Warhammer Chaosbane
20 junio, 2019Análisis para PS4
Cuando Diablo viaja al Viejo Mundo
Warhammer vuelve por enésima vez a cruzar su camino con el mundo de los videojuegos y esta vez promete emociones fuertes ya que lo hace de la mano del género de hack & slash, gracias a Warhammer Chaosbane, un Action RPG al estilo de Diablo que busca robar el corazón tanto al fan del popular wargame como novicio en el lore pero que busca un juego que llene en parte el vacío dejado por el título de Blizzard. Desarrollado por la gente de Eko Software y producido por Bigben Interactive, Chaosbane llega para Xbox One, PC y PS4 (esta última a la que hemos tenido acceso).
Las similitudes con Diablo son innegables ya que algunas son congénitas del propio género como esa vista isométrica, el combate contra hordas de miles de enemigos a lo largo de escenarios divididos en cuatro capítulos, o la imposibilidad de crear un personaje propio ya que debemos recurrir a los cuatro de base con los que ha sido lanzado. Otros parecidos con el ARPG de Blizzard son un poco más específicos y en parte voluntarios, como ciertas habilidades que parecen prácticamente exportadas de un juego a otro. Así pues al usar estos talentos desbloqueables como una carga en carrera para matar a los enemigos, un salto demoledor, hechizos de área o de rastro, nuestra mente evocará momentos ya vividos anteriormente.
Warhammer Chaosbane nos sitúa en el viejo Mundo de Warhammer, al momento en el que reinaba Magnus el piadoso, emperador humano que salvó la ciudad de Kislev de las hordas del Caos derrotando al temible Asavar Kul, el elegido del Caos y su ejército. Aunque todo hacía presagiar que vendrían buenos tiempos, el ataque de una misteriosa hechicera a la capital del reino sume a Magnus en un embrujo obligándonos a descubrir qué hay tras el ataque y de qué forma podemos salvar la vida del emperador. Para ello podremos escoger entre 4 personajes prediseñados con distintos orígenes que vendrán contados mediante vídeos de estilo comiquero con ilustraciones dinámicas. Estos personajes son Konrad, el imperial que hace las veces de guerrero, Elontir el alto elfo que nos ofrecerá su magia como gran aliada, Elessa la forestal especialista en ataques a distancia y Bragi muerde hachas, el enano cuya furia arrasa al enemigo común: el Caos.
También tendremos la opción de jugar la aventura y los modos de juego adicionales en cooperativo con hasta cuatro amigos de forma que cada uno maneje a un personaje distinto y podamos de esta forma incrementar la dificultad de cada capítulo para ajustar el desafío a nuestra capacidad. También hay que decir que el Dual Shock 4 se adapta perfectamente al control, por lo que este miedo quedará totalmente desterrado tras los primeros instantes de manejo. Terminar el juego en su primera vuelta nos puede llevar entre 8 y 10 horas (aunque lo divertido como siempre será explotar el endgame que ofrece) y la estructura será similar siempre. Partiendo de un “campamento base”, los NPCs nos irán mandando misiones con las que exploraremos los escenarios hasta completar unas 8 o 9 misiones por acto. Y lo mejor es que entre esos personajes no jugadores tendremos viejos conocidos de la franquicia como Teclis o Voss.
El primero de los capítulos trascurre en las cloacas de la capital Nuln donde imperan desde nurgletes hasta mutaliths, en el segundo viajaremos a la ciudad arrasada de Praag, en el tercero vamos a una zona nevada con escenarios subterráneos a modo de templos y por viajaremos al mismísimo Reino del Caos, la típica zona final con tintes apocalípticos. A pesar de tener un total de 70 enemigos distintos a los que enfrentarnos, sin duda el colofón de cada capítulo serán los combates contra los grandes demonios del Caos encarnados en aberraciones de Nurgle, Khorne, Slaanesh y Tzeench. Combates muy exigentes y en los que debemos aprovecha la amenaza del entorno cambiante en ocasiones. Todo ello acompañado de una buena banda sonora en la que destaca como se recurre a grandes instrumentos de percusión y voces reverberantes para crear unos coros que aportan mucha épica al conjunto.
