Análisis Rage 2
27 mayo, 2019Xbox One
¿Mi color favorito? El “Rosa Enajenación”.
Vamos a reivindicar la diversión. Ya esta bien! Ya basta de esos críticos videojueguiles de medio pelo y sus “mundos abiertos vacíos” y sus “misiones repetitivas” y sus “mi mi mi mi”. Vamos a reivindicar el pasárselo bien. Vamos a reivindicar el no tener complejos. Vamos a reivindicar Rage 2.
Porque a ver, vaya por delante que yo solo soy un señor de Murcia y puede ser que no entienda demasiado de muchas cosas…pero lo que está meridianamente claro, lo que es una realidad indiscutible, es que Rage 2 es pura diversión. Es luz, es espectáculo, es “Rock & Roll”. Y es que divertir al usuario es, o al menos debería serlo, la finalidad de cualquier videojuego. Y todo aquel que no entienda esto debería, y esto digo con voz muy seria, bajarse de esto de los videojuegos y ponerse a criticar, no sé, cine de autor Iraní.
Walker Ranger del Yermo.
Bajo la promesa de no romper el juguete, los suecos de Avalanche toman el relevo de mano de Id Software para dar forma a esta segunda entrega. Este cambio de manos se nota desde el primer momento en que arranca la aventura. Del Rage original solo queda el nombre y el “lore” de un mundo ya establecido. La muestra más clara de esto es que Rage 2 arranca 30 años después de la entrega anterior y nos pone “in media res” de toda la acción. La Autoridad se alza sobre los restos de la humanidad y arrasa Vineland matando a todos los Rangers, los únicos humanos capaces de hacerle frente. Nuestro papel, ahora como el Ranger Walker, será retomar antiguas alianzas para poner en marcha un antiguo proyecto que al parecer es la única forma de acabar con la amenaza de “La Autoridad” de una vez por todas.
Todo esto nos lo cuentan en apenas 10 minutos, que es lo que dura el tutorial. Ahora tenemos que coger el coche y ponernos a explorar el vasto mapeado, perseguir bandidos, descubrir lugares, aumentar nuestro arsenal y en definitiva, hacer lo que sea necesario para detener al general Cross y a su ejército de mutantes. Como podéis ver no se hace referencia alguna ni a Nicholas Raine ni a casi nada del primer juego. Así que si no has jugado a la primera entrega no debes preocuparte ya que este Rage 2 actúa de manera totalmente independiente.
Cuerpo de Sandbox, alma de Shooter.
Una vez hechas las presentaciones abandonamos las ruinas de Vineland montados en el Fenix, el vehículo que más usaremos, y nos disponemos a explorar el Yermo de Rage 2. Avalanche pone en marcha todo lo que ha ido aprendiendo sobre mundos abiertos durante estos años, que no es poco, y que aquí adquiere su máxima expresión. Una basta extensión de terreno con tres biomas bien diferenciados y que exploraremos surcando las enrevesadas carreteras que lo atraviesan. Durante el desarrollo de la misión principal Avalanche se encargara de proponer multitud de objetivos para que investiguemos, y descubramos, cada rincón de esta tierra post apocalíptica. Así que preparad vuestros traseros para estar un buen puñado de horas sentados en vuestro sofá porque hay cientos de cosas por hacer: puntos de interés, búsquedas, destrucción de objetivos, localización y captura de bandas…a las pocas horas de juego ya tendrás el mapa lleno de iconos hacia dónde dirigirte. Pero lamentablemente este mundo abierto tiene su lado negativo y es que este Yermo no es ni tan interesante ni invita a la exploración como si sucede en otros juegos de Bethesda, como la saga Fallout. Gran parte de culpa la tienen la continua repetición de estructuras y que encima rara vez encontramos algo de interés dentro de ellas.
Pero Rage 2 es ante todo un shooter y aunque Avalanche lo haya envuelto con ese bonito envoltorio que es el mundo abierto, donde más brilla es como FPS, por que como dice el dicho: aunque el shooter se vista de seda, shooter se queda…era así?¿? bueno ya me entendéis. Y al igual que sucedía en el impero romano, donde todos los caminos llevaban a Roma, en Rage 2 todas las carreteras, es decir, las misiones desembocan en el núcleo jugable de Rage, los tiroteos. Permitidme la osadía de decir que siendo este un juego de Avalanche es el juego más ID al que he jugado en mucho tiempo. Me voy a adelantar a las conclusiones para decir que Rage 2 tiene uno de los mejores gunplay que he visto desde hace mucho tiempo…me atrevería decir que en toda esta generación.
Let´s Rock Baby.
