combate diferente a lo que este tipo de juegos nos tiene acostumbrado. Quizá estemos a un solo golpe de la muerte, pero buscar refugio o huir puede significar que el enemigo que tengamos enfrente busque un cadaver para recuperar energia o fortalecer sus atributos, ¿que harás? ¿Esconderte o exponerte?

Bloober Team ha querido añadir ciertos elementos jugables que están bien pero que podrían haber tenido mucho más recorrido. Un buen ejemplo de esto son Las singularidades temporales: objetos y estructuras atrapadas en el tiempo (congeladas) que se manipulan utilizando lo que se llama módulo del emisor. Creo que este elemento podría haber dado lugar a puzzles muy interesantes y complejos, sin embargo al final solo suponen encontrar el núcleo donde están ocultas.

El apartado sonoro es uno de los puntos que mas se disfrutan. Un pasillo aislado donde un teléfono no deja de sonar, la alarma de un coche se dispara al fondo de la calle y a su vez una mujer tararea un inocente villancico bastarán para ponerte de los nervios. Todos estos efectos se combinan con una gran banda sonora que luce terrorífica en los momentos que busca generar tensión, que cumple en los enfrentamientos y sobretodo que brilla en los momentos de narrativa más cinemática bajo las melodías retrowave más ochenteras.

Cronos: The New Dawn no engaña a nadie. Es un juego consciente de sus límites, que apuesta por consolidar lo aprendido en el género en lugar de romperlo. No inventa nada, pero tampoco lo necesita. Lo que propone es un survival horror sólido, de unas 15 a 20 horas, capaz de sostener la tensión, de atrapar con su atmósfera y de recompensar a quienes se dejen llevar por la dureza de su propuesta.

Quizá lo más justo sea entenderlo no como un nuevo punto de partida, sino como un recordatorio. Un recordatorio de que el horror puede seguir siendo eficaz cuando se apoya en lo esencial: un espacio hostil, un puñado de mecánicas que tensan los nervios y una historia que, aunque irregular, logra plantear preguntas más allá de la mera supervivencia. Cronos: The New Dawn no será recordado como una revolución, pero sí como una obra honesta, intensa y, en muchos pasajes, memorable.

Cronos: The New Dawn

69.90 €
8.9

Historia

9.0/10

Jugabilidad

8.5/10

Diseño Artístico

9.0/10

Diseño de Sonido

9.0/10

A Favor

  • La atmósfera oscura y opresora
  • La dificultad nos rememora los mejores momentos de los Survival Horror más clásicos
  • La narrativa tiene un arranque espectacular…

En Contra

  • …que no consigue mantener el tipo en su tramo final
  • Algún pequeño problema de rendimiento para mantener la tasa de frames
  • Ciertas mecánicas desaprovechadas