Como es habitual en estos títulos, el looteo de objetos es una constante de cara a mejorar a nuestro personaje y facilitarnos el progreso a lo largo de los hasta 10 niveles de dificultad que podremos ir desbloqueando y ajustando, y huelga decir que a mayor dificultad mejores serán los objetos recogidos y más cantidad de oro irá a nuestras arcas.
El progreso de los personajes es muy acertado, algo vital al ser la pieza central de la diversión de Chaosbane, con unas habilidades que se mejoran y desbloquean progresivamente dependiendo de cada clase. Tenemos una serie de puntos para activarlas y distribuir como queramos de manera que podemos ir ajustando la build muchas de bajo nivel o unas pocas de las más poderosas que tengamos ya que estos puntos irán creciendo conforme avancemos. También tenemos el árbol de habilidad de los favores de los dioses que de manera muy similar a lo que planteó el tablero de esferas de Final Fantasy X nos permiten escoger caminos para ir desbloqueando mejoras y bufos permanentes. Cada desbloqueo consume fragmentos y oro que iremos recogiendo en nuestras aventuras y cada personaje tiene una “constelación” propia que actúa a modo de tablero, por ejemplo la elfa Silvana tiene un árbol, el enano un hacha o el alto elfo un blasón.
Donde no tiene tanto tino Eko Software ha sido en el diseño de escenarios, no tanto en el apartado artístico que sí nos mete de lleno en el Viejo Mundo, pero sí en cuanto a que tienen pocos elementos destruibles o interactivos y que como veremos en cada una de las misiones del capítulo, están formados por una especie de “módulos” que se repetirán más de la cuenta en algún caso causando una sensación agridulce que viene marcada también por ser algo pasilleros y lograr que se echen de menos ciertas áreas abiertas mucho más grandes. Tampoco ayuda la cámara a camuflar este efecto aportando dinamismos ya que aunque se puede acercar o alejar ligeramente, no permite la rotación como si ocurría en el Inquisitor Martyr.
Lunares que Big Ben ha conseguido paliar al pensar en el medio y largo plazo de su juego y ha presentado incluso desde antes de su salida una nutrida hoja de ruta de cara ampliar el endgame del juego, con nuevo contenido gratuito que abarcará 4 niveles nuevos de dificultad, la inclusión de la muerte permanente del personaje para los más atrevidos, o nuevos sets heroicos de equipos. Pero es en el de pago donde tenemos las cosas más jugosas ya que se introducirá un nuevo árbol divino de habilidades, nuevos paquetes de mascotas y familiares, aumento del nivel máximo por encima del 50 del juego base y sobre todo una nueva campaña con los Reyes Funerarios como antagonistas.
A todo ello hay que añadir el endgame que ya tenemos en el propio Chaosbane de lanzamiento y que incluye el modo Asalto al jefe que permite enfrentarse a los bosses superados en el modo historia y hacerlo marcando un tiempo, un registro que será comparable a otros jugadores para picarnos y mejorar la marca. También tenemos el modo de Búsqueda de reliquias, al cual se accede a través del gremio de Coleccionistas y que nos ofrece una mazmorra creada proceduralmente con diferentes tipos de dificultad y modificadores y el objetivo de conseguir sets de armadura heroicos. Por último el modo Expedición nos permite jugar solos o en cooperativo a mazmorras que ya hayamos superado en la campaña.
Los fans de Warhammer pueden estar de enhorabuena al poder hincar el diente a un juego que es muy respetuoso con la franquicia de Games Workshop, que sabe aprovechar las virtudes del género y que ofrece un endgame variado y prometedor. Esto último hará las delicias de los amantes de los ARPG aunque el producto no llegue a ser redondo por esa falta de cuidado a la hora de plantear la disposición de escenarios o no haber asumido más riesgo a la hora de crear personajes menos arquetípicos.
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Warhammer Chaosbane
A Favor
- El género ARPG le queda como anillo al dedo al mundo Warhammer
- El árbol de desarrollo de habilidades de favores de los dioses es muy completo
- Esos combates contra los grandes demonios del Caos del final de cada capítulo
En Contra
- Sensación de escenarios algo repetitivos
- Se echa en falta algo de atrevimiento en el diseño de personajes
- Poca variedad de diseños de piezas de equipo