Enfrentamientos rápidos, frenéticos y sin un segundo de respiro nos dejan claro desde el tutorial que estamos ante un shooter de la vieja escuela. Esto lo consigue gracias a una mezcla de elementos bastante dispares entre sí, que aunque en un principio no deberían de casar demasiado, estos suecos han conseguido que combinen a las mil maravillas. Por un lado tenemos a las estrellas de la fiesta, las armas. Rage 2 pone a nuestra disposición una serie de instrumentos para la aniquilación la mar de utiles. Aunque en un principio puedan parecer escasos rápidamente nos daremos cuenta de que son extremadamente versátiles gracias al uso adicional que encontramos al pulsar el “L2” ya que al apuntar activan una segunda función que les da un uso bastante distinto al principal, por poner un ejemplo, la escopeta es un arma muy eficaz a corta distancia pero que al apuntar con ella se convierte en una especie de fusil muy útil a media distancia o el lanzamisiles se convierte en un arma táctica muy interesante ya que al usar “L2” seremos capaz de fijar objetivos para que los misiles lo sigan vayan donde vayan. Con este recurso Rage 2 dobla el número de armas principales. No podemos dejar de lado a nuestro amado “Wingstick”, seña de identidad del primer Rage. Esta especie de boomerang se convertirá en un compañero inseparable en los tiroteos ya que es extremadamente versátil e igualmente mortal.
Avalanche incorpora una serie de poderes que al combinarlos con la acción de las armas nos volverán casi imparables. Estas “habilidades” son de lo más variadas, van desde un empujón al más puro estilo Jedi al que llaman acertadamente “Despedazar”, al doble salto o caer en picado desde el aire para destrozar a tus enemigos . Como decimos la combinación de estas habilidades con las armas hace que los tiroteos sean puro frenesí. En un momento, y antes de que te de tiempo a pestañear, tendremos explosiones, sangre, fragmentos de chatarra…de hueso…vísceras, chispas, rayos y centellas!…Rage 2 es una exaltación a la destrucción, una oda a la locura, un alegato a la enajenación y sin duda un verso suelto en esa oleada de shooter que nos encontramos en esta generación.
Otro punto que ayuda mucho a que los tiroteos sean un “no parar” es, sin duda, la ausencia de regeneración de salud. Aquí no hay regeneración automática, eso es para cobardes…bueno casi no la hay. La curación de tus heridas viene por dos caminos. O bien de mano de los escasos botiquines que encontraremos esparcidos por el escenario, o en las tiendas, o con los cristales de feltrita que van soltando los enemigos y que nos darán un poquito de vida cada uno. Esto anima al jugador a no quedarse tras un parapeto a que termine la lluvia de balas ya que estos cristales tardan muy poquito en descomponerse y no solo nos darán algo de vida si no que además son importantes para la progresión de nuestro personaje.
Porque como no podía ser de otro modo Rage 2 también cuenta con un sistema de progresión, os acordáis de las famosas “feltritas”, pues también serán útiles para ir mejorando tanto al protagonista, con lo que aquí han llamado proyectos, y ademas también podremos evolucionar las armas y vehículos que contarán con su propias ramas de mejoras. Como podréis adivinar esta combinación de distintos sistemas de evolución darán al jugador la sensación de que la progresión del personaje no para nunca, ya que cuando no estamos mejorando nuestras propias habilidades podremos mejorar algún aspecto de nuestras armas o de nuestro vehículo de cabecera, Fenix. Y ya que hablamos de coches apuntar dos cosas, la primera que tendremos a nuestra disposición una variedad importante de vehículos con los que movernos por el Yermo pero que lamentablemente la conducción de todos ellos es algo menos que una tortura comunista y cuando probemos el primero se nos quitarán las ganas de probar el siguiente. Si me permites un consejo , por nada del mundo COJAS UNA MOTO EN ESTE JUEGO.
Más real que la realidad.
Visualmente es sensacional. El motor Apex vuelve a demostrar que es una autentica pasada y en la versión de One, versión analizada, se comporta de maravilla. Interiores superdetallados, exteriores inmensos, texturas que cargan casi de inmediato, alguna vez consigeremos que sea instantáneo, colores ultra saturados y un diseño macarra abusando de colores tan llamativos como los rosas, purpuras o verdes chillones hacen que tenga una identidad visual propia. Los diferentes biomas de los que está compuesto este Yermo son bastante diferenciados unos de otros y dan mucha variedad de escenarios al título. Pantanos, bosques y desiertos serán los escenarios que desfilarán ante nosotros y Avalanche han conseguido que la transición entre un territorio a otro sea muy suave, conforme nos vamos acercando a un territorio el paisaje va cambiando tan sutilmente que cuando nos vamos a dar cuenta todo lo que nos rodea a cambiado totalmente. En la parte sonora nos encontramos ante un gran trabajo marca de la casa Bethesda, no hay dos sonidos iguales. Cada motor, cada arma, cada personaje…todo es distinto y el trabajo en este aspecto es casi tan minucioso como el realizado en el apartado gráfico.
Es una locura y me encanta.
La nueva entrega de Rage es una ruptura con la entrega anterior y esto no es algo malo, al contrario, es giro hacia la locura que le sienta fantástico al juego con que Id nos maravilló hace unos años. Armas alucinantes, mecánicas absurdamente divertidas, tiroteos frenéticos, docenas de horas de contenido y una identidad visual única hacen de Rage 2 el shooter más divertido y recomendable de esta generación.
Imágenes del articulo cedidas por Bethesda, a través de presskits. Los logotipos y marcas que aparecen en ellas son propiedad de sus respectivos dueños y son utilizadas aquí únicamente con fines ilustrativos